Loor a los artesanos

POR: Germánico Solis

El 05 de noviembre d 1955 se promulga la Ley de Defensa del Artesano. La ley ampara derechos como el seguro social artesano, beneficios en la compra de artículos para sus actividades, exoneraciones contempladas en la Ley de Fomento Artesanal, de los impuestos a la renta del capital con el concurso del trabajo y adicionales de dicho impuesto. Exoneración del impuesto a los capitales en giro y del impuesto al valor agregado. La importación en los términos más favorables que establezca la ley de materiales e implementos de trabajo. Otros beneficios son la concesión de préstamos a largo plazo y con intereses preferenciales a través del Banco del Estado y de la banca privada.

Los artesanos son parte de la Junta Nacional de Defensa del Artesano que agrupa y califica a decenas de oficios practicados manualmente y que transforman la materia prima destinada a la producción de bienes y servicios, muchos oficios se realizan con la ayuda de máquinas, equipos o herramientas. Los artesanos componen un alto porcentaje del sector productivo del país. Por lo regular el artesano ocupa su vivienda para desarrollar sus actividades, sin horario y sumando la fuerza de trabajo de su familia, aunque muchas de las actividades tienen operarios y aprendices.

Se considera al sector artesanal como el motor de la economía nacional, sin embargo, hay deducciones que se limitarán ciertos derechos que ocasionarían perjuicios a este importante sector. Las conquistas no han sido fáciles y son producto de incontables luchas, incluso a costa de vidas, como se recuerda esa triste página de la historia de los trabajadores cuando fueron masacrados el 15 de noviembre de 1922 en Guayaquil cientos de obreros y luego arrojados al río. En esa gran marcha participaron carpinteros, zapateros, estibadores, trabajadores de los astilleros.

Artesanos Unidos celebró en Ibarra la promulgación de la ley que rige desde hace 66 años. El acto solemne fue propicio para entregar reconocimientos a personalidades destacadas en los diferentes gremios y que llegaron incluso de otras provincias. Los dirigentes locales evocaron la fecha con el compromiso de seguir aportando al desarrollo del país.

POR: Germánico Solis

El 05 de noviembre d 1955 se promulga la Ley de Defensa del Artesano. La ley ampara derechos como el seguro social artesano, beneficios en la compra de artículos para sus actividades, exoneraciones contempladas en la Ley de Fomento Artesanal, de los impuestos a la renta del capital con el concurso del trabajo y adicionales de dicho impuesto. Exoneración del impuesto a los capitales en giro y del impuesto al valor agregado. La importación en los términos más favorables que establezca la ley de materiales e implementos de trabajo. Otros beneficios son la concesión de préstamos a largo plazo y con intereses preferenciales a través del Banco del Estado y de la banca privada.

Los artesanos son parte de la Junta Nacional de Defensa del Artesano que agrupa y califica a decenas de oficios practicados manualmente y que transforman la materia prima destinada a la producción de bienes y servicios, muchos oficios se realizan con la ayuda de máquinas, equipos o herramientas. Los artesanos componen un alto porcentaje del sector productivo del país. Por lo regular el artesano ocupa su vivienda para desarrollar sus actividades, sin horario y sumando la fuerza de trabajo de su familia, aunque muchas de las actividades tienen operarios y aprendices.

Se considera al sector artesanal como el motor de la economía nacional, sin embargo, hay deducciones que se limitarán ciertos derechos que ocasionarían perjuicios a este importante sector. Las conquistas no han sido fáciles y son producto de incontables luchas, incluso a costa de vidas, como se recuerda esa triste página de la historia de los trabajadores cuando fueron masacrados el 15 de noviembre de 1922 en Guayaquil cientos de obreros y luego arrojados al río. En esa gran marcha participaron carpinteros, zapateros, estibadores, trabajadores de los astilleros.

Artesanos Unidos celebró en Ibarra la promulgación de la ley que rige desde hace 66 años. El acto solemne fue propicio para entregar reconocimientos a personalidades destacadas en los diferentes gremios y que llegaron incluso de otras provincias. Los dirigentes locales evocaron la fecha con el compromiso de seguir aportando al desarrollo del país.

POR: Germánico Solis

El 05 de noviembre d 1955 se promulga la Ley de Defensa del Artesano. La ley ampara derechos como el seguro social artesano, beneficios en la compra de artículos para sus actividades, exoneraciones contempladas en la Ley de Fomento Artesanal, de los impuestos a la renta del capital con el concurso del trabajo y adicionales de dicho impuesto. Exoneración del impuesto a los capitales en giro y del impuesto al valor agregado. La importación en los términos más favorables que establezca la ley de materiales e implementos de trabajo. Otros beneficios son la concesión de préstamos a largo plazo y con intereses preferenciales a través del Banco del Estado y de la banca privada.

Los artesanos son parte de la Junta Nacional de Defensa del Artesano que agrupa y califica a decenas de oficios practicados manualmente y que transforman la materia prima destinada a la producción de bienes y servicios, muchos oficios se realizan con la ayuda de máquinas, equipos o herramientas. Los artesanos componen un alto porcentaje del sector productivo del país. Por lo regular el artesano ocupa su vivienda para desarrollar sus actividades, sin horario y sumando la fuerza de trabajo de su familia, aunque muchas de las actividades tienen operarios y aprendices.

Se considera al sector artesanal como el motor de la economía nacional, sin embargo, hay deducciones que se limitarán ciertos derechos que ocasionarían perjuicios a este importante sector. Las conquistas no han sido fáciles y son producto de incontables luchas, incluso a costa de vidas, como se recuerda esa triste página de la historia de los trabajadores cuando fueron masacrados el 15 de noviembre de 1922 en Guayaquil cientos de obreros y luego arrojados al río. En esa gran marcha participaron carpinteros, zapateros, estibadores, trabajadores de los astilleros.

Artesanos Unidos celebró en Ibarra la promulgación de la ley que rige desde hace 66 años. El acto solemne fue propicio para entregar reconocimientos a personalidades destacadas en los diferentes gremios y que llegaron incluso de otras provincias. Los dirigentes locales evocaron la fecha con el compromiso de seguir aportando al desarrollo del país.

POR: Germánico Solis

El 05 de noviembre d 1955 se promulga la Ley de Defensa del Artesano. La ley ampara derechos como el seguro social artesano, beneficios en la compra de artículos para sus actividades, exoneraciones contempladas en la Ley de Fomento Artesanal, de los impuestos a la renta del capital con el concurso del trabajo y adicionales de dicho impuesto. Exoneración del impuesto a los capitales en giro y del impuesto al valor agregado. La importación en los términos más favorables que establezca la ley de materiales e implementos de trabajo. Otros beneficios son la concesión de préstamos a largo plazo y con intereses preferenciales a través del Banco del Estado y de la banca privada.

Los artesanos son parte de la Junta Nacional de Defensa del Artesano que agrupa y califica a decenas de oficios practicados manualmente y que transforman la materia prima destinada a la producción de bienes y servicios, muchos oficios se realizan con la ayuda de máquinas, equipos o herramientas. Los artesanos componen un alto porcentaje del sector productivo del país. Por lo regular el artesano ocupa su vivienda para desarrollar sus actividades, sin horario y sumando la fuerza de trabajo de su familia, aunque muchas de las actividades tienen operarios y aprendices.

Se considera al sector artesanal como el motor de la economía nacional, sin embargo, hay deducciones que se limitarán ciertos derechos que ocasionarían perjuicios a este importante sector. Las conquistas no han sido fáciles y son producto de incontables luchas, incluso a costa de vidas, como se recuerda esa triste página de la historia de los trabajadores cuando fueron masacrados el 15 de noviembre de 1922 en Guayaquil cientos de obreros y luego arrojados al río. En esa gran marcha participaron carpinteros, zapateros, estibadores, trabajadores de los astilleros.

Artesanos Unidos celebró en Ibarra la promulgación de la ley que rige desde hace 66 años. El acto solemne fue propicio para entregar reconocimientos a personalidades destacadas en los diferentes gremios y que llegaron incluso de otras provincias. Los dirigentes locales evocaron la fecha con el compromiso de seguir aportando al desarrollo del país.