Piden más coordinación regional para combatir delincuencia en Latinoamérica

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Quito, EFE

El presidente Lenín Moreno, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, inauguraron este miércoles la VII Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas (MISPA) con un llamamiento a fomentar una mayor cooperación regional contra la delincuencia organizada.

Ante ministros de seguridad pública de la región, Moreno comentó que la reunión transcurre en un momento «muy particular y difícil para la región» pues varios países «enfrentamos serios intentos desestabilizadores».

«Muchos de nuestros pueblos han heredado crisis provocadas por regímenes corruptos que, con políticas irresponsables y demagógicas han pretendido influir en la voluntad de nuestros pueblos», dijo antes de comentar que entre los días 3 y 13 de este mes, su país vivió «un momento de conflicto».

Recordó que grupos de indígenas protagonizaron marchas de protesta contra un decreto que eliminaba los subsidios a los combustibles (ahora derogado), pero señaló que en esas manifestaciones «se infiltraron grupos armados con protervos fines de desestabilización de la democracia, que cometieron actos criminales».

Y anotó que en esas protestas se quemó el edificio de la Contraloría General del Estado donde «estaban las pruebas de la corrupción del Gobierno anterior».

El gobernante detalló que en once días, las protestas dejaron al país pérdidas por 2.500 millones de dólares, aproximadamente el 3 por ciento del Producto Interno Bruto.

Subrayó que el deber del Gobierno es defender la vida, la integridad, la democracia y las instituciones de cualquier amenaza.

Almagro felicitó a Moreno por la manera en que recondujo la situación social del país que «es digna del mayor de los elogios» de parte de la organización que preside.

Asimismo, subrayó que en democracia las marchas de protesta son un derecho fundamental pero apuntó que las variables de violencia «son inaceptables».

Según Moreno, la reunión inaugurada hoy servirá para compartir experiencias y conocimientos para enfrentar amenazas comunes a la seguridad que tienen «el afán de expandir» las acciones criminales de grupos narcotraficantes, guerrilleros y «corruptos de gobiernos anteriores que tratan de instituir el caos».

Una de las graves amenazas de los pueblos es el crimen organizado trasnacional, para cuyo combate se necesitan acciones conjuntas y concretas de todos los sectores, dijo el gobernante antes de destacar la estrecha relación entre desarrollo y seguridad.

Para Almagro, no se puede hacer seguridad sin desarrollo en un continente que sigue siendo el «más desigual de todos» y que arrastra problemas estructurales que afectan a varios sectores.

Al referirse al fortalecimiento de la cooperación internacional para la prevención y lucha contra la delincuencia -eje de la cita de Quito- Almagro señaló que es «imposible» hacer frente a la delincuencia organizada desde una única institución, por lo que pidió cooperación en todos los ámbitos.

«No podemos recurrir a estrategias desesperadas y reactivas; no podemos ir de ataque de pánico en ataque de pánico, basado solamente en la represión y sobreexponiendo a las fuerzas policiales», señaló.

De su lado, la ministra de Gobierno de Ecuador, María Paula Romo, indicó que en la cita se analizarán los casos de violencia registrados en las últimas semanas en la región.

El encuentro abre la oportunidad para tener mejores políticas de seguridad y resguardar la vida e integridad de las personas y el estado de derecho, añadió.

Entre las amenazas actuales, la funcionaria mencionó a la delincuencia organizada trasnacional, el tráfico de drogas, la minería ilegal, la trata de personas y el tráfico de migrantes, conflictividad violenta socio-política, afectaciones a la naturaleza y la vulneración de la información, entre otras.

«La falta de respuestas integrales también puede convertirse en una gran debilidad para enfrentar los problemas de seguridad», dijo al apuntar que existen retos y desafíos de coordinación en la región para afrontar las distintas amenazas a la seguridad.

Quito, EFE

El presidente Lenín Moreno, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, inauguraron este miércoles la VII Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas (MISPA) con un llamamiento a fomentar una mayor cooperación regional contra la delincuencia organizada.

Ante ministros de seguridad pública de la región, Moreno comentó que la reunión transcurre en un momento «muy particular y difícil para la región» pues varios países «enfrentamos serios intentos desestabilizadores».

«Muchos de nuestros pueblos han heredado crisis provocadas por regímenes corruptos que, con políticas irresponsables y demagógicas han pretendido influir en la voluntad de nuestros pueblos», dijo antes de comentar que entre los días 3 y 13 de este mes, su país vivió «un momento de conflicto».

Recordó que grupos de indígenas protagonizaron marchas de protesta contra un decreto que eliminaba los subsidios a los combustibles (ahora derogado), pero señaló que en esas manifestaciones «se infiltraron grupos armados con protervos fines de desestabilización de la democracia, que cometieron actos criminales».

Y anotó que en esas protestas se quemó el edificio de la Contraloría General del Estado donde «estaban las pruebas de la corrupción del Gobierno anterior».

El gobernante detalló que en once días, las protestas dejaron al país pérdidas por 2.500 millones de dólares, aproximadamente el 3 por ciento del Producto Interno Bruto.

Subrayó que el deber del Gobierno es defender la vida, la integridad, la democracia y las instituciones de cualquier amenaza.

Almagro felicitó a Moreno por la manera en que recondujo la situación social del país que «es digna del mayor de los elogios» de parte de la organización que preside.

Asimismo, subrayó que en democracia las marchas de protesta son un derecho fundamental pero apuntó que las variables de violencia «son inaceptables».

Según Moreno, la reunión inaugurada hoy servirá para compartir experiencias y conocimientos para enfrentar amenazas comunes a la seguridad que tienen «el afán de expandir» las acciones criminales de grupos narcotraficantes, guerrilleros y «corruptos de gobiernos anteriores que tratan de instituir el caos».

Una de las graves amenazas de los pueblos es el crimen organizado trasnacional, para cuyo combate se necesitan acciones conjuntas y concretas de todos los sectores, dijo el gobernante antes de destacar la estrecha relación entre desarrollo y seguridad.

Para Almagro, no se puede hacer seguridad sin desarrollo en un continente que sigue siendo el «más desigual de todos» y que arrastra problemas estructurales que afectan a varios sectores.

Al referirse al fortalecimiento de la cooperación internacional para la prevención y lucha contra la delincuencia -eje de la cita de Quito- Almagro señaló que es «imposible» hacer frente a la delincuencia organizada desde una única institución, por lo que pidió cooperación en todos los ámbitos.

«No podemos recurrir a estrategias desesperadas y reactivas; no podemos ir de ataque de pánico en ataque de pánico, basado solamente en la represión y sobreexponiendo a las fuerzas policiales», señaló.

De su lado, la ministra de Gobierno de Ecuador, María Paula Romo, indicó que en la cita se analizarán los casos de violencia registrados en las últimas semanas en la región.

El encuentro abre la oportunidad para tener mejores políticas de seguridad y resguardar la vida e integridad de las personas y el estado de derecho, añadió.

Entre las amenazas actuales, la funcionaria mencionó a la delincuencia organizada trasnacional, el tráfico de drogas, la minería ilegal, la trata de personas y el tráfico de migrantes, conflictividad violenta socio-política, afectaciones a la naturaleza y la vulneración de la información, entre otras.

«La falta de respuestas integrales también puede convertirse en una gran debilidad para enfrentar los problemas de seguridad», dijo al apuntar que existen retos y desafíos de coordinación en la región para afrontar las distintas amenazas a la seguridad.

Quito, EFE

El presidente Lenín Moreno, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, inauguraron este miércoles la VII Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas (MISPA) con un llamamiento a fomentar una mayor cooperación regional contra la delincuencia organizada.

Ante ministros de seguridad pública de la región, Moreno comentó que la reunión transcurre en un momento «muy particular y difícil para la región» pues varios países «enfrentamos serios intentos desestabilizadores».

«Muchos de nuestros pueblos han heredado crisis provocadas por regímenes corruptos que, con políticas irresponsables y demagógicas han pretendido influir en la voluntad de nuestros pueblos», dijo antes de comentar que entre los días 3 y 13 de este mes, su país vivió «un momento de conflicto».

Recordó que grupos de indígenas protagonizaron marchas de protesta contra un decreto que eliminaba los subsidios a los combustibles (ahora derogado), pero señaló que en esas manifestaciones «se infiltraron grupos armados con protervos fines de desestabilización de la democracia, que cometieron actos criminales».

Y anotó que en esas protestas se quemó el edificio de la Contraloría General del Estado donde «estaban las pruebas de la corrupción del Gobierno anterior».

El gobernante detalló que en once días, las protestas dejaron al país pérdidas por 2.500 millones de dólares, aproximadamente el 3 por ciento del Producto Interno Bruto.

Subrayó que el deber del Gobierno es defender la vida, la integridad, la democracia y las instituciones de cualquier amenaza.

Almagro felicitó a Moreno por la manera en que recondujo la situación social del país que «es digna del mayor de los elogios» de parte de la organización que preside.

Asimismo, subrayó que en democracia las marchas de protesta son un derecho fundamental pero apuntó que las variables de violencia «son inaceptables».

Según Moreno, la reunión inaugurada hoy servirá para compartir experiencias y conocimientos para enfrentar amenazas comunes a la seguridad que tienen «el afán de expandir» las acciones criminales de grupos narcotraficantes, guerrilleros y «corruptos de gobiernos anteriores que tratan de instituir el caos».

Una de las graves amenazas de los pueblos es el crimen organizado trasnacional, para cuyo combate se necesitan acciones conjuntas y concretas de todos los sectores, dijo el gobernante antes de destacar la estrecha relación entre desarrollo y seguridad.

Para Almagro, no se puede hacer seguridad sin desarrollo en un continente que sigue siendo el «más desigual de todos» y que arrastra problemas estructurales que afectan a varios sectores.

Al referirse al fortalecimiento de la cooperación internacional para la prevención y lucha contra la delincuencia -eje de la cita de Quito- Almagro señaló que es «imposible» hacer frente a la delincuencia organizada desde una única institución, por lo que pidió cooperación en todos los ámbitos.

«No podemos recurrir a estrategias desesperadas y reactivas; no podemos ir de ataque de pánico en ataque de pánico, basado solamente en la represión y sobreexponiendo a las fuerzas policiales», señaló.

De su lado, la ministra de Gobierno de Ecuador, María Paula Romo, indicó que en la cita se analizarán los casos de violencia registrados en las últimas semanas en la región.

El encuentro abre la oportunidad para tener mejores políticas de seguridad y resguardar la vida e integridad de las personas y el estado de derecho, añadió.

Entre las amenazas actuales, la funcionaria mencionó a la delincuencia organizada trasnacional, el tráfico de drogas, la minería ilegal, la trata de personas y el tráfico de migrantes, conflictividad violenta socio-política, afectaciones a la naturaleza y la vulneración de la información, entre otras.

«La falta de respuestas integrales también puede convertirse en una gran debilidad para enfrentar los problemas de seguridad», dijo al apuntar que existen retos y desafíos de coordinación en la región para afrontar las distintas amenazas a la seguridad.

Quito, EFE

El presidente Lenín Moreno, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, inauguraron este miércoles la VII Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas (MISPA) con un llamamiento a fomentar una mayor cooperación regional contra la delincuencia organizada.

Ante ministros de seguridad pública de la región, Moreno comentó que la reunión transcurre en un momento «muy particular y difícil para la región» pues varios países «enfrentamos serios intentos desestabilizadores».

«Muchos de nuestros pueblos han heredado crisis provocadas por regímenes corruptos que, con políticas irresponsables y demagógicas han pretendido influir en la voluntad de nuestros pueblos», dijo antes de comentar que entre los días 3 y 13 de este mes, su país vivió «un momento de conflicto».

Recordó que grupos de indígenas protagonizaron marchas de protesta contra un decreto que eliminaba los subsidios a los combustibles (ahora derogado), pero señaló que en esas manifestaciones «se infiltraron grupos armados con protervos fines de desestabilización de la democracia, que cometieron actos criminales».

Y anotó que en esas protestas se quemó el edificio de la Contraloría General del Estado donde «estaban las pruebas de la corrupción del Gobierno anterior».

El gobernante detalló que en once días, las protestas dejaron al país pérdidas por 2.500 millones de dólares, aproximadamente el 3 por ciento del Producto Interno Bruto.

Subrayó que el deber del Gobierno es defender la vida, la integridad, la democracia y las instituciones de cualquier amenaza.

Almagro felicitó a Moreno por la manera en que recondujo la situación social del país que «es digna del mayor de los elogios» de parte de la organización que preside.

Asimismo, subrayó que en democracia las marchas de protesta son un derecho fundamental pero apuntó que las variables de violencia «son inaceptables».

Según Moreno, la reunión inaugurada hoy servirá para compartir experiencias y conocimientos para enfrentar amenazas comunes a la seguridad que tienen «el afán de expandir» las acciones criminales de grupos narcotraficantes, guerrilleros y «corruptos de gobiernos anteriores que tratan de instituir el caos».

Una de las graves amenazas de los pueblos es el crimen organizado trasnacional, para cuyo combate se necesitan acciones conjuntas y concretas de todos los sectores, dijo el gobernante antes de destacar la estrecha relación entre desarrollo y seguridad.

Para Almagro, no se puede hacer seguridad sin desarrollo en un continente que sigue siendo el «más desigual de todos» y que arrastra problemas estructurales que afectan a varios sectores.

Al referirse al fortalecimiento de la cooperación internacional para la prevención y lucha contra la delincuencia -eje de la cita de Quito- Almagro señaló que es «imposible» hacer frente a la delincuencia organizada desde una única institución, por lo que pidió cooperación en todos los ámbitos.

«No podemos recurrir a estrategias desesperadas y reactivas; no podemos ir de ataque de pánico en ataque de pánico, basado solamente en la represión y sobreexponiendo a las fuerzas policiales», señaló.

De su lado, la ministra de Gobierno de Ecuador, María Paula Romo, indicó que en la cita se analizarán los casos de violencia registrados en las últimas semanas en la región.

El encuentro abre la oportunidad para tener mejores políticas de seguridad y resguardar la vida e integridad de las personas y el estado de derecho, añadió.

Entre las amenazas actuales, la funcionaria mencionó a la delincuencia organizada trasnacional, el tráfico de drogas, la minería ilegal, la trata de personas y el tráfico de migrantes, conflictividad violenta socio-política, afectaciones a la naturaleza y la vulneración de la información, entre otras.

«La falta de respuestas integrales también puede convertirse en una gran debilidad para enfrentar los problemas de seguridad», dijo al apuntar que existen retos y desafíos de coordinación en la región para afrontar las distintas amenazas a la seguridad.