Interculturalidad

POR: Germánico Solis

En estos tiempos son habituales los términos interculturalidad, interétnico, nacionalidad. Poco a poco se han familiarizado, permitiendo razonar de mejor manera los procesos de integración cultural. Independiente de la academia, sino, como sinergia para interpretar las relaciones entre grupos sociales.

La interculturalidad es un procedimiento de interacción entre personas y grupos con identidades culturales específicas. El principio es la igualdad de derechos, sin menos cavar las particularidades de cada grupo, no se permite tampoco que una persona o grupo asuma supremacía sobre el otro. La interculturalidad se empeña en correlación del razonamiento, la palabra, el diálogo, la concertación, el ordenamiento de las cosas, traer la identidad, cosas diversas o intenciones diferentes para alcanzar una adecuada integración, convivencia y acuerdos favorables entre las culturas.

Un apunte guardado dice: “Las relaciones interculturales son posibles en el marco del respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo; sin embargo, no es un proceso exento de conflictos. Estos pueden resolverse mediante el respeto, la generación de contextos de horizontalidad para la comunicación, el diálogo, la escucha mutua, el acceso equitativo y oportuno a la información pertinente, la búsqueda de la concertación…”.

Sociológicamente la interculturalidad no hace referencia solamente a la interacción que se da en una determinada área geográfica, sino a todas y cada una de las diferencias. Cada persona o sector tiene concepciones muy particulares de la cultura, pero coincidentes en el abandono de las políticas públicas, la existencia de sociedades en las que las clases sociales reconocen como determinante las distinciones económicas. Una de las maneras de enraizar la interculturalidad es promocionando los valores y el respeto a la diversidad.

Sería interesante debatir las relaciones interculturales en nuestra territorialidad, donde hay nacionalidades, etnias negras, mestizas, indígenas, “blancas”, cholas y montubias. Los estudiosos inculcan valores para desarrollar sociedades democráticas, integradas, donde la armonía sea un fundamento de la interacción social.

POR: Germánico Solis

En estos tiempos son habituales los términos interculturalidad, interétnico, nacionalidad. Poco a poco se han familiarizado, permitiendo razonar de mejor manera los procesos de integración cultural. Independiente de la academia, sino, como sinergia para interpretar las relaciones entre grupos sociales.

La interculturalidad es un procedimiento de interacción entre personas y grupos con identidades culturales específicas. El principio es la igualdad de derechos, sin menos cavar las particularidades de cada grupo, no se permite tampoco que una persona o grupo asuma supremacía sobre el otro. La interculturalidad se empeña en correlación del razonamiento, la palabra, el diálogo, la concertación, el ordenamiento de las cosas, traer la identidad, cosas diversas o intenciones diferentes para alcanzar una adecuada integración, convivencia y acuerdos favorables entre las culturas.

Un apunte guardado dice: “Las relaciones interculturales son posibles en el marco del respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo; sin embargo, no es un proceso exento de conflictos. Estos pueden resolverse mediante el respeto, la generación de contextos de horizontalidad para la comunicación, el diálogo, la escucha mutua, el acceso equitativo y oportuno a la información pertinente, la búsqueda de la concertación…”.

Sociológicamente la interculturalidad no hace referencia solamente a la interacción que se da en una determinada área geográfica, sino a todas y cada una de las diferencias. Cada persona o sector tiene concepciones muy particulares de la cultura, pero coincidentes en el abandono de las políticas públicas, la existencia de sociedades en las que las clases sociales reconocen como determinante las distinciones económicas. Una de las maneras de enraizar la interculturalidad es promocionando los valores y el respeto a la diversidad.

Sería interesante debatir las relaciones interculturales en nuestra territorialidad, donde hay nacionalidades, etnias negras, mestizas, indígenas, “blancas”, cholas y montubias. Los estudiosos inculcan valores para desarrollar sociedades democráticas, integradas, donde la armonía sea un fundamento de la interacción social.

POR: Germánico Solis

En estos tiempos son habituales los términos interculturalidad, interétnico, nacionalidad. Poco a poco se han familiarizado, permitiendo razonar de mejor manera los procesos de integración cultural. Independiente de la academia, sino, como sinergia para interpretar las relaciones entre grupos sociales.

La interculturalidad es un procedimiento de interacción entre personas y grupos con identidades culturales específicas. El principio es la igualdad de derechos, sin menos cavar las particularidades de cada grupo, no se permite tampoco que una persona o grupo asuma supremacía sobre el otro. La interculturalidad se empeña en correlación del razonamiento, la palabra, el diálogo, la concertación, el ordenamiento de las cosas, traer la identidad, cosas diversas o intenciones diferentes para alcanzar una adecuada integración, convivencia y acuerdos favorables entre las culturas.

Un apunte guardado dice: “Las relaciones interculturales son posibles en el marco del respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo; sin embargo, no es un proceso exento de conflictos. Estos pueden resolverse mediante el respeto, la generación de contextos de horizontalidad para la comunicación, el diálogo, la escucha mutua, el acceso equitativo y oportuno a la información pertinente, la búsqueda de la concertación…”.

Sociológicamente la interculturalidad no hace referencia solamente a la interacción que se da en una determinada área geográfica, sino a todas y cada una de las diferencias. Cada persona o sector tiene concepciones muy particulares de la cultura, pero coincidentes en el abandono de las políticas públicas, la existencia de sociedades en las que las clases sociales reconocen como determinante las distinciones económicas. Una de las maneras de enraizar la interculturalidad es promocionando los valores y el respeto a la diversidad.

Sería interesante debatir las relaciones interculturales en nuestra territorialidad, donde hay nacionalidades, etnias negras, mestizas, indígenas, “blancas”, cholas y montubias. Los estudiosos inculcan valores para desarrollar sociedades democráticas, integradas, donde la armonía sea un fundamento de la interacción social.

POR: Germánico Solis

En estos tiempos son habituales los términos interculturalidad, interétnico, nacionalidad. Poco a poco se han familiarizado, permitiendo razonar de mejor manera los procesos de integración cultural. Independiente de la academia, sino, como sinergia para interpretar las relaciones entre grupos sociales.

La interculturalidad es un procedimiento de interacción entre personas y grupos con identidades culturales específicas. El principio es la igualdad de derechos, sin menos cavar las particularidades de cada grupo, no se permite tampoco que una persona o grupo asuma supremacía sobre el otro. La interculturalidad se empeña en correlación del razonamiento, la palabra, el diálogo, la concertación, el ordenamiento de las cosas, traer la identidad, cosas diversas o intenciones diferentes para alcanzar una adecuada integración, convivencia y acuerdos favorables entre las culturas.

Un apunte guardado dice: “Las relaciones interculturales son posibles en el marco del respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo; sin embargo, no es un proceso exento de conflictos. Estos pueden resolverse mediante el respeto, la generación de contextos de horizontalidad para la comunicación, el diálogo, la escucha mutua, el acceso equitativo y oportuno a la información pertinente, la búsqueda de la concertación…”.

Sociológicamente la interculturalidad no hace referencia solamente a la interacción que se da en una determinada área geográfica, sino a todas y cada una de las diferencias. Cada persona o sector tiene concepciones muy particulares de la cultura, pero coincidentes en el abandono de las políticas públicas, la existencia de sociedades en las que las clases sociales reconocen como determinante las distinciones económicas. Una de las maneras de enraizar la interculturalidad es promocionando los valores y el respeto a la diversidad.

Sería interesante debatir las relaciones interculturales en nuestra territorialidad, donde hay nacionalidades, etnias negras, mestizas, indígenas, “blancas”, cholas y montubias. Los estudiosos inculcan valores para desarrollar sociedades democráticas, integradas, donde la armonía sea un fundamento de la interacción social.