Ecuador necesita un pacto para priorizar el gasto público

COMISIÓN. La Mesa de Desarrollo Económico se ha encargado del informe.
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Ante los problemas de liquidez del Gobierno, con un hueco fiscal (gastos más que ingresos) de más de 6.000 millones de dólares para 2020, es imperativo que todos los sectores de la sociedad participen en un pacto tributario y productivo, como propone Santiago García, economista y docente de la Universidad Central.

El objetivo de ese pacto es, en primer lugar, establecer las prioridades que debe tener el gasto público; es decir, a dónde debe ir el dinero que se genera por el esfuerzo de los ciudadanos y empresas (vía impuestos) y la explotación de nuestros recursos naturales.

En segundo lugar, los ecuatorianos también debemos ponernos de acuerdo sobre cómo generar nuevos ingresos estatales y qué gastos no podemos seguir manteniendo, porque son “altamente improductivos”, según el criterio de Pablo Lucio Paredes, decano de la Escuela de Economía de la Universidad San Francisco.

“Hay mucho gasto improductivo en el Estado y debemos eliminar las cosas que no son productivas. Cuando vamos a una oficina pública sabemos que hay una cantidad de cosas inútiles, entre controles de una cosa y trámites de otra cosa”, cuestionó.

En este sentido, Lucio Paredes Ecuador lamentó que, en los momentos actuales, el Ecuador ha caído en una situación de bloqueo donde “cada uno se ha puesto en su esquina y no encontramos espacio para acuerdos. Este es un país sin espacios de diálogo”, acotó.

Educación y Bienestar Social
Marco Naranjo, analista económico y académico de la Universidad Politécnica, explicó que uno de los gastos más improductivo y que beneficia en un 60% a los sectores con más ingresos, es el subsidio a los combustibles.

EL DATO
En 2020 se necesitarán, al menos, 6.664 millones de dólares de nueva deuda para cubrir la brecha entre más gastos que ingresos.“Tenemos no solo que focalizar ese subsidio, sino focalizar el gasto. Según un estudio muy interesante de la Politécnica, si crece en 10% el gasto en Educación, el Producto Interno Bruto (PIB) crece en 2%. Si aumenta en 10% el gasto en Bienestar Social (incluida Salud), el PIB sube en el 2,6%. Sin embargo, si los recursos van más a Defensa decrece el PIB y aumenta las importaciones”, puntualizó.

Naranjo, en este contexto, afirmó que desde la academia sí se propuso al Gobierno, desde algún tiempo, todo un sistema de focalización de los subsidios de los combustibles. Uno viable. Este comprendía el cobro del valor real de la gasolina Extra, según las condiciones económicas, y utilizar esos ingresos extraordinarios para financiar el consumo del diésel para que no suba el pasaje del transporte público.

Otro de los consensos que debe alcanzar la sociedad es cómo tratar los pagos por deuda pública, que entre intereses y amortizaciones, representan cada año el 8% del PIB; o sea, más de 8.000 millones de dólares.

Más ingresos, pero no cualquiera
La Asamblea tramita una nueva Reforma Tributaria, que generará una recaudación adicional de entre 620 y 670 millones en los próximos dos años. Representa apenas el 10% del hueco de financiamiento que debe enfrentar el Gobierno.

Según Napoleón Santamaría, analista tributario, el proyecto del Ejecutivo es un paso en la dirección correcta, pero son acciones parche, lo que la convierte en una iniciativa placebo que no va al fondo de las reformas que se necesitan para generar mayores ingresos.

Sin embargo, a costa de obtener más dinero, tampoco se puede caer en medidas que solo son recaudatorias y que dañan a la economía. Un ejemplo, muy recurrido durante la década correísta, es el aumento de las salvaguardias y las tasas de importación y exportación.

“Las salvaguardias provocaron aumento en los precios, caída de la producción y aumento del desempleo. Lo único que mejoró fue mayor recaudación para el modelo populista económico”, concluyó Naranjo. (JS)

Ante los problemas de liquidez del Gobierno, con un hueco fiscal (gastos más que ingresos) de más de 6.000 millones de dólares para 2020, es imperativo que todos los sectores de la sociedad participen en un pacto tributario y productivo, como propone Santiago García, economista y docente de la Universidad Central.

El objetivo de ese pacto es, en primer lugar, establecer las prioridades que debe tener el gasto público; es decir, a dónde debe ir el dinero que se genera por el esfuerzo de los ciudadanos y empresas (vía impuestos) y la explotación de nuestros recursos naturales.

En segundo lugar, los ecuatorianos también debemos ponernos de acuerdo sobre cómo generar nuevos ingresos estatales y qué gastos no podemos seguir manteniendo, porque son “altamente improductivos”, según el criterio de Pablo Lucio Paredes, decano de la Escuela de Economía de la Universidad San Francisco.

“Hay mucho gasto improductivo en el Estado y debemos eliminar las cosas que no son productivas. Cuando vamos a una oficina pública sabemos que hay una cantidad de cosas inútiles, entre controles de una cosa y trámites de otra cosa”, cuestionó.

En este sentido, Lucio Paredes Ecuador lamentó que, en los momentos actuales, el Ecuador ha caído en una situación de bloqueo donde “cada uno se ha puesto en su esquina y no encontramos espacio para acuerdos. Este es un país sin espacios de diálogo”, acotó.

Educación y Bienestar Social
Marco Naranjo, analista económico y académico de la Universidad Politécnica, explicó que uno de los gastos más improductivo y que beneficia en un 60% a los sectores con más ingresos, es el subsidio a los combustibles.

EL DATO
En 2020 se necesitarán, al menos, 6.664 millones de dólares de nueva deuda para cubrir la brecha entre más gastos que ingresos.“Tenemos no solo que focalizar ese subsidio, sino focalizar el gasto. Según un estudio muy interesante de la Politécnica, si crece en 10% el gasto en Educación, el Producto Interno Bruto (PIB) crece en 2%. Si aumenta en 10% el gasto en Bienestar Social (incluida Salud), el PIB sube en el 2,6%. Sin embargo, si los recursos van más a Defensa decrece el PIB y aumenta las importaciones”, puntualizó.

Naranjo, en este contexto, afirmó que desde la academia sí se propuso al Gobierno, desde algún tiempo, todo un sistema de focalización de los subsidios de los combustibles. Uno viable. Este comprendía el cobro del valor real de la gasolina Extra, según las condiciones económicas, y utilizar esos ingresos extraordinarios para financiar el consumo del diésel para que no suba el pasaje del transporte público.

Otro de los consensos que debe alcanzar la sociedad es cómo tratar los pagos por deuda pública, que entre intereses y amortizaciones, representan cada año el 8% del PIB; o sea, más de 8.000 millones de dólares.

Más ingresos, pero no cualquiera
La Asamblea tramita una nueva Reforma Tributaria, que generará una recaudación adicional de entre 620 y 670 millones en los próximos dos años. Representa apenas el 10% del hueco de financiamiento que debe enfrentar el Gobierno.

Según Napoleón Santamaría, analista tributario, el proyecto del Ejecutivo es un paso en la dirección correcta, pero son acciones parche, lo que la convierte en una iniciativa placebo que no va al fondo de las reformas que se necesitan para generar mayores ingresos.

Sin embargo, a costa de obtener más dinero, tampoco se puede caer en medidas que solo son recaudatorias y que dañan a la economía. Un ejemplo, muy recurrido durante la década correísta, es el aumento de las salvaguardias y las tasas de importación y exportación.

“Las salvaguardias provocaron aumento en los precios, caída de la producción y aumento del desempleo. Lo único que mejoró fue mayor recaudación para el modelo populista económico”, concluyó Naranjo. (JS)

Ante los problemas de liquidez del Gobierno, con un hueco fiscal (gastos más que ingresos) de más de 6.000 millones de dólares para 2020, es imperativo que todos los sectores de la sociedad participen en un pacto tributario y productivo, como propone Santiago García, economista y docente de la Universidad Central.

El objetivo de ese pacto es, en primer lugar, establecer las prioridades que debe tener el gasto público; es decir, a dónde debe ir el dinero que se genera por el esfuerzo de los ciudadanos y empresas (vía impuestos) y la explotación de nuestros recursos naturales.

En segundo lugar, los ecuatorianos también debemos ponernos de acuerdo sobre cómo generar nuevos ingresos estatales y qué gastos no podemos seguir manteniendo, porque son “altamente improductivos”, según el criterio de Pablo Lucio Paredes, decano de la Escuela de Economía de la Universidad San Francisco.

“Hay mucho gasto improductivo en el Estado y debemos eliminar las cosas que no son productivas. Cuando vamos a una oficina pública sabemos que hay una cantidad de cosas inútiles, entre controles de una cosa y trámites de otra cosa”, cuestionó.

En este sentido, Lucio Paredes Ecuador lamentó que, en los momentos actuales, el Ecuador ha caído en una situación de bloqueo donde “cada uno se ha puesto en su esquina y no encontramos espacio para acuerdos. Este es un país sin espacios de diálogo”, acotó.

Educación y Bienestar Social
Marco Naranjo, analista económico y académico de la Universidad Politécnica, explicó que uno de los gastos más improductivo y que beneficia en un 60% a los sectores con más ingresos, es el subsidio a los combustibles.

EL DATO
En 2020 se necesitarán, al menos, 6.664 millones de dólares de nueva deuda para cubrir la brecha entre más gastos que ingresos.“Tenemos no solo que focalizar ese subsidio, sino focalizar el gasto. Según un estudio muy interesante de la Politécnica, si crece en 10% el gasto en Educación, el Producto Interno Bruto (PIB) crece en 2%. Si aumenta en 10% el gasto en Bienestar Social (incluida Salud), el PIB sube en el 2,6%. Sin embargo, si los recursos van más a Defensa decrece el PIB y aumenta las importaciones”, puntualizó.

Naranjo, en este contexto, afirmó que desde la academia sí se propuso al Gobierno, desde algún tiempo, todo un sistema de focalización de los subsidios de los combustibles. Uno viable. Este comprendía el cobro del valor real de la gasolina Extra, según las condiciones económicas, y utilizar esos ingresos extraordinarios para financiar el consumo del diésel para que no suba el pasaje del transporte público.

Otro de los consensos que debe alcanzar la sociedad es cómo tratar los pagos por deuda pública, que entre intereses y amortizaciones, representan cada año el 8% del PIB; o sea, más de 8.000 millones de dólares.

Más ingresos, pero no cualquiera
La Asamblea tramita una nueva Reforma Tributaria, que generará una recaudación adicional de entre 620 y 670 millones en los próximos dos años. Representa apenas el 10% del hueco de financiamiento que debe enfrentar el Gobierno.

Según Napoleón Santamaría, analista tributario, el proyecto del Ejecutivo es un paso en la dirección correcta, pero son acciones parche, lo que la convierte en una iniciativa placebo que no va al fondo de las reformas que se necesitan para generar mayores ingresos.

Sin embargo, a costa de obtener más dinero, tampoco se puede caer en medidas que solo son recaudatorias y que dañan a la economía. Un ejemplo, muy recurrido durante la década correísta, es el aumento de las salvaguardias y las tasas de importación y exportación.

“Las salvaguardias provocaron aumento en los precios, caída de la producción y aumento del desempleo. Lo único que mejoró fue mayor recaudación para el modelo populista económico”, concluyó Naranjo. (JS)

Ante los problemas de liquidez del Gobierno, con un hueco fiscal (gastos más que ingresos) de más de 6.000 millones de dólares para 2020, es imperativo que todos los sectores de la sociedad participen en un pacto tributario y productivo, como propone Santiago García, economista y docente de la Universidad Central.

El objetivo de ese pacto es, en primer lugar, establecer las prioridades que debe tener el gasto público; es decir, a dónde debe ir el dinero que se genera por el esfuerzo de los ciudadanos y empresas (vía impuestos) y la explotación de nuestros recursos naturales.

En segundo lugar, los ecuatorianos también debemos ponernos de acuerdo sobre cómo generar nuevos ingresos estatales y qué gastos no podemos seguir manteniendo, porque son “altamente improductivos”, según el criterio de Pablo Lucio Paredes, decano de la Escuela de Economía de la Universidad San Francisco.

“Hay mucho gasto improductivo en el Estado y debemos eliminar las cosas que no son productivas. Cuando vamos a una oficina pública sabemos que hay una cantidad de cosas inútiles, entre controles de una cosa y trámites de otra cosa”, cuestionó.

En este sentido, Lucio Paredes Ecuador lamentó que, en los momentos actuales, el Ecuador ha caído en una situación de bloqueo donde “cada uno se ha puesto en su esquina y no encontramos espacio para acuerdos. Este es un país sin espacios de diálogo”, acotó.

Educación y Bienestar Social
Marco Naranjo, analista económico y académico de la Universidad Politécnica, explicó que uno de los gastos más improductivo y que beneficia en un 60% a los sectores con más ingresos, es el subsidio a los combustibles.

EL DATO
En 2020 se necesitarán, al menos, 6.664 millones de dólares de nueva deuda para cubrir la brecha entre más gastos que ingresos.“Tenemos no solo que focalizar ese subsidio, sino focalizar el gasto. Según un estudio muy interesante de la Politécnica, si crece en 10% el gasto en Educación, el Producto Interno Bruto (PIB) crece en 2%. Si aumenta en 10% el gasto en Bienestar Social (incluida Salud), el PIB sube en el 2,6%. Sin embargo, si los recursos van más a Defensa decrece el PIB y aumenta las importaciones”, puntualizó.

Naranjo, en este contexto, afirmó que desde la academia sí se propuso al Gobierno, desde algún tiempo, todo un sistema de focalización de los subsidios de los combustibles. Uno viable. Este comprendía el cobro del valor real de la gasolina Extra, según las condiciones económicas, y utilizar esos ingresos extraordinarios para financiar el consumo del diésel para que no suba el pasaje del transporte público.

Otro de los consensos que debe alcanzar la sociedad es cómo tratar los pagos por deuda pública, que entre intereses y amortizaciones, representan cada año el 8% del PIB; o sea, más de 8.000 millones de dólares.

Más ingresos, pero no cualquiera
La Asamblea tramita una nueva Reforma Tributaria, que generará una recaudación adicional de entre 620 y 670 millones en los próximos dos años. Representa apenas el 10% del hueco de financiamiento que debe enfrentar el Gobierno.

Según Napoleón Santamaría, analista tributario, el proyecto del Ejecutivo es un paso en la dirección correcta, pero son acciones parche, lo que la convierte en una iniciativa placebo que no va al fondo de las reformas que se necesitan para generar mayores ingresos.

Sin embargo, a costa de obtener más dinero, tampoco se puede caer en medidas que solo son recaudatorias y que dañan a la economía. Un ejemplo, muy recurrido durante la década correísta, es el aumento de las salvaguardias y las tasas de importación y exportación.

“Las salvaguardias provocaron aumento en los precios, caída de la producción y aumento del desempleo. Lo único que mejoró fue mayor recaudación para el modelo populista económico”, concluyó Naranjo. (JS)