Ven la paja y no la viga

El problema de la recaudación fiscal, es el destino le dan los gobiernos. Persiste la incertidumbre sobre si la salud y la educación públicas cubrirán las expectativas y necesidades reales. El dinero, ¿servirá para recoger en tiempo y forma la basura de mi barrio? Gracias a mis impuestos, ¿el servicio eléctrico será el más adecuado y barato? El agua que sirven como potable, ¿lo es en realidad?

Con mis impuestos, ¿tendremos empleo? ¿La pobreza se reducirá sustancialmente? La delincuencia de todo tipo, incluyendo la de cuello blanco, ¿se combatirá con la prevención, represión y justicia acordes con el delito cometido? ¿Habrá quien logre burlarla como hasta ahora? Cuando me jubile, ¿tendré una pensión digna y segura?

Las cifras macro no convencen a nadie, los discursos al uso tampoco. El Ejército, la Policía y los bomberos que tenemos gracias a nuestros impuestos, ¿son suficientes y eficientes? La inseguridad que nos acosa, ¿podrán reducirla? ¿Acaso saben cómo hacerlo?

Que los ricos paguen más impuestos suena bien, pero ¿de qué ricos hablamos? ¿De los que tienen su plata afuera, en paraísos fiscales? ¿Quiénes son? ¿Cuánta es la plata? ¿Benefician a terceros con lo que obtuvieron en Ecuador? ¿Los bancos están incluidos? ¿Cuáles? Y de las ONGs, las fundaciones y las iglesias ¿qué hay?

El ciudadano se rebela y protesta y se violenta cuando se le oculta o se le miente, que es lo mismo, sobre el destino de su dinero. El tema no solo atañe al gobierno central, sino también a todos los seccionales. No vale seguir mirando la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. No vale seguir en tanta perplejidad y desinformación.

«La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y
espacioso”.

Miguel de Cervantes
Escritor español (1547-1616)

«Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos”.

Confucio
Filósofo chino (551 AC-478 AC)

El problema de la recaudación fiscal, es el destino le dan los gobiernos. Persiste la incertidumbre sobre si la salud y la educación públicas cubrirán las expectativas y necesidades reales. El dinero, ¿servirá para recoger en tiempo y forma la basura de mi barrio? Gracias a mis impuestos, ¿el servicio eléctrico será el más adecuado y barato? El agua que sirven como potable, ¿lo es en realidad?

Con mis impuestos, ¿tendremos empleo? ¿La pobreza se reducirá sustancialmente? La delincuencia de todo tipo, incluyendo la de cuello blanco, ¿se combatirá con la prevención, represión y justicia acordes con el delito cometido? ¿Habrá quien logre burlarla como hasta ahora? Cuando me jubile, ¿tendré una pensión digna y segura?

Las cifras macro no convencen a nadie, los discursos al uso tampoco. El Ejército, la Policía y los bomberos que tenemos gracias a nuestros impuestos, ¿son suficientes y eficientes? La inseguridad que nos acosa, ¿podrán reducirla? ¿Acaso saben cómo hacerlo?

Que los ricos paguen más impuestos suena bien, pero ¿de qué ricos hablamos? ¿De los que tienen su plata afuera, en paraísos fiscales? ¿Quiénes son? ¿Cuánta es la plata? ¿Benefician a terceros con lo que obtuvieron en Ecuador? ¿Los bancos están incluidos? ¿Cuáles? Y de las ONGs, las fundaciones y las iglesias ¿qué hay?

El ciudadano se rebela y protesta y se violenta cuando se le oculta o se le miente, que es lo mismo, sobre el destino de su dinero. El tema no solo atañe al gobierno central, sino también a todos los seccionales. No vale seguir mirando la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. No vale seguir en tanta perplejidad y desinformación.

«La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y
espacioso”.

Miguel de Cervantes
Escritor español (1547-1616)

«Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos”.

Confucio
Filósofo chino (551 AC-478 AC)

El problema de la recaudación fiscal, es el destino le dan los gobiernos. Persiste la incertidumbre sobre si la salud y la educación públicas cubrirán las expectativas y necesidades reales. El dinero, ¿servirá para recoger en tiempo y forma la basura de mi barrio? Gracias a mis impuestos, ¿el servicio eléctrico será el más adecuado y barato? El agua que sirven como potable, ¿lo es en realidad?

Con mis impuestos, ¿tendremos empleo? ¿La pobreza se reducirá sustancialmente? La delincuencia de todo tipo, incluyendo la de cuello blanco, ¿se combatirá con la prevención, represión y justicia acordes con el delito cometido? ¿Habrá quien logre burlarla como hasta ahora? Cuando me jubile, ¿tendré una pensión digna y segura?

Las cifras macro no convencen a nadie, los discursos al uso tampoco. El Ejército, la Policía y los bomberos que tenemos gracias a nuestros impuestos, ¿son suficientes y eficientes? La inseguridad que nos acosa, ¿podrán reducirla? ¿Acaso saben cómo hacerlo?

Que los ricos paguen más impuestos suena bien, pero ¿de qué ricos hablamos? ¿De los que tienen su plata afuera, en paraísos fiscales? ¿Quiénes son? ¿Cuánta es la plata? ¿Benefician a terceros con lo que obtuvieron en Ecuador? ¿Los bancos están incluidos? ¿Cuáles? Y de las ONGs, las fundaciones y las iglesias ¿qué hay?

El ciudadano se rebela y protesta y se violenta cuando se le oculta o se le miente, que es lo mismo, sobre el destino de su dinero. El tema no solo atañe al gobierno central, sino también a todos los seccionales. No vale seguir mirando la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. No vale seguir en tanta perplejidad y desinformación.

«La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y
espacioso”.

Miguel de Cervantes
Escritor español (1547-1616)

«Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos”.

Confucio
Filósofo chino (551 AC-478 AC)

El problema de la recaudación fiscal, es el destino le dan los gobiernos. Persiste la incertidumbre sobre si la salud y la educación públicas cubrirán las expectativas y necesidades reales. El dinero, ¿servirá para recoger en tiempo y forma la basura de mi barrio? Gracias a mis impuestos, ¿el servicio eléctrico será el más adecuado y barato? El agua que sirven como potable, ¿lo es en realidad?

Con mis impuestos, ¿tendremos empleo? ¿La pobreza se reducirá sustancialmente? La delincuencia de todo tipo, incluyendo la de cuello blanco, ¿se combatirá con la prevención, represión y justicia acordes con el delito cometido? ¿Habrá quien logre burlarla como hasta ahora? Cuando me jubile, ¿tendré una pensión digna y segura?

Las cifras macro no convencen a nadie, los discursos al uso tampoco. El Ejército, la Policía y los bomberos que tenemos gracias a nuestros impuestos, ¿son suficientes y eficientes? La inseguridad que nos acosa, ¿podrán reducirla? ¿Acaso saben cómo hacerlo?

Que los ricos paguen más impuestos suena bien, pero ¿de qué ricos hablamos? ¿De los que tienen su plata afuera, en paraísos fiscales? ¿Quiénes son? ¿Cuánta es la plata? ¿Benefician a terceros con lo que obtuvieron en Ecuador? ¿Los bancos están incluidos? ¿Cuáles? Y de las ONGs, las fundaciones y las iglesias ¿qué hay?

El ciudadano se rebela y protesta y se violenta cuando se le oculta o se le miente, que es lo mismo, sobre el destino de su dinero. El tema no solo atañe al gobierno central, sino también a todos los seccionales. No vale seguir mirando la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. No vale seguir en tanta perplejidad y desinformación.

«La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y
espacioso”.

Miguel de Cervantes
Escritor español (1547-1616)

«Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos”.

Confucio
Filósofo chino (551 AC-478 AC)