Ley sobre Emprendimiento e Innovación está pendiente desde hace cinco meses

TRÁMITES. Crear o cerrar una empresa e un dolor de cabeza.
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TRÁMITES. Crear o cerrar una empresa e un dolor de cabeza.

“Esperemos que se tramite pronto, porque los proyectos urgentes no pueden dejar de lado a otros temas importantes, como una normativa que facilita el financiamiento, la asesoría y establece un marco jurídico claro”, dice Camilo Pinzón, presidente del directorio de la Alianza de Emprendimiento e Innovación (AEI), ante la demora en la Asamblea en el tratamiento del segundo debate de la Ley sobre Emprendimiento e Innovación.

Desde julio pasado, la Ley está a la espera. Esta normativa, que es importante y tiene amplio consenso en los sectores público, privado y académico, ha tenido la participación de más de 500 actores y los diálogos han demorado más de dos años.

Ordenamiento

Actualmente, sobre todo en la institucionalidad pública, hay dispersión y no existe claridad sobre quién debe tener la rectoría sobre el Emprendimiento y la Innovación. La Ley propone funciones claras para instituciones como la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Senescyt) y el Ministerio de la Producción. Además, propone un consejo coordinador público-privado. Eso no quiere decir más burocracia, sino más coordinación a alto nivel, según Pinzón.

Este desorden institucional ha permitido que se mantenga casi intacta una pesada tramitología junto con varias barreras normativas. Para corregir esas distorsiones, el proyecto crea las Sociedades de Acciones Simplificadas (SAS), que sonuna figura jurídica parecida a la Sociedad Anónima, pero que viabiliza un proceso de creación simplificado, con menos trabas y requisitos. “Hay barreras de entrada, lo que provoca que exista informalidad”, acotó Pinzón.

El Dato
La Ley busca facilitar los procesos y dar herramientas para reemprender en otro negocio.Por otro lado, se busca que el cierre o quiebra no convierta al empresario en un “delincuente”. La actual Ley, cuando una empresa entra en un proceso de quiebra, hace que el trámite se convierta en una tortura. Todo puede tomar siete años. “Tú ya declaraste que no tienes ingresos y no puedes continuar, pero las deudas laborales, con el fisco y las exigencias de control siguen. Eso forma una bola de nieve que hace que la persona pase rápidamente de ser un emprendedor a casi ser un delincuente. Entra en la Central de Riesgo, nadie le quiere prestar y no puede contratar”, dijo Pinzón.

Nuevos mecanismos

La creencia popular es que la única manera de arrancar una empresa es con ahorros propios o pidiendo plata a una institución bancaria. Pero, en las etapas tempranas de un emprendimiento las formas de financiamiento deben estar vinculadas a mecanismo de riesgo o de capital emprendedor.

Aquí se incluyen vías como las redes de inversión Ángel, que son personas que deciden comprar una participación accionaria; fondos de inversión; y el crowdfunding, que es un financiamiento masivo. Este último, en el país es limitado, porque legalmente lo único que se puede hacer son donaciones, sin posibilidad de participación accionaria, pre-compra de producción o préstamos. (JS)

“Esperemos que se tramite pronto, porque los proyectos urgentes no pueden dejar de lado a otros temas importantes, como una normativa que facilita el financiamiento, la asesoría y establece un marco jurídico claro”, dice Camilo Pinzón, presidente del directorio de la Alianza de Emprendimiento e Innovación (AEI), ante la demora en la Asamblea en el tratamiento del segundo debate de la Ley sobre Emprendimiento e Innovación.

Desde julio pasado, la Ley está a la espera. Esta normativa, que es importante y tiene amplio consenso en los sectores público, privado y académico, ha tenido la participación de más de 500 actores y los diálogos han demorado más de dos años.

Ordenamiento

Actualmente, sobre todo en la institucionalidad pública, hay dispersión y no existe claridad sobre quién debe tener la rectoría sobre el Emprendimiento y la Innovación. La Ley propone funciones claras para instituciones como la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Senescyt) y el Ministerio de la Producción. Además, propone un consejo coordinador público-privado. Eso no quiere decir más burocracia, sino más coordinación a alto nivel, según Pinzón.

Este desorden institucional ha permitido que se mantenga casi intacta una pesada tramitología junto con varias barreras normativas. Para corregir esas distorsiones, el proyecto crea las Sociedades de Acciones Simplificadas (SAS), que sonuna figura jurídica parecida a la Sociedad Anónima, pero que viabiliza un proceso de creación simplificado, con menos trabas y requisitos. “Hay barreras de entrada, lo que provoca que exista informalidad”, acotó Pinzón.

El Dato
La Ley busca facilitar los procesos y dar herramientas para reemprender en otro negocio.Por otro lado, se busca que el cierre o quiebra no convierta al empresario en un “delincuente”. La actual Ley, cuando una empresa entra en un proceso de quiebra, hace que el trámite se convierta en una tortura. Todo puede tomar siete años. “Tú ya declaraste que no tienes ingresos y no puedes continuar, pero las deudas laborales, con el fisco y las exigencias de control siguen. Eso forma una bola de nieve que hace que la persona pase rápidamente de ser un emprendedor a casi ser un delincuente. Entra en la Central de Riesgo, nadie le quiere prestar y no puede contratar”, dijo Pinzón.

Nuevos mecanismos

La creencia popular es que la única manera de arrancar una empresa es con ahorros propios o pidiendo plata a una institución bancaria. Pero, en las etapas tempranas de un emprendimiento las formas de financiamiento deben estar vinculadas a mecanismo de riesgo o de capital emprendedor.

Aquí se incluyen vías como las redes de inversión Ángel, que son personas que deciden comprar una participación accionaria; fondos de inversión; y el crowdfunding, que es un financiamiento masivo. Este último, en el país es limitado, porque legalmente lo único que se puede hacer son donaciones, sin posibilidad de participación accionaria, pre-compra de producción o préstamos. (JS)

“Esperemos que se tramite pronto, porque los proyectos urgentes no pueden dejar de lado a otros temas importantes, como una normativa que facilita el financiamiento, la asesoría y establece un marco jurídico claro”, dice Camilo Pinzón, presidente del directorio de la Alianza de Emprendimiento e Innovación (AEI), ante la demora en la Asamblea en el tratamiento del segundo debate de la Ley sobre Emprendimiento e Innovación.

Desde julio pasado, la Ley está a la espera. Esta normativa, que es importante y tiene amplio consenso en los sectores público, privado y académico, ha tenido la participación de más de 500 actores y los diálogos han demorado más de dos años.

Ordenamiento

Actualmente, sobre todo en la institucionalidad pública, hay dispersión y no existe claridad sobre quién debe tener la rectoría sobre el Emprendimiento y la Innovación. La Ley propone funciones claras para instituciones como la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Senescyt) y el Ministerio de la Producción. Además, propone un consejo coordinador público-privado. Eso no quiere decir más burocracia, sino más coordinación a alto nivel, según Pinzón.

Este desorden institucional ha permitido que se mantenga casi intacta una pesada tramitología junto con varias barreras normativas. Para corregir esas distorsiones, el proyecto crea las Sociedades de Acciones Simplificadas (SAS), que sonuna figura jurídica parecida a la Sociedad Anónima, pero que viabiliza un proceso de creación simplificado, con menos trabas y requisitos. “Hay barreras de entrada, lo que provoca que exista informalidad”, acotó Pinzón.

El Dato
La Ley busca facilitar los procesos y dar herramientas para reemprender en otro negocio.Por otro lado, se busca que el cierre o quiebra no convierta al empresario en un “delincuente”. La actual Ley, cuando una empresa entra en un proceso de quiebra, hace que el trámite se convierta en una tortura. Todo puede tomar siete años. “Tú ya declaraste que no tienes ingresos y no puedes continuar, pero las deudas laborales, con el fisco y las exigencias de control siguen. Eso forma una bola de nieve que hace que la persona pase rápidamente de ser un emprendedor a casi ser un delincuente. Entra en la Central de Riesgo, nadie le quiere prestar y no puede contratar”, dijo Pinzón.

Nuevos mecanismos

La creencia popular es que la única manera de arrancar una empresa es con ahorros propios o pidiendo plata a una institución bancaria. Pero, en las etapas tempranas de un emprendimiento las formas de financiamiento deben estar vinculadas a mecanismo de riesgo o de capital emprendedor.

Aquí se incluyen vías como las redes de inversión Ángel, que son personas que deciden comprar una participación accionaria; fondos de inversión; y el crowdfunding, que es un financiamiento masivo. Este último, en el país es limitado, porque legalmente lo único que se puede hacer son donaciones, sin posibilidad de participación accionaria, pre-compra de producción o préstamos. (JS)

“Esperemos que se tramite pronto, porque los proyectos urgentes no pueden dejar de lado a otros temas importantes, como una normativa que facilita el financiamiento, la asesoría y establece un marco jurídico claro”, dice Camilo Pinzón, presidente del directorio de la Alianza de Emprendimiento e Innovación (AEI), ante la demora en la Asamblea en el tratamiento del segundo debate de la Ley sobre Emprendimiento e Innovación.

Desde julio pasado, la Ley está a la espera. Esta normativa, que es importante y tiene amplio consenso en los sectores público, privado y académico, ha tenido la participación de más de 500 actores y los diálogos han demorado más de dos años.

Ordenamiento

Actualmente, sobre todo en la institucionalidad pública, hay dispersión y no existe claridad sobre quién debe tener la rectoría sobre el Emprendimiento y la Innovación. La Ley propone funciones claras para instituciones como la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Senescyt) y el Ministerio de la Producción. Además, propone un consejo coordinador público-privado. Eso no quiere decir más burocracia, sino más coordinación a alto nivel, según Pinzón.

Este desorden institucional ha permitido que se mantenga casi intacta una pesada tramitología junto con varias barreras normativas. Para corregir esas distorsiones, el proyecto crea las Sociedades de Acciones Simplificadas (SAS), que sonuna figura jurídica parecida a la Sociedad Anónima, pero que viabiliza un proceso de creación simplificado, con menos trabas y requisitos. “Hay barreras de entrada, lo que provoca que exista informalidad”, acotó Pinzón.

El Dato
La Ley busca facilitar los procesos y dar herramientas para reemprender en otro negocio.Por otro lado, se busca que el cierre o quiebra no convierta al empresario en un “delincuente”. La actual Ley, cuando una empresa entra en un proceso de quiebra, hace que el trámite se convierta en una tortura. Todo puede tomar siete años. “Tú ya declaraste que no tienes ingresos y no puedes continuar, pero las deudas laborales, con el fisco y las exigencias de control siguen. Eso forma una bola de nieve que hace que la persona pase rápidamente de ser un emprendedor a casi ser un delincuente. Entra en la Central de Riesgo, nadie le quiere prestar y no puede contratar”, dijo Pinzón.

Nuevos mecanismos

La creencia popular es que la única manera de arrancar una empresa es con ahorros propios o pidiendo plata a una institución bancaria. Pero, en las etapas tempranas de un emprendimiento las formas de financiamiento deben estar vinculadas a mecanismo de riesgo o de capital emprendedor.

Aquí se incluyen vías como las redes de inversión Ángel, que son personas que deciden comprar una participación accionaria; fondos de inversión; y el crowdfunding, que es un financiamiento masivo. Este último, en el país es limitado, porque legalmente lo único que se puede hacer son donaciones, sin posibilidad de participación accionaria, pre-compra de producción o préstamos. (JS)