El megáfono que llevaba en su mano izquierda amplificaba la voz de Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde, joven que desapareció el 7 de julio de 2012 y por quien un pastor evangélico fue sentenciado a 25 años de prisión tras ser hallado culpable de su muerte.
La voz, en un momento, se quebró. Parada frente al Palacio de Gobierno, en la Plaza Grande, la mujer exigía al Estado que continúe buscando los restos de la joven.
Ayer, familiares y amigos de Campoverde protagonizaron la segunda toma simbólica de ese espacio para mostrar su inconformidad ante las diligencias que, según dicen, se dejaron de hacer para saber dónde está el cadáver.
La madre de la víctima asegura que esta actividad la cumplirán todos los martes, de 10:00 a 12:00 hasta que las autoridades retomen los trabajos de rastreo.
“Vamos a seguir exigiendo al Estado porque su responsabilidad es dar con el paradero de mi hija y entregármela”, dijo Rodríguez.
Pese a que un Tribunal de Garantías penales dictó el 17 de julio pasado una sentencia a 25 años en contra de Jonathan Carrillo, los deudos todavía no encuentran consuelo.
“Esta sentencia no me llena ese vacío, ese dolor que siento. Mi dolor es eterno”, expresó.
En el plantón también exigen que se investigue a los 10 fiscales que estuvieron a cargo de la causa. A criterio de Rodríguez, los funcionarios deberían ser sancionados ante supuestas falencias que hubo en el proceso.
La Plaza Grande también fue el espacio que Pedro Restrepo utilizó durante años para pedir a los gobiernos de turno información sobre el paradero de sus hijos, Santiago y Andrés Restrepo, cuyo paradero aún es incierto. (DAB)
El megáfono que llevaba en su mano izquierda amplificaba la voz de Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde, joven que desapareció el 7 de julio de 2012 y por quien un pastor evangélico fue sentenciado a 25 años de prisión tras ser hallado culpable de su muerte.
La voz, en un momento, se quebró. Parada frente al Palacio de Gobierno, en la Plaza Grande, la mujer exigía al Estado que continúe buscando los restos de la joven.
Ayer, familiares y amigos de Campoverde protagonizaron la segunda toma simbólica de ese espacio para mostrar su inconformidad ante las diligencias que, según dicen, se dejaron de hacer para saber dónde está el cadáver.
La madre de la víctima asegura que esta actividad la cumplirán todos los martes, de 10:00 a 12:00 hasta que las autoridades retomen los trabajos de rastreo.
“Vamos a seguir exigiendo al Estado porque su responsabilidad es dar con el paradero de mi hija y entregármela”, dijo Rodríguez.
Pese a que un Tribunal de Garantías penales dictó el 17 de julio pasado una sentencia a 25 años en contra de Jonathan Carrillo, los deudos todavía no encuentran consuelo.
“Esta sentencia no me llena ese vacío, ese dolor que siento. Mi dolor es eterno”, expresó.
En el plantón también exigen que se investigue a los 10 fiscales que estuvieron a cargo de la causa. A criterio de Rodríguez, los funcionarios deberían ser sancionados ante supuestas falencias que hubo en el proceso.
La Plaza Grande también fue el espacio que Pedro Restrepo utilizó durante años para pedir a los gobiernos de turno información sobre el paradero de sus hijos, Santiago y Andrés Restrepo, cuyo paradero aún es incierto. (DAB)
El megáfono que llevaba en su mano izquierda amplificaba la voz de Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde, joven que desapareció el 7 de julio de 2012 y por quien un pastor evangélico fue sentenciado a 25 años de prisión tras ser hallado culpable de su muerte.
La voz, en un momento, se quebró. Parada frente al Palacio de Gobierno, en la Plaza Grande, la mujer exigía al Estado que continúe buscando los restos de la joven.
Ayer, familiares y amigos de Campoverde protagonizaron la segunda toma simbólica de ese espacio para mostrar su inconformidad ante las diligencias que, según dicen, se dejaron de hacer para saber dónde está el cadáver.
La madre de la víctima asegura que esta actividad la cumplirán todos los martes, de 10:00 a 12:00 hasta que las autoridades retomen los trabajos de rastreo.
“Vamos a seguir exigiendo al Estado porque su responsabilidad es dar con el paradero de mi hija y entregármela”, dijo Rodríguez.
Pese a que un Tribunal de Garantías penales dictó el 17 de julio pasado una sentencia a 25 años en contra de Jonathan Carrillo, los deudos todavía no encuentran consuelo.
“Esta sentencia no me llena ese vacío, ese dolor que siento. Mi dolor es eterno”, expresó.
En el plantón también exigen que se investigue a los 10 fiscales que estuvieron a cargo de la causa. A criterio de Rodríguez, los funcionarios deberían ser sancionados ante supuestas falencias que hubo en el proceso.
La Plaza Grande también fue el espacio que Pedro Restrepo utilizó durante años para pedir a los gobiernos de turno información sobre el paradero de sus hijos, Santiago y Andrés Restrepo, cuyo paradero aún es incierto. (DAB)
El megáfono que llevaba en su mano izquierda amplificaba la voz de Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde, joven que desapareció el 7 de julio de 2012 y por quien un pastor evangélico fue sentenciado a 25 años de prisión tras ser hallado culpable de su muerte.
La voz, en un momento, se quebró. Parada frente al Palacio de Gobierno, en la Plaza Grande, la mujer exigía al Estado que continúe buscando los restos de la joven.
Ayer, familiares y amigos de Campoverde protagonizaron la segunda toma simbólica de ese espacio para mostrar su inconformidad ante las diligencias que, según dicen, se dejaron de hacer para saber dónde está el cadáver.
La madre de la víctima asegura que esta actividad la cumplirán todos los martes, de 10:00 a 12:00 hasta que las autoridades retomen los trabajos de rastreo.
“Vamos a seguir exigiendo al Estado porque su responsabilidad es dar con el paradero de mi hija y entregármela”, dijo Rodríguez.
Pese a que un Tribunal de Garantías penales dictó el 17 de julio pasado una sentencia a 25 años en contra de Jonathan Carrillo, los deudos todavía no encuentran consuelo.
“Esta sentencia no me llena ese vacío, ese dolor que siento. Mi dolor es eterno”, expresó.
En el plantón también exigen que se investigue a los 10 fiscales que estuvieron a cargo de la causa. A criterio de Rodríguez, los funcionarios deberían ser sancionados ante supuestas falencias que hubo en el proceso.
La Plaza Grande también fue el espacio que Pedro Restrepo utilizó durante años para pedir a los gobiernos de turno información sobre el paradero de sus hijos, Santiago y Andrés Restrepo, cuyo paradero aún es incierto. (DAB)