La dimisión de Evo

Luis Muñoz Muñoz

Ante la extrema gravedad del enfrentamiento social en Bolivia, por las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales, celebradas el pasado 20 de octubre, en ese país andino, y luego por el pronunciamiento de la OEA, que informó irregularidades en el proceso eleccionario, no le quedó otra alternativa al presidente de Bolivia, Evo Morales, que dimitir y dejar el poder que ha ejercido por más de 13 años, también renunció el vicepresidente, Álvaro García Linera, el Presidente del Senado y otros altos funcionarios gubernamentales.

En este sentido, de acuerdo a la Constitución boliviana, asumió interinamente el mando la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez.

La decisión de la Policía y de los militares de retirarle el apoyo a Morales y pedirle que renuncie a la presidencia fue clave, para su dimisión, uno de sus principales actores fue el jefe del Ejército, Williams Kaliman. El Presidente de Bolivia ejercía el poder desde 2006, y al dimitir la jefatura del Estado, enfatizó que ha sido víctima de un “golpe cívico, político y policial”.

La solución a la crisis boliviana debe observar el más estricto respeto a la legalidad de las normas constitucionales vigentes, dejando atrás el autoritarismo, para retornar a un régimen de derecho que es el sentir mayoritario del pueblo, sin pretender ”pescar a río revuelto”, ni aprovecharse de la situación con soluciones improvisadas que favorezcan grupos privilegiados, particulares o políticos y no a la colectividad, porque la lucha sería estéril, hay que actuar con diligencia e inteligencia para fortalecer la democracia y la institucionalidad del país. (O)

[email protected]

Luis Muñoz Muñoz

Ante la extrema gravedad del enfrentamiento social en Bolivia, por las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales, celebradas el pasado 20 de octubre, en ese país andino, y luego por el pronunciamiento de la OEA, que informó irregularidades en el proceso eleccionario, no le quedó otra alternativa al presidente de Bolivia, Evo Morales, que dimitir y dejar el poder que ha ejercido por más de 13 años, también renunció el vicepresidente, Álvaro García Linera, el Presidente del Senado y otros altos funcionarios gubernamentales.

En este sentido, de acuerdo a la Constitución boliviana, asumió interinamente el mando la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez.

La decisión de la Policía y de los militares de retirarle el apoyo a Morales y pedirle que renuncie a la presidencia fue clave, para su dimisión, uno de sus principales actores fue el jefe del Ejército, Williams Kaliman. El Presidente de Bolivia ejercía el poder desde 2006, y al dimitir la jefatura del Estado, enfatizó que ha sido víctima de un “golpe cívico, político y policial”.

La solución a la crisis boliviana debe observar el más estricto respeto a la legalidad de las normas constitucionales vigentes, dejando atrás el autoritarismo, para retornar a un régimen de derecho que es el sentir mayoritario del pueblo, sin pretender ”pescar a río revuelto”, ni aprovecharse de la situación con soluciones improvisadas que favorezcan grupos privilegiados, particulares o políticos y no a la colectividad, porque la lucha sería estéril, hay que actuar con diligencia e inteligencia para fortalecer la democracia y la institucionalidad del país. (O)

[email protected]

Luis Muñoz Muñoz

Ante la extrema gravedad del enfrentamiento social en Bolivia, por las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales, celebradas el pasado 20 de octubre, en ese país andino, y luego por el pronunciamiento de la OEA, que informó irregularidades en el proceso eleccionario, no le quedó otra alternativa al presidente de Bolivia, Evo Morales, que dimitir y dejar el poder que ha ejercido por más de 13 años, también renunció el vicepresidente, Álvaro García Linera, el Presidente del Senado y otros altos funcionarios gubernamentales.

En este sentido, de acuerdo a la Constitución boliviana, asumió interinamente el mando la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez.

La decisión de la Policía y de los militares de retirarle el apoyo a Morales y pedirle que renuncie a la presidencia fue clave, para su dimisión, uno de sus principales actores fue el jefe del Ejército, Williams Kaliman. El Presidente de Bolivia ejercía el poder desde 2006, y al dimitir la jefatura del Estado, enfatizó que ha sido víctima de un “golpe cívico, político y policial”.

La solución a la crisis boliviana debe observar el más estricto respeto a la legalidad de las normas constitucionales vigentes, dejando atrás el autoritarismo, para retornar a un régimen de derecho que es el sentir mayoritario del pueblo, sin pretender ”pescar a río revuelto”, ni aprovecharse de la situación con soluciones improvisadas que favorezcan grupos privilegiados, particulares o políticos y no a la colectividad, porque la lucha sería estéril, hay que actuar con diligencia e inteligencia para fortalecer la democracia y la institucionalidad del país. (O)

[email protected]

Luis Muñoz Muñoz

Ante la extrema gravedad del enfrentamiento social en Bolivia, por las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales, celebradas el pasado 20 de octubre, en ese país andino, y luego por el pronunciamiento de la OEA, que informó irregularidades en el proceso eleccionario, no le quedó otra alternativa al presidente de Bolivia, Evo Morales, que dimitir y dejar el poder que ha ejercido por más de 13 años, también renunció el vicepresidente, Álvaro García Linera, el Presidente del Senado y otros altos funcionarios gubernamentales.

En este sentido, de acuerdo a la Constitución boliviana, asumió interinamente el mando la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez.

La decisión de la Policía y de los militares de retirarle el apoyo a Morales y pedirle que renuncie a la presidencia fue clave, para su dimisión, uno de sus principales actores fue el jefe del Ejército, Williams Kaliman. El Presidente de Bolivia ejercía el poder desde 2006, y al dimitir la jefatura del Estado, enfatizó que ha sido víctima de un “golpe cívico, político y policial”.

La solución a la crisis boliviana debe observar el más estricto respeto a la legalidad de las normas constitucionales vigentes, dejando atrás el autoritarismo, para retornar a un régimen de derecho que es el sentir mayoritario del pueblo, sin pretender ”pescar a río revuelto”, ni aprovecharse de la situación con soluciones improvisadas que favorezcan grupos privilegiados, particulares o políticos y no a la colectividad, porque la lucha sería estéril, hay que actuar con diligencia e inteligencia para fortalecer la democracia y la institucionalidad del país. (O)

[email protected]