Los tsáchilas elaboran instrumentos para la caza

Agua. El ‘’batán, también conocido como ‘sere’, se utiliza para atrapar peces.
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Agua. El ‘’batán, también conocido como ‘sere’, se utiliza para atrapar peces.
Agua. El ‘’batán, también conocido como ‘sere’, se utiliza para atrapar peces.
Agua. El ‘’batán, también conocido como ‘sere’, se utiliza para atrapar peces.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Innovación. Otra trampa para aves se la realiza con palo flexible y naylon, para hacer la atarraya.
Innovación. Otra trampa para aves se la realiza con palo flexible y naylon, para hacer la atarraya.
Innovación. Otra trampa para aves se la realiza con palo flexible y naylon, para hacer la atarraya.
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Innovación. Otra trampa para aves se la realiza con palo flexible y naylon, para hacer la atarraya.
Innovación. Otra trampa para aves se la realiza con palo flexible y naylon, para hacer la atarraya.
Innovación. Otra trampa para aves se la realiza con palo flexible y naylon, para hacer la atarraya.
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Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
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Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
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Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.
Invento. El ‘pichu-kachun’ sirve para cazar aves.

Redacción SANTO DOMINGO DE LOS TSÁCHILAS

Los ancestros aseguraban su supervivencia en los bosques elaborando instrumentos de caza, que les permitían tener alimentos. Por ejemplo, hallaban aves, guatusos, armadillos y otros animales silvestres que fueron sorprendidos con trampas, creadas con materiales de la naturaleza; utilizaban los troncos de los árboles, las hojas y frutos, que resultaban, a simple vista, inofensivos, pero que ellos les tranformaban en ‘arma’ mortales.

En la actualidad, estas costumbres han ido desapareciendo de a poco con la urbanización de los pueblos tsáchilas. Ahora la cacería no es una prioridad, pero sí impartir estos conocimientos a las nuevas generaciones para que conozcan de su historia y la pongan en práctica, según sus necesidades.

Las instrucciones para la elaboración de dichos objetos se las imparte en las aulas de clases. José Carlos Aguavil, docente de la unidad educativa Tomás Rivadeneira, ubicada en la comuna El Poste, explica que con este tema se enseña también Matemáticas, ya que se utilizan dimensiones, espacio y números, para crear los objetos; mientras que al conocer los lugares de la zona, ponen en practica la Geografía.

“Este contenido llama mucho la atención de los alumnos, por eso, aprovechamos para enseñar otras materias”, acotó Aguavil.

Atrapan peces, aves y guatusos
Una de las cosas que aún sigue en práctica dentro de las comunas es la pesca, para esto, utilizan el ‘batán’, también conocido como ‘sere’. Este instrumento se fabrica con palo de toquilla, el cual es atado con vejuco para formar el lugar donde se quedarán atrapados los peces.

Aguavil cuenta que su padre le hacía que pesque en las vacaciones, época que coincidía con el invierno, considerado como tiempo bueno para realizar esta actividad. Una vez recolectaba las presas, los guardaba en el ‘tsala’, un recipiente elaborado con paja toquilla, para transportar estas especies acuáticas.

Hay otros inventos para atrapar aves, uno de ellos es el ‘pichu-kachun’. Introducen un alimento que sea del gusto del animal, una vez que esté en el punto, se tira de una piola y queda encerrado.

En la naturaleza también hay plantas que son tomadas para la caza, ‘Tese Mura’ o más conocida como ‘barbero’, es una mata silvestre que se encuentra en una selva virgen. Los ancestros la utilizaban como rasuradora para quitarse la barba, debido al pegamento que tienen sus ramas. Como trampa tiene la función de mantener pegadas las plumas de las aves, estas mientras más se muevan, menos posibilidades tienen de escapar.

Los tsáchilas en sus caminatas por la selva, buscaban comederos de maduro, de frutipan y de tangará, frutos favoritos de los guatusos; esperaban pacientes hasta la llegada de alguno para cazarlo. Para esto, crearon una herramienta con un madero delgado, que tiene un conducto por el cual se traslada una suerte de dardo. Este, embadurnado con un sedante natural, es empujado con un soplo de la boca hacia la especie que se va a capturar.

Otro objeto indispensable para la cacería es la lanza de chonta o de pambil, esta necesita de mayor precisión y fuerza muscular, puesto que es casi similar a un ejercicio de tiro al blanco. (DA)

Redacción SANTO DOMINGO DE LOS TSÁCHILAS

Los ancestros aseguraban su supervivencia en los bosques elaborando instrumentos de caza, que les permitían tener alimentos. Por ejemplo, hallaban aves, guatusos, armadillos y otros animales silvestres que fueron sorprendidos con trampas, creadas con materiales de la naturaleza; utilizaban los troncos de los árboles, las hojas y frutos, que resultaban, a simple vista, inofensivos, pero que ellos les tranformaban en ‘arma’ mortales.

En la actualidad, estas costumbres han ido desapareciendo de a poco con la urbanización de los pueblos tsáchilas. Ahora la cacería no es una prioridad, pero sí impartir estos conocimientos a las nuevas generaciones para que conozcan de su historia y la pongan en práctica, según sus necesidades.

Las instrucciones para la elaboración de dichos objetos se las imparte en las aulas de clases. José Carlos Aguavil, docente de la unidad educativa Tomás Rivadeneira, ubicada en la comuna El Poste, explica que con este tema se enseña también Matemáticas, ya que se utilizan dimensiones, espacio y números, para crear los objetos; mientras que al conocer los lugares de la zona, ponen en practica la Geografía.

“Este contenido llama mucho la atención de los alumnos, por eso, aprovechamos para enseñar otras materias”, acotó Aguavil.

Atrapan peces, aves y guatusos
Una de las cosas que aún sigue en práctica dentro de las comunas es la pesca, para esto, utilizan el ‘batán’, también conocido como ‘sere’. Este instrumento se fabrica con palo de toquilla, el cual es atado con vejuco para formar el lugar donde se quedarán atrapados los peces.

Aguavil cuenta que su padre le hacía que pesque en las vacaciones, época que coincidía con el invierno, considerado como tiempo bueno para realizar esta actividad. Una vez recolectaba las presas, los guardaba en el ‘tsala’, un recipiente elaborado con paja toquilla, para transportar estas especies acuáticas.

Hay otros inventos para atrapar aves, uno de ellos es el ‘pichu-kachun’. Introducen un alimento que sea del gusto del animal, una vez que esté en el punto, se tira de una piola y queda encerrado.

En la naturaleza también hay plantas que son tomadas para la caza, ‘Tese Mura’ o más conocida como ‘barbero’, es una mata silvestre que se encuentra en una selva virgen. Los ancestros la utilizaban como rasuradora para quitarse la barba, debido al pegamento que tienen sus ramas. Como trampa tiene la función de mantener pegadas las plumas de las aves, estas mientras más se muevan, menos posibilidades tienen de escapar.

Los tsáchilas en sus caminatas por la selva, buscaban comederos de maduro, de frutipan y de tangará, frutos favoritos de los guatusos; esperaban pacientes hasta la llegada de alguno para cazarlo. Para esto, crearon una herramienta con un madero delgado, que tiene un conducto por el cual se traslada una suerte de dardo. Este, embadurnado con un sedante natural, es empujado con un soplo de la boca hacia la especie que se va a capturar.

Otro objeto indispensable para la cacería es la lanza de chonta o de pambil, esta necesita de mayor precisión y fuerza muscular, puesto que es casi similar a un ejercicio de tiro al blanco. (DA)

Redacción SANTO DOMINGO DE LOS TSÁCHILAS

Los ancestros aseguraban su supervivencia en los bosques elaborando instrumentos de caza, que les permitían tener alimentos. Por ejemplo, hallaban aves, guatusos, armadillos y otros animales silvestres que fueron sorprendidos con trampas, creadas con materiales de la naturaleza; utilizaban los troncos de los árboles, las hojas y frutos, que resultaban, a simple vista, inofensivos, pero que ellos les tranformaban en ‘arma’ mortales.

En la actualidad, estas costumbres han ido desapareciendo de a poco con la urbanización de los pueblos tsáchilas. Ahora la cacería no es una prioridad, pero sí impartir estos conocimientos a las nuevas generaciones para que conozcan de su historia y la pongan en práctica, según sus necesidades.

Las instrucciones para la elaboración de dichos objetos se las imparte en las aulas de clases. José Carlos Aguavil, docente de la unidad educativa Tomás Rivadeneira, ubicada en la comuna El Poste, explica que con este tema se enseña también Matemáticas, ya que se utilizan dimensiones, espacio y números, para crear los objetos; mientras que al conocer los lugares de la zona, ponen en practica la Geografía.

“Este contenido llama mucho la atención de los alumnos, por eso, aprovechamos para enseñar otras materias”, acotó Aguavil.

Atrapan peces, aves y guatusos
Una de las cosas que aún sigue en práctica dentro de las comunas es la pesca, para esto, utilizan el ‘batán’, también conocido como ‘sere’. Este instrumento se fabrica con palo de toquilla, el cual es atado con vejuco para formar el lugar donde se quedarán atrapados los peces.

Aguavil cuenta que su padre le hacía que pesque en las vacaciones, época que coincidía con el invierno, considerado como tiempo bueno para realizar esta actividad. Una vez recolectaba las presas, los guardaba en el ‘tsala’, un recipiente elaborado con paja toquilla, para transportar estas especies acuáticas.

Hay otros inventos para atrapar aves, uno de ellos es el ‘pichu-kachun’. Introducen un alimento que sea del gusto del animal, una vez que esté en el punto, se tira de una piola y queda encerrado.

En la naturaleza también hay plantas que son tomadas para la caza, ‘Tese Mura’ o más conocida como ‘barbero’, es una mata silvestre que se encuentra en una selva virgen. Los ancestros la utilizaban como rasuradora para quitarse la barba, debido al pegamento que tienen sus ramas. Como trampa tiene la función de mantener pegadas las plumas de las aves, estas mientras más se muevan, menos posibilidades tienen de escapar.

Los tsáchilas en sus caminatas por la selva, buscaban comederos de maduro, de frutipan y de tangará, frutos favoritos de los guatusos; esperaban pacientes hasta la llegada de alguno para cazarlo. Para esto, crearon una herramienta con un madero delgado, que tiene un conducto por el cual se traslada una suerte de dardo. Este, embadurnado con un sedante natural, es empujado con un soplo de la boca hacia la especie que se va a capturar.

Otro objeto indispensable para la cacería es la lanza de chonta o de pambil, esta necesita de mayor precisión y fuerza muscular, puesto que es casi similar a un ejercicio de tiro al blanco. (DA)

Redacción SANTO DOMINGO DE LOS TSÁCHILAS

Los ancestros aseguraban su supervivencia en los bosques elaborando instrumentos de caza, que les permitían tener alimentos. Por ejemplo, hallaban aves, guatusos, armadillos y otros animales silvestres que fueron sorprendidos con trampas, creadas con materiales de la naturaleza; utilizaban los troncos de los árboles, las hojas y frutos, que resultaban, a simple vista, inofensivos, pero que ellos les tranformaban en ‘arma’ mortales.

En la actualidad, estas costumbres han ido desapareciendo de a poco con la urbanización de los pueblos tsáchilas. Ahora la cacería no es una prioridad, pero sí impartir estos conocimientos a las nuevas generaciones para que conozcan de su historia y la pongan en práctica, según sus necesidades.

Las instrucciones para la elaboración de dichos objetos se las imparte en las aulas de clases. José Carlos Aguavil, docente de la unidad educativa Tomás Rivadeneira, ubicada en la comuna El Poste, explica que con este tema se enseña también Matemáticas, ya que se utilizan dimensiones, espacio y números, para crear los objetos; mientras que al conocer los lugares de la zona, ponen en practica la Geografía.

“Este contenido llama mucho la atención de los alumnos, por eso, aprovechamos para enseñar otras materias”, acotó Aguavil.

Atrapan peces, aves y guatusos
Una de las cosas que aún sigue en práctica dentro de las comunas es la pesca, para esto, utilizan el ‘batán’, también conocido como ‘sere’. Este instrumento se fabrica con palo de toquilla, el cual es atado con vejuco para formar el lugar donde se quedarán atrapados los peces.

Aguavil cuenta que su padre le hacía que pesque en las vacaciones, época que coincidía con el invierno, considerado como tiempo bueno para realizar esta actividad. Una vez recolectaba las presas, los guardaba en el ‘tsala’, un recipiente elaborado con paja toquilla, para transportar estas especies acuáticas.

Hay otros inventos para atrapar aves, uno de ellos es el ‘pichu-kachun’. Introducen un alimento que sea del gusto del animal, una vez que esté en el punto, se tira de una piola y queda encerrado.

En la naturaleza también hay plantas que son tomadas para la caza, ‘Tese Mura’ o más conocida como ‘barbero’, es una mata silvestre que se encuentra en una selva virgen. Los ancestros la utilizaban como rasuradora para quitarse la barba, debido al pegamento que tienen sus ramas. Como trampa tiene la función de mantener pegadas las plumas de las aves, estas mientras más se muevan, menos posibilidades tienen de escapar.

Los tsáchilas en sus caminatas por la selva, buscaban comederos de maduro, de frutipan y de tangará, frutos favoritos de los guatusos; esperaban pacientes hasta la llegada de alguno para cazarlo. Para esto, crearon una herramienta con un madero delgado, que tiene un conducto por el cual se traslada una suerte de dardo. Este, embadurnado con un sedante natural, es empujado con un soplo de la boca hacia la especie que se va a capturar.

Otro objeto indispensable para la cacería es la lanza de chonta o de pambil, esta necesita de mayor precisión y fuerza muscular, puesto que es casi similar a un ejercicio de tiro al blanco. (DA)