Octubre negro

Ricardo Vera Calderón

Este fin de semana se incrementará el consumo por el denominado “viernes negro”, que es el día de inicio de la temporada navideña, y donde se ofertan llamativas rebajas en tiendas detallistas. Pero no busco referirme a esta estrategia comercial, sino a los efectos devastadores que se dieron en la economía por los 12 días de protesta en octubre pasado.

Basado en estimaciones de la Cámara de Comercio de Quito, las pérdidas para el País serían de 1.638 millones de dólares aproximadamente, lo que es equiparable con los efectos negativos que causó el terremoto de abril de 2016 en la economía.

A esto hay que sumarle las implicaciones que se generan por la percepción internacional ante las señales peligrosas que emitimos al mundo por la agitación social irresponsable. Ahí se destaca el incremento acelerado del riesgo país que llegó la semana pasada a 1.418 puntos. El riesgo país es un indicador que sirve para determinar la capacidad de pago de la deuda que tiene un Estado. Esta situación quiere decir que, ante la inestabilidad económica, social y política de Ecuador, los organismos internacionales se podrían negar a prestarnos, o, en caso de hacerlo, darnos tasas de interés superiores al 14%, con la finalidad de justificar su riesgo.

Bajo ese escenario, que es terrible para Ecuador, endeudarse es una alternativa inadecuada ya que sería bajo condiciones adversas. No obstante, no es una opción no mirar afuera, ya que debemos cubrir una parte de la brecha fiscal con nueva deuda. Para tener como referencia, en 2020 debemos pagar 1.594 millones de dólares solo por intereses de la deuda actual, a tasas promedio del 8%. Imaginen deuda al 14% o más por culpa del riesgo país que se disparó.

El daño que se causó es irreparable. No más viernes negros.

[email protected]

Ricardo Vera Calderón

Este fin de semana se incrementará el consumo por el denominado “viernes negro”, que es el día de inicio de la temporada navideña, y donde se ofertan llamativas rebajas en tiendas detallistas. Pero no busco referirme a esta estrategia comercial, sino a los efectos devastadores que se dieron en la economía por los 12 días de protesta en octubre pasado.

Basado en estimaciones de la Cámara de Comercio de Quito, las pérdidas para el País serían de 1.638 millones de dólares aproximadamente, lo que es equiparable con los efectos negativos que causó el terremoto de abril de 2016 en la economía.

A esto hay que sumarle las implicaciones que se generan por la percepción internacional ante las señales peligrosas que emitimos al mundo por la agitación social irresponsable. Ahí se destaca el incremento acelerado del riesgo país que llegó la semana pasada a 1.418 puntos. El riesgo país es un indicador que sirve para determinar la capacidad de pago de la deuda que tiene un Estado. Esta situación quiere decir que, ante la inestabilidad económica, social y política de Ecuador, los organismos internacionales se podrían negar a prestarnos, o, en caso de hacerlo, darnos tasas de interés superiores al 14%, con la finalidad de justificar su riesgo.

Bajo ese escenario, que es terrible para Ecuador, endeudarse es una alternativa inadecuada ya que sería bajo condiciones adversas. No obstante, no es una opción no mirar afuera, ya que debemos cubrir una parte de la brecha fiscal con nueva deuda. Para tener como referencia, en 2020 debemos pagar 1.594 millones de dólares solo por intereses de la deuda actual, a tasas promedio del 8%. Imaginen deuda al 14% o más por culpa del riesgo país que se disparó.

El daño que se causó es irreparable. No más viernes negros.

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Ricardo Vera Calderón

Este fin de semana se incrementará el consumo por el denominado “viernes negro”, que es el día de inicio de la temporada navideña, y donde se ofertan llamativas rebajas en tiendas detallistas. Pero no busco referirme a esta estrategia comercial, sino a los efectos devastadores que se dieron en la economía por los 12 días de protesta en octubre pasado.

Basado en estimaciones de la Cámara de Comercio de Quito, las pérdidas para el País serían de 1.638 millones de dólares aproximadamente, lo que es equiparable con los efectos negativos que causó el terremoto de abril de 2016 en la economía.

A esto hay que sumarle las implicaciones que se generan por la percepción internacional ante las señales peligrosas que emitimos al mundo por la agitación social irresponsable. Ahí se destaca el incremento acelerado del riesgo país que llegó la semana pasada a 1.418 puntos. El riesgo país es un indicador que sirve para determinar la capacidad de pago de la deuda que tiene un Estado. Esta situación quiere decir que, ante la inestabilidad económica, social y política de Ecuador, los organismos internacionales se podrían negar a prestarnos, o, en caso de hacerlo, darnos tasas de interés superiores al 14%, con la finalidad de justificar su riesgo.

Bajo ese escenario, que es terrible para Ecuador, endeudarse es una alternativa inadecuada ya que sería bajo condiciones adversas. No obstante, no es una opción no mirar afuera, ya que debemos cubrir una parte de la brecha fiscal con nueva deuda. Para tener como referencia, en 2020 debemos pagar 1.594 millones de dólares solo por intereses de la deuda actual, a tasas promedio del 8%. Imaginen deuda al 14% o más por culpa del riesgo país que se disparó.

El daño que se causó es irreparable. No más viernes negros.

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Este fin de semana se incrementará el consumo por el denominado “viernes negro”, que es el día de inicio de la temporada navideña, y donde se ofertan llamativas rebajas en tiendas detallistas. Pero no busco referirme a esta estrategia comercial, sino a los efectos devastadores que se dieron en la economía por los 12 días de protesta en octubre pasado.

Basado en estimaciones de la Cámara de Comercio de Quito, las pérdidas para el País serían de 1.638 millones de dólares aproximadamente, lo que es equiparable con los efectos negativos que causó el terremoto de abril de 2016 en la economía.

A esto hay que sumarle las implicaciones que se generan por la percepción internacional ante las señales peligrosas que emitimos al mundo por la agitación social irresponsable. Ahí se destaca el incremento acelerado del riesgo país que llegó la semana pasada a 1.418 puntos. El riesgo país es un indicador que sirve para determinar la capacidad de pago de la deuda que tiene un Estado. Esta situación quiere decir que, ante la inestabilidad económica, social y política de Ecuador, los organismos internacionales se podrían negar a prestarnos, o, en caso de hacerlo, darnos tasas de interés superiores al 14%, con la finalidad de justificar su riesgo.

Bajo ese escenario, que es terrible para Ecuador, endeudarse es una alternativa inadecuada ya que sería bajo condiciones adversas. No obstante, no es una opción no mirar afuera, ya que debemos cubrir una parte de la brecha fiscal con nueva deuda. Para tener como referencia, en 2020 debemos pagar 1.594 millones de dólares solo por intereses de la deuda actual, a tasas promedio del 8%. Imaginen deuda al 14% o más por culpa del riesgo país que se disparó.

El daño que se causó es irreparable. No más viernes negros.

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