Fue enterrada en réplica de su bebida favorita

Velorio. Los familiares de Tina Watson cumplieron con su última voluntad.
Velorio. Los familiares de Tina Watson cumplieron con su última voluntad.
Velorio. Los familiares de Tina Watson cumplieron con su última voluntad.
Velorio. Los familiares de Tina Watson cumplieron con su última voluntad.
Velorio. Los familiares de Tina Watson cumplieron con su última voluntad.
Velorio. Los familiares de Tina Watson cumplieron con su última voluntad.
Velorio. Los familiares de Tina Watson cumplieron con su última voluntad.
Velorio. Los familiares de Tina Watson cumplieron con su última voluntad.

Hay gustos y gustos que cada persona tiene y que pueden ser tan arraigados que quieren perennizarlo hasta más allá de la vida terrenal.

Una amante del té del Reino Unido hizo los arreglos para que su lugar de descanso final fuera un ataúd diseñado como una caja de su marca favorita, informa periodismo.com.

Tina Watson, de 73 años, cumplió su inusual última voluntad en su funeral el viernes en Leicester, cuando fue enterrada en un ataúd de té rojo Typhoo. La dama quería que “saborear” ese aroma que por tantos años le había acompañado en vida en varios de sus momentos clave.

Es por eso que la hija de Watson dijo que la mujer dio instrucciones específicas antes de su muerte, negándose a que su última morada sea un ataúd de madera standard.

“Quiero ser enterrada en un ataúd que se parece a una caja gigante de bolsitas de té”, dijo la anciana.

La solicitud era adecuada para la amante del té, que al parecer consumía hasta 40 tazas al día. “Es típico de mamá”, dijo su hija Debs Donovan. “Tenía un sentido del humor retorcido, y bebía alrededor de 30 o 40 tazas de té al día, todos los días”.

Los invitados vieron cómo el ataúd personalizado, que decía “Typhoo: Great British Tea since 1903”, llegó en un coche fúnebre al Crematorio Gilroes.

“Solo sé que mamá miraría hacia abajo y se reiría a carcajadas de su ataúd”, dijo su hija. Lo cierto es que a la dama le cumplieron su último deseo.

Hay gustos y gustos que cada persona tiene y que pueden ser tan arraigados que quieren perennizarlo hasta más allá de la vida terrenal.

Una amante del té del Reino Unido hizo los arreglos para que su lugar de descanso final fuera un ataúd diseñado como una caja de su marca favorita, informa periodismo.com.

Tina Watson, de 73 años, cumplió su inusual última voluntad en su funeral el viernes en Leicester, cuando fue enterrada en un ataúd de té rojo Typhoo. La dama quería que “saborear” ese aroma que por tantos años le había acompañado en vida en varios de sus momentos clave.

Es por eso que la hija de Watson dijo que la mujer dio instrucciones específicas antes de su muerte, negándose a que su última morada sea un ataúd de madera standard.

“Quiero ser enterrada en un ataúd que se parece a una caja gigante de bolsitas de té”, dijo la anciana.

La solicitud era adecuada para la amante del té, que al parecer consumía hasta 40 tazas al día. “Es típico de mamá”, dijo su hija Debs Donovan. “Tenía un sentido del humor retorcido, y bebía alrededor de 30 o 40 tazas de té al día, todos los días”.

Los invitados vieron cómo el ataúd personalizado, que decía “Typhoo: Great British Tea since 1903”, llegó en un coche fúnebre al Crematorio Gilroes.

“Solo sé que mamá miraría hacia abajo y se reiría a carcajadas de su ataúd”, dijo su hija. Lo cierto es que a la dama le cumplieron su último deseo.

Hay gustos y gustos que cada persona tiene y que pueden ser tan arraigados que quieren perennizarlo hasta más allá de la vida terrenal.

Una amante del té del Reino Unido hizo los arreglos para que su lugar de descanso final fuera un ataúd diseñado como una caja de su marca favorita, informa periodismo.com.

Tina Watson, de 73 años, cumplió su inusual última voluntad en su funeral el viernes en Leicester, cuando fue enterrada en un ataúd de té rojo Typhoo. La dama quería que “saborear” ese aroma que por tantos años le había acompañado en vida en varios de sus momentos clave.

Es por eso que la hija de Watson dijo que la mujer dio instrucciones específicas antes de su muerte, negándose a que su última morada sea un ataúd de madera standard.

“Quiero ser enterrada en un ataúd que se parece a una caja gigante de bolsitas de té”, dijo la anciana.

La solicitud era adecuada para la amante del té, que al parecer consumía hasta 40 tazas al día. “Es típico de mamá”, dijo su hija Debs Donovan. “Tenía un sentido del humor retorcido, y bebía alrededor de 30 o 40 tazas de té al día, todos los días”.

Los invitados vieron cómo el ataúd personalizado, que decía “Typhoo: Great British Tea since 1903”, llegó en un coche fúnebre al Crematorio Gilroes.

“Solo sé que mamá miraría hacia abajo y se reiría a carcajadas de su ataúd”, dijo su hija. Lo cierto es que a la dama le cumplieron su último deseo.

Hay gustos y gustos que cada persona tiene y que pueden ser tan arraigados que quieren perennizarlo hasta más allá de la vida terrenal.

Una amante del té del Reino Unido hizo los arreglos para que su lugar de descanso final fuera un ataúd diseñado como una caja de su marca favorita, informa periodismo.com.

Tina Watson, de 73 años, cumplió su inusual última voluntad en su funeral el viernes en Leicester, cuando fue enterrada en un ataúd de té rojo Typhoo. La dama quería que “saborear” ese aroma que por tantos años le había acompañado en vida en varios de sus momentos clave.

Es por eso que la hija de Watson dijo que la mujer dio instrucciones específicas antes de su muerte, negándose a que su última morada sea un ataúd de madera standard.

“Quiero ser enterrada en un ataúd que se parece a una caja gigante de bolsitas de té”, dijo la anciana.

La solicitud era adecuada para la amante del té, que al parecer consumía hasta 40 tazas al día. “Es típico de mamá”, dijo su hija Debs Donovan. “Tenía un sentido del humor retorcido, y bebía alrededor de 30 o 40 tazas de té al día, todos los días”.

Los invitados vieron cómo el ataúd personalizado, que decía “Typhoo: Great British Tea since 1903”, llegó en un coche fúnebre al Crematorio Gilroes.

“Solo sé que mamá miraría hacia abajo y se reiría a carcajadas de su ataúd”, dijo su hija. Lo cierto es que a la dama le cumplieron su último deseo.