La ciencia se une contra el desastre

SITUACIÓN. La sequía continúa extendiéndose en todo el mundo.
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En 1979, la comunidad científica se reunió en Ginebra (suiza) en la que fue la primera conferencia mundial sobre el clima para alertar sobre el cambio climático. Cuarenta años más tarde, más de 11.000 científicos de todo el mundo han firmado un manifiesto en el que declaran la emergencia medioambiental y plantean seis medidas urgentes para hacerle frente. El documento defiende que «mitigar y adaptarse al cambio climático significa transformar la manera en que gobernamos, comemos, obtenernos recursos y energía».

Los científicos llaman a reducir de manera inmediata las emisiones de gases como el dióxido de carbono, el metano y los hidrofluorocarbonos, los principales compuestos responsables del efecto invernadero. Esta medida podría reducir a la mitad las estimaciones de calentamiento global para las próximas décadas.

Asimismo, los estudiosos reclaman un mayor compromiso con los recursos naturales. Piden proteger y restaurar los bosques, praderas y humedales. La conservación de estos espacios contribuye a capturar y retener el dióxido de carbono en la atmósfera, un compuesto clave en el efecto invernadero.

El panel de expertos sobre cambio climático de la ONU ya propuso hace unos meses reducir el consumo de carne para mitigar la huella ecológica. Los expertos vuelven a reclamar ahora una dieta basada principalmente en vegetales y con un menor consumo de productos animales, que conllevan mayores emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero. También piden frenar el desperdicio de alimentos.

El manifiesto destaca la necesidad de reformar la economía basada en los combustibles de carbono y de reducir la extracción de materiales y la explotación de los ecosistemas para mantener la sostenibilidad de la biosfera a largo plazo, así como alejar los objetivos de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).

En 1979, la comunidad científica se reunió en Ginebra (suiza) en la que fue la primera conferencia mundial sobre el clima para alertar sobre el cambio climático. Cuarenta años más tarde, más de 11.000 científicos de todo el mundo han firmado un manifiesto en el que declaran la emergencia medioambiental y plantean seis medidas urgentes para hacerle frente. El documento defiende que «mitigar y adaptarse al cambio climático significa transformar la manera en que gobernamos, comemos, obtenernos recursos y energía».

Los científicos llaman a reducir de manera inmediata las emisiones de gases como el dióxido de carbono, el metano y los hidrofluorocarbonos, los principales compuestos responsables del efecto invernadero. Esta medida podría reducir a la mitad las estimaciones de calentamiento global para las próximas décadas.

Asimismo, los estudiosos reclaman un mayor compromiso con los recursos naturales. Piden proteger y restaurar los bosques, praderas y humedales. La conservación de estos espacios contribuye a capturar y retener el dióxido de carbono en la atmósfera, un compuesto clave en el efecto invernadero.

El panel de expertos sobre cambio climático de la ONU ya propuso hace unos meses reducir el consumo de carne para mitigar la huella ecológica. Los expertos vuelven a reclamar ahora una dieta basada principalmente en vegetales y con un menor consumo de productos animales, que conllevan mayores emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero. También piden frenar el desperdicio de alimentos.

El manifiesto destaca la necesidad de reformar la economía basada en los combustibles de carbono y de reducir la extracción de materiales y la explotación de los ecosistemas para mantener la sostenibilidad de la biosfera a largo plazo, así como alejar los objetivos de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).

En 1979, la comunidad científica se reunió en Ginebra (suiza) en la que fue la primera conferencia mundial sobre el clima para alertar sobre el cambio climático. Cuarenta años más tarde, más de 11.000 científicos de todo el mundo han firmado un manifiesto en el que declaran la emergencia medioambiental y plantean seis medidas urgentes para hacerle frente. El documento defiende que «mitigar y adaptarse al cambio climático significa transformar la manera en que gobernamos, comemos, obtenernos recursos y energía».

Los científicos llaman a reducir de manera inmediata las emisiones de gases como el dióxido de carbono, el metano y los hidrofluorocarbonos, los principales compuestos responsables del efecto invernadero. Esta medida podría reducir a la mitad las estimaciones de calentamiento global para las próximas décadas.

Asimismo, los estudiosos reclaman un mayor compromiso con los recursos naturales. Piden proteger y restaurar los bosques, praderas y humedales. La conservación de estos espacios contribuye a capturar y retener el dióxido de carbono en la atmósfera, un compuesto clave en el efecto invernadero.

El panel de expertos sobre cambio climático de la ONU ya propuso hace unos meses reducir el consumo de carne para mitigar la huella ecológica. Los expertos vuelven a reclamar ahora una dieta basada principalmente en vegetales y con un menor consumo de productos animales, que conllevan mayores emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero. También piden frenar el desperdicio de alimentos.

El manifiesto destaca la necesidad de reformar la economía basada en los combustibles de carbono y de reducir la extracción de materiales y la explotación de los ecosistemas para mantener la sostenibilidad de la biosfera a largo plazo, así como alejar los objetivos de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).

En 1979, la comunidad científica se reunió en Ginebra (suiza) en la que fue la primera conferencia mundial sobre el clima para alertar sobre el cambio climático. Cuarenta años más tarde, más de 11.000 científicos de todo el mundo han firmado un manifiesto en el que declaran la emergencia medioambiental y plantean seis medidas urgentes para hacerle frente. El documento defiende que «mitigar y adaptarse al cambio climático significa transformar la manera en que gobernamos, comemos, obtenernos recursos y energía».

Los científicos llaman a reducir de manera inmediata las emisiones de gases como el dióxido de carbono, el metano y los hidrofluorocarbonos, los principales compuestos responsables del efecto invernadero. Esta medida podría reducir a la mitad las estimaciones de calentamiento global para las próximas décadas.

Asimismo, los estudiosos reclaman un mayor compromiso con los recursos naturales. Piden proteger y restaurar los bosques, praderas y humedales. La conservación de estos espacios contribuye a capturar y retener el dióxido de carbono en la atmósfera, un compuesto clave en el efecto invernadero.

El panel de expertos sobre cambio climático de la ONU ya propuso hace unos meses reducir el consumo de carne para mitigar la huella ecológica. Los expertos vuelven a reclamar ahora una dieta basada principalmente en vegetales y con un menor consumo de productos animales, que conllevan mayores emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero. También piden frenar el desperdicio de alimentos.

El manifiesto destaca la necesidad de reformar la economía basada en los combustibles de carbono y de reducir la extracción de materiales y la explotación de los ecosistemas para mantener la sostenibilidad de la biosfera a largo plazo, así como alejar los objetivos de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).