Palo y machete

Orlando Amores Terán

No puede el régimen prohibir que use un arma, para precautelar mi vida, mi familia y mis bienes. ¿Acaso el derecho humano a la vida de un corrupto, de un saqueador o de un fanático comunista, está por encima de mi derecho humano a protegerme a mi mismo, a mi familia y a mis bienes?

¿Por respeto a los DDHH de los criminales, debo dejarme robar, agredir, matar? De lo ocurrido en el paro, el 90% de ciudadanos que sufrimos en absoluta indefensión, los saqueos, asaltos, incendios y vejámenes, llegamos a la conclusión: ¡palo y machete! Debemos apoyar a la Policía que está asediada por leyes de protección de DDHH de los violentos, que en cambio pueden vulnerar los DDHH de los pacíficos.

Tenemos que respaldar a FFAA, acosada con amenaza de juicios por lesa humanidad, por parte de los aliados del narco-comunismo, para limitar su acción, al momento de preservar la seguridad, de la arremetida narco-guerrillera. Vimos cómo se destruye a la fuerza pública, cuando las leyes diseñadas por delincuentes, para favorecer el delito, les impide utilizar sus armas letales, en defensa de la democracia.

Observamos cómo la narco-guerrilla se ensañó con la fuerza pública, en la certeza de que los pacíficos pagamos sus «defensores», al punto que el crimen organizado los convirtió en rehenes. El régimen debe aprender que la política de «apaciguamiento», jamás logró la paz; sólo estimuló al hampa, a exigir más, de modo progresivo. Nosotros debemos entender que si queremos democracia, debemos prepararnos para la guerra.

[email protected]

Orlando Amores Terán

No puede el régimen prohibir que use un arma, para precautelar mi vida, mi familia y mis bienes. ¿Acaso el derecho humano a la vida de un corrupto, de un saqueador o de un fanático comunista, está por encima de mi derecho humano a protegerme a mi mismo, a mi familia y a mis bienes?

¿Por respeto a los DDHH de los criminales, debo dejarme robar, agredir, matar? De lo ocurrido en el paro, el 90% de ciudadanos que sufrimos en absoluta indefensión, los saqueos, asaltos, incendios y vejámenes, llegamos a la conclusión: ¡palo y machete! Debemos apoyar a la Policía que está asediada por leyes de protección de DDHH de los violentos, que en cambio pueden vulnerar los DDHH de los pacíficos.

Tenemos que respaldar a FFAA, acosada con amenaza de juicios por lesa humanidad, por parte de los aliados del narco-comunismo, para limitar su acción, al momento de preservar la seguridad, de la arremetida narco-guerrillera. Vimos cómo se destruye a la fuerza pública, cuando las leyes diseñadas por delincuentes, para favorecer el delito, les impide utilizar sus armas letales, en defensa de la democracia.

Observamos cómo la narco-guerrilla se ensañó con la fuerza pública, en la certeza de que los pacíficos pagamos sus «defensores», al punto que el crimen organizado los convirtió en rehenes. El régimen debe aprender que la política de «apaciguamiento», jamás logró la paz; sólo estimuló al hampa, a exigir más, de modo progresivo. Nosotros debemos entender que si queremos democracia, debemos prepararnos para la guerra.

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Orlando Amores Terán

No puede el régimen prohibir que use un arma, para precautelar mi vida, mi familia y mis bienes. ¿Acaso el derecho humano a la vida de un corrupto, de un saqueador o de un fanático comunista, está por encima de mi derecho humano a protegerme a mi mismo, a mi familia y a mis bienes?

¿Por respeto a los DDHH de los criminales, debo dejarme robar, agredir, matar? De lo ocurrido en el paro, el 90% de ciudadanos que sufrimos en absoluta indefensión, los saqueos, asaltos, incendios y vejámenes, llegamos a la conclusión: ¡palo y machete! Debemos apoyar a la Policía que está asediada por leyes de protección de DDHH de los violentos, que en cambio pueden vulnerar los DDHH de los pacíficos.

Tenemos que respaldar a FFAA, acosada con amenaza de juicios por lesa humanidad, por parte de los aliados del narco-comunismo, para limitar su acción, al momento de preservar la seguridad, de la arremetida narco-guerrillera. Vimos cómo se destruye a la fuerza pública, cuando las leyes diseñadas por delincuentes, para favorecer el delito, les impide utilizar sus armas letales, en defensa de la democracia.

Observamos cómo la narco-guerrilla se ensañó con la fuerza pública, en la certeza de que los pacíficos pagamos sus «defensores», al punto que el crimen organizado los convirtió en rehenes. El régimen debe aprender que la política de «apaciguamiento», jamás logró la paz; sólo estimuló al hampa, a exigir más, de modo progresivo. Nosotros debemos entender que si queremos democracia, debemos prepararnos para la guerra.

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Orlando Amores Terán

No puede el régimen prohibir que use un arma, para precautelar mi vida, mi familia y mis bienes. ¿Acaso el derecho humano a la vida de un corrupto, de un saqueador o de un fanático comunista, está por encima de mi derecho humano a protegerme a mi mismo, a mi familia y a mis bienes?

¿Por respeto a los DDHH de los criminales, debo dejarme robar, agredir, matar? De lo ocurrido en el paro, el 90% de ciudadanos que sufrimos en absoluta indefensión, los saqueos, asaltos, incendios y vejámenes, llegamos a la conclusión: ¡palo y machete! Debemos apoyar a la Policía que está asediada por leyes de protección de DDHH de los violentos, que en cambio pueden vulnerar los DDHH de los pacíficos.

Tenemos que respaldar a FFAA, acosada con amenaza de juicios por lesa humanidad, por parte de los aliados del narco-comunismo, para limitar su acción, al momento de preservar la seguridad, de la arremetida narco-guerrillera. Vimos cómo se destruye a la fuerza pública, cuando las leyes diseñadas por delincuentes, para favorecer el delito, les impide utilizar sus armas letales, en defensa de la democracia.

Observamos cómo la narco-guerrilla se ensañó con la fuerza pública, en la certeza de que los pacíficos pagamos sus «defensores», al punto que el crimen organizado los convirtió en rehenes. El régimen debe aprender que la política de «apaciguamiento», jamás logró la paz; sólo estimuló al hampa, a exigir más, de modo progresivo. Nosotros debemos entender que si queremos democracia, debemos prepararnos para la guerra.

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