¿Cuáles son las ventajas de la educación inicial?

DESARROLLO. Hasta los 4 años se sientan las bases de las capacidades cognitivas de los niños.
DESARROLLO. Hasta los 4 años se sientan las bases de las capacidades cognitivas de los niños.
DESARROLLO. Hasta los 4 años se sientan las bases de las capacidades cognitivas de los niños.
DESARROLLO. Hasta los 4 años se sientan las bases de las capacidades cognitivas de los niños.
DESARROLLO. Hasta los 4 años se sientan las bases de las capacidades cognitivas de los niños.
DESARROLLO. Hasta los 4 años se sientan las bases de las capacidades cognitivas de los niños.
DESARROLLO. Hasta los 4 años se sientan las bases de las capacidades cognitivas de los niños.
DESARROLLO. Hasta los 4 años se sientan las bases de las capacidades cognitivas de los niños.

Luz Loza tiene una hija de 2 años. “Mi hermana me dijo que ya debí inscribirla en el inicial, pero creo que está muy bebé”.

Aunque el Ministerio de Educación señala que cursar la educación inicial (EI) no es obligatorio, expertos consideran que sí es necesario.

La parvularia Ana Donoso señala que entre los primeros meses de vida hasta los 4 años (inicial 1 y 2) se sientan las bases de las capacidades cognitivas, sociales, emocionales y lingüísticas de un niño.

Carmita Ortega, administradora y docente de un centro educativo en Quito, dice que los pequeños que asisten a EI, desarrollan habilidades motrices y de lenguaje. “En un centro es más fácil determinar si un niño tiene problemas en el habla o de audición, a veces los padres lo pasan por alto”. Sin embargo, Ortega resalta que la EI no es un requisito para ingresar al primer año de educación general básica.

Ruth Sandoval, sicóloga, explica que con este tipo de aprendizaje los pequeños desarrollan su independencia y “a los niños que son hijos únicos les permite socializar”. Pese a esto, Sandoval reconoce que aquellos que no van al EIU también desarrollan estas facutades.

Estimular en casa
Las expertas recomiendan que la estimulación empiece desde casa más aún, cuando los padres deciden no inscribir en el inicial a sus hijos.

“La estimulación está en actividades cotidianas”, resalta Ortega, quien recomienda que mientras los padres hacen alguna actividad del hogar vayan enseñándole al menor sobre texturas, colores, formas o los números.

“Hay que introducir a los niños poco a poco a la escuela”, indica Donoso, quien recomienda que, pasados los 2 años, los pequeños tengan un cuaderno para colorear y otro para ‘garabatear’.

De igual manera, los niños podrían iniciarse en la escuela periódicamente; es decir, asistiendo dos días a la semana, luego tres y a los 4 años, la jornada completa (AVV).

Luz Loza tiene una hija de 2 años. “Mi hermana me dijo que ya debí inscribirla en el inicial, pero creo que está muy bebé”.

Aunque el Ministerio de Educación señala que cursar la educación inicial (EI) no es obligatorio, expertos consideran que sí es necesario.

La parvularia Ana Donoso señala que entre los primeros meses de vida hasta los 4 años (inicial 1 y 2) se sientan las bases de las capacidades cognitivas, sociales, emocionales y lingüísticas de un niño.

Carmita Ortega, administradora y docente de un centro educativo en Quito, dice que los pequeños que asisten a EI, desarrollan habilidades motrices y de lenguaje. “En un centro es más fácil determinar si un niño tiene problemas en el habla o de audición, a veces los padres lo pasan por alto”. Sin embargo, Ortega resalta que la EI no es un requisito para ingresar al primer año de educación general básica.

Ruth Sandoval, sicóloga, explica que con este tipo de aprendizaje los pequeños desarrollan su independencia y “a los niños que son hijos únicos les permite socializar”. Pese a esto, Sandoval reconoce que aquellos que no van al EIU también desarrollan estas facutades.

Estimular en casa
Las expertas recomiendan que la estimulación empiece desde casa más aún, cuando los padres deciden no inscribir en el inicial a sus hijos.

“La estimulación está en actividades cotidianas”, resalta Ortega, quien recomienda que mientras los padres hacen alguna actividad del hogar vayan enseñándole al menor sobre texturas, colores, formas o los números.

“Hay que introducir a los niños poco a poco a la escuela”, indica Donoso, quien recomienda que, pasados los 2 años, los pequeños tengan un cuaderno para colorear y otro para ‘garabatear’.

De igual manera, los niños podrían iniciarse en la escuela periódicamente; es decir, asistiendo dos días a la semana, luego tres y a los 4 años, la jornada completa (AVV).

Luz Loza tiene una hija de 2 años. “Mi hermana me dijo que ya debí inscribirla en el inicial, pero creo que está muy bebé”.

Aunque el Ministerio de Educación señala que cursar la educación inicial (EI) no es obligatorio, expertos consideran que sí es necesario.

La parvularia Ana Donoso señala que entre los primeros meses de vida hasta los 4 años (inicial 1 y 2) se sientan las bases de las capacidades cognitivas, sociales, emocionales y lingüísticas de un niño.

Carmita Ortega, administradora y docente de un centro educativo en Quito, dice que los pequeños que asisten a EI, desarrollan habilidades motrices y de lenguaje. “En un centro es más fácil determinar si un niño tiene problemas en el habla o de audición, a veces los padres lo pasan por alto”. Sin embargo, Ortega resalta que la EI no es un requisito para ingresar al primer año de educación general básica.

Ruth Sandoval, sicóloga, explica que con este tipo de aprendizaje los pequeños desarrollan su independencia y “a los niños que son hijos únicos les permite socializar”. Pese a esto, Sandoval reconoce que aquellos que no van al EIU también desarrollan estas facutades.

Estimular en casa
Las expertas recomiendan que la estimulación empiece desde casa más aún, cuando los padres deciden no inscribir en el inicial a sus hijos.

“La estimulación está en actividades cotidianas”, resalta Ortega, quien recomienda que mientras los padres hacen alguna actividad del hogar vayan enseñándole al menor sobre texturas, colores, formas o los números.

“Hay que introducir a los niños poco a poco a la escuela”, indica Donoso, quien recomienda que, pasados los 2 años, los pequeños tengan un cuaderno para colorear y otro para ‘garabatear’.

De igual manera, los niños podrían iniciarse en la escuela periódicamente; es decir, asistiendo dos días a la semana, luego tres y a los 4 años, la jornada completa (AVV).

Luz Loza tiene una hija de 2 años. “Mi hermana me dijo que ya debí inscribirla en el inicial, pero creo que está muy bebé”.

Aunque el Ministerio de Educación señala que cursar la educación inicial (EI) no es obligatorio, expertos consideran que sí es necesario.

La parvularia Ana Donoso señala que entre los primeros meses de vida hasta los 4 años (inicial 1 y 2) se sientan las bases de las capacidades cognitivas, sociales, emocionales y lingüísticas de un niño.

Carmita Ortega, administradora y docente de un centro educativo en Quito, dice que los pequeños que asisten a EI, desarrollan habilidades motrices y de lenguaje. “En un centro es más fácil determinar si un niño tiene problemas en el habla o de audición, a veces los padres lo pasan por alto”. Sin embargo, Ortega resalta que la EI no es un requisito para ingresar al primer año de educación general básica.

Ruth Sandoval, sicóloga, explica que con este tipo de aprendizaje los pequeños desarrollan su independencia y “a los niños que son hijos únicos les permite socializar”. Pese a esto, Sandoval reconoce que aquellos que no van al EIU también desarrollan estas facutades.

Estimular en casa
Las expertas recomiendan que la estimulación empiece desde casa más aún, cuando los padres deciden no inscribir en el inicial a sus hijos.

“La estimulación está en actividades cotidianas”, resalta Ortega, quien recomienda que mientras los padres hacen alguna actividad del hogar vayan enseñándole al menor sobre texturas, colores, formas o los números.

“Hay que introducir a los niños poco a poco a la escuela”, indica Donoso, quien recomienda que, pasados los 2 años, los pequeños tengan un cuaderno para colorear y otro para ‘garabatear’.

De igual manera, los niños podrían iniciarse en la escuela periódicamente; es decir, asistiendo dos días a la semana, luego tres y a los 4 años, la jornada completa (AVV).