Rodrigo Contero Peñafiel
La depresión es un trastorno emocional que surge en algunas personas antes de la Navidad y el Año Nuevo. Los síntomas más frecuentes que presentan son: tristeza, desmotivación, falta de voluntad, inhibición del curso del pensamiento e incapacidad para tomar decisiones, lo que dificulta las relaciones familiares y sociales; los cambios de ánimo, la desidia, angustia, la irritabilidad, las emociones negativas aumentan el nivel de estrés alterando la vida normal de las personas. El cansancio, la pérdida del apetito y el sueño, la desmotivación impide realizar cualquier tipo de actividad física o mental provocando en ocasiones pensamientos suicidas ante la frustración, la ira y la soledad.
Algunos casos pueden deberse a causas genéticas, es decir, cuando se adquiere la predisposición para desarrollar éste y otros trastornos de la personalidad que desencadenan problemas sociales; algo similar ocurre con el alcoholismo o la drogadicción que puede desarrollarse en la adolescencia, juventud o la edad adulta, dependiendo de las circunstancias. La depresión posparto, premenstrual o como efectos de un tratamiento médico puede considerarse como reacciones normales.
La personalidad normal se manifiesta por un sentimiento de bienestar orgánico-funcional, un equilibrio en la conducta y la capacidad de adaptarse a las exigencias de la vida diaria. Sin una base psíquica normal se presentan las enfermedades mentales que afecta la conducta social y moral de las personas conduciéndolos al aislamiento social, faltar a sus actividades diarias como el colegio, la universidad o el trabajo, estimula las autoagresiones, el maltrato y a veces el suicidio.
Un tratamiento adecuado requiere la aceptación del paciente quien siente la necesidad de acudir al psiquiatra para la prescripción de fármacos con acción antidepresiva y al psicólogo para el control psicoterapéutico. La automedicación, el aislamiento, el consumo de alcohol y/o drogas agravan el problema. El tratamiento en centros especializados y calificados por el Ministerio de Salud Pública garantizan la psico rehabilitación, lugares clandestinos tiene consecuencias fatales para los pacientes.
Rodrigo Contero Peñafiel
La depresión es un trastorno emocional que surge en algunas personas antes de la Navidad y el Año Nuevo. Los síntomas más frecuentes que presentan son: tristeza, desmotivación, falta de voluntad, inhibición del curso del pensamiento e incapacidad para tomar decisiones, lo que dificulta las relaciones familiares y sociales; los cambios de ánimo, la desidia, angustia, la irritabilidad, las emociones negativas aumentan el nivel de estrés alterando la vida normal de las personas. El cansancio, la pérdida del apetito y el sueño, la desmotivación impide realizar cualquier tipo de actividad física o mental provocando en ocasiones pensamientos suicidas ante la frustración, la ira y la soledad.
Algunos casos pueden deberse a causas genéticas, es decir, cuando se adquiere la predisposición para desarrollar éste y otros trastornos de la personalidad que desencadenan problemas sociales; algo similar ocurre con el alcoholismo o la drogadicción que puede desarrollarse en la adolescencia, juventud o la edad adulta, dependiendo de las circunstancias. La depresión posparto, premenstrual o como efectos de un tratamiento médico puede considerarse como reacciones normales.
La personalidad normal se manifiesta por un sentimiento de bienestar orgánico-funcional, un equilibrio en la conducta y la capacidad de adaptarse a las exigencias de la vida diaria. Sin una base psíquica normal se presentan las enfermedades mentales que afecta la conducta social y moral de las personas conduciéndolos al aislamiento social, faltar a sus actividades diarias como el colegio, la universidad o el trabajo, estimula las autoagresiones, el maltrato y a veces el suicidio.
Un tratamiento adecuado requiere la aceptación del paciente quien siente la necesidad de acudir al psiquiatra para la prescripción de fármacos con acción antidepresiva y al psicólogo para el control psicoterapéutico. La automedicación, el aislamiento, el consumo de alcohol y/o drogas agravan el problema. El tratamiento en centros especializados y calificados por el Ministerio de Salud Pública garantizan la psico rehabilitación, lugares clandestinos tiene consecuencias fatales para los pacientes.
Rodrigo Contero Peñafiel
La depresión es un trastorno emocional que surge en algunas personas antes de la Navidad y el Año Nuevo. Los síntomas más frecuentes que presentan son: tristeza, desmotivación, falta de voluntad, inhibición del curso del pensamiento e incapacidad para tomar decisiones, lo que dificulta las relaciones familiares y sociales; los cambios de ánimo, la desidia, angustia, la irritabilidad, las emociones negativas aumentan el nivel de estrés alterando la vida normal de las personas. El cansancio, la pérdida del apetito y el sueño, la desmotivación impide realizar cualquier tipo de actividad física o mental provocando en ocasiones pensamientos suicidas ante la frustración, la ira y la soledad.
Algunos casos pueden deberse a causas genéticas, es decir, cuando se adquiere la predisposición para desarrollar éste y otros trastornos de la personalidad que desencadenan problemas sociales; algo similar ocurre con el alcoholismo o la drogadicción que puede desarrollarse en la adolescencia, juventud o la edad adulta, dependiendo de las circunstancias. La depresión posparto, premenstrual o como efectos de un tratamiento médico puede considerarse como reacciones normales.
La personalidad normal se manifiesta por un sentimiento de bienestar orgánico-funcional, un equilibrio en la conducta y la capacidad de adaptarse a las exigencias de la vida diaria. Sin una base psíquica normal se presentan las enfermedades mentales que afecta la conducta social y moral de las personas conduciéndolos al aislamiento social, faltar a sus actividades diarias como el colegio, la universidad o el trabajo, estimula las autoagresiones, el maltrato y a veces el suicidio.
Un tratamiento adecuado requiere la aceptación del paciente quien siente la necesidad de acudir al psiquiatra para la prescripción de fármacos con acción antidepresiva y al psicólogo para el control psicoterapéutico. La automedicación, el aislamiento, el consumo de alcohol y/o drogas agravan el problema. El tratamiento en centros especializados y calificados por el Ministerio de Salud Pública garantizan la psico rehabilitación, lugares clandestinos tiene consecuencias fatales para los pacientes.
Rodrigo Contero Peñafiel
La depresión es un trastorno emocional que surge en algunas personas antes de la Navidad y el Año Nuevo. Los síntomas más frecuentes que presentan son: tristeza, desmotivación, falta de voluntad, inhibición del curso del pensamiento e incapacidad para tomar decisiones, lo que dificulta las relaciones familiares y sociales; los cambios de ánimo, la desidia, angustia, la irritabilidad, las emociones negativas aumentan el nivel de estrés alterando la vida normal de las personas. El cansancio, la pérdida del apetito y el sueño, la desmotivación impide realizar cualquier tipo de actividad física o mental provocando en ocasiones pensamientos suicidas ante la frustración, la ira y la soledad.
Algunos casos pueden deberse a causas genéticas, es decir, cuando se adquiere la predisposición para desarrollar éste y otros trastornos de la personalidad que desencadenan problemas sociales; algo similar ocurre con el alcoholismo o la drogadicción que puede desarrollarse en la adolescencia, juventud o la edad adulta, dependiendo de las circunstancias. La depresión posparto, premenstrual o como efectos de un tratamiento médico puede considerarse como reacciones normales.
La personalidad normal se manifiesta por un sentimiento de bienestar orgánico-funcional, un equilibrio en la conducta y la capacidad de adaptarse a las exigencias de la vida diaria. Sin una base psíquica normal se presentan las enfermedades mentales que afecta la conducta social y moral de las personas conduciéndolos al aislamiento social, faltar a sus actividades diarias como el colegio, la universidad o el trabajo, estimula las autoagresiones, el maltrato y a veces el suicidio.
Un tratamiento adecuado requiere la aceptación del paciente quien siente la necesidad de acudir al psiquiatra para la prescripción de fármacos con acción antidepresiva y al psicólogo para el control psicoterapéutico. La automedicación, el aislamiento, el consumo de alcohol y/o drogas agravan el problema. El tratamiento en centros especializados y calificados por el Ministerio de Salud Pública garantizan la psico rehabilitación, lugares clandestinos tiene consecuencias fatales para los pacientes.