A propósito de una grata reunión en donde tuve la oportunidad de compartir con empresarios y personajes de gran valía topamos algunos temas muy interesantes entre ellos el éxito de las personas y como la sociedad te puede juzgar para bien o la mayoría de las veces para mal y precisamente tomamos el ejemplo del futbolista Antonio Valencia y su regreso al fútbol ecuatoriano que no ha sido nada auspicioso, pero analizando a profundidad la sociedad ecuatoriana lo ha condenado de tal forma que su imagen se ha visto de cierta forma afectada olvidando todo lo que ha aportado a nuestro deporte siendo un embajador de altura y en una liga muy competitiva como la inglesa, de hecho las críticas han pasado por su juego supuestamente brusco propio del nivel profesional del que proviene, la sociedad, la prensa y los propios futbolistas han sido injustos con Valencia y llegamos a la conclusión en esta reunión que todo se resume en una frase; “Lo único que no se le perdona al hombre es el éxito” y aunque suene un poco trillado es real, incluso a nivel empresarial las personas que llegan a tener éxito y fortuna muchas veces son criticadas y calumniadas hasta generar suspicacias de la proveniencia del dinero, pues así somos, “hay gente que quiere que te vaya bien, pero no mejor que ellos” el éxito muchas veces no se perdona y las personas con éxito en la vida tienen enemigos así suene ilógico, y la verdad es que nos debería alegrar que la gente obtenga triunfos, que puedan superarse, que logren objetivos que puedan viajar, comprarse un bien y en general que disfruten de sus ganancias como deseen pero la envidia es una de las principales causas de infelicidad de las personas, aunque sea parte de la naturaleza del hombre la idea es que ese sentimiento no predomine sobre nuestras vidas, es por ello muy importante trabajar en la actitud, en apreciar lo que tenemos y es que probablemente somos mas afortunados que el vecino y no sabemos valorarlo, cuando entendamos el verdadero concepto del éxito podremos ser felices, como dice Ismael Cala en uno de sus artículos, “el secreto es encontrar lo que le sirve a cada uno y no tratar de imitar un concepto de éxito que le funciona a otra persona”.
A propósito de una grata reunión en donde tuve la oportunidad de compartir con empresarios y personajes de gran valía topamos algunos temas muy interesantes entre ellos el éxito de las personas y como la sociedad te puede juzgar para bien o la mayoría de las veces para mal y precisamente tomamos el ejemplo del futbolista Antonio Valencia y su regreso al fútbol ecuatoriano que no ha sido nada auspicioso, pero analizando a profundidad la sociedad ecuatoriana lo ha condenado de tal forma que su imagen se ha visto de cierta forma afectada olvidando todo lo que ha aportado a nuestro deporte siendo un embajador de altura y en una liga muy competitiva como la inglesa, de hecho las críticas han pasado por su juego supuestamente brusco propio del nivel profesional del que proviene, la sociedad, la prensa y los propios futbolistas han sido injustos con Valencia y llegamos a la conclusión en esta reunión que todo se resume en una frase; “Lo único que no se le perdona al hombre es el éxito” y aunque suene un poco trillado es real, incluso a nivel empresarial las personas que llegan a tener éxito y fortuna muchas veces son criticadas y calumniadas hasta generar suspicacias de la proveniencia del dinero, pues así somos, “hay gente que quiere que te vaya bien, pero no mejor que ellos” el éxito muchas veces no se perdona y las personas con éxito en la vida tienen enemigos así suene ilógico, y la verdad es que nos debería alegrar que la gente obtenga triunfos, que puedan superarse, que logren objetivos que puedan viajar, comprarse un bien y en general que disfruten de sus ganancias como deseen pero la envidia es una de las principales causas de infelicidad de las personas, aunque sea parte de la naturaleza del hombre la idea es que ese sentimiento no predomine sobre nuestras vidas, es por ello muy importante trabajar en la actitud, en apreciar lo que tenemos y es que probablemente somos mas afortunados que el vecino y no sabemos valorarlo, cuando entendamos el verdadero concepto del éxito podremos ser felices, como dice Ismael Cala en uno de sus artículos, “el secreto es encontrar lo que le sirve a cada uno y no tratar de imitar un concepto de éxito que le funciona a otra persona”.
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