La Fiesta trasciende

Agustín Sánchez

Para interpretar el alcance de lo que conlleva esta columna, es importante conocer que el Parlamento Andino es el órgano cuyo objetivo busca armonizar la legislación de los países Andinos y combatir problemáticas comunes. Precisamente este órgano de integración ha resuelto declarar a la Fiesta de la Fruta y de las Flores, como referente cultural y patrimonio inmaterial de la región Andina, entre otras razones por su riqueza histórica y artística, que configuran la identidad plurinacional, pluricultural y multiétnica del Ecuador y la región Andina. Situación que más allá de su extensión en el contenido, no resulta poca cosa, por el contrario como ambateños y tungurahuenses debe llenarnos de orgullo, obligándonos a pensar en como potencializar una de las mayores riquezas turísticas, históricas y patrimoniales que poseemos.

Desde su origen, nuestra Fiesta de la Fruta y de las Flores, posee una connotación distinta, pues es el reflejo de la capacidad resiliente de quienes habitamos en esta tierra, al no derrotarnos aún ante las peores adversidades, como ante aquel terremoto del 5 de agosto de 1949 que devastó nuestra ciudad. Ese hecho del cual derivó una reconstrucción incansable, conllevó a que en el año 1962, mediante Decreto Ejecutivo 586, el Presidente Carlos Julio Arosemena Monroy, la declare como celebración nacional a nuestra fiesta, homenajeando así a nuestro querido Ambato. Su alcance ha ido superando lo local, llegando a lo nacional pues mediante Acuerdo Ministerial 169 – 09, el Ministerio de Cultura del Ecuador, declaró a la Fiesta de la Fruta y de las Flores como bien perteneciente al Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Ecuatoriano, y actualmente a nivel internacional con la declaratoria a la que se refiere estas líneas.

Si queremos oportunidades para internacionalizar nuestra FFF y atraer turismo, este es un buen motivo, pero el desafío es preparar a los ciudadanos y a la ciudad para recibir turismo nacional e internacional, coordinar acciones con el sector comercial y hotelero, no podemos seguir esperando que la gente por propia iniciativa visite nuestra ciudad en los días de Fiesta, debemos salir a buscar turistas, ofrecer al mundo el maravilloso patrimonio que poseemos, que es digno de admirarse, dinamizando la economía local y convirtiéndonos un destino referente en el carnaval.

Agustín Sánchez

Para interpretar el alcance de lo que conlleva esta columna, es importante conocer que el Parlamento Andino es el órgano cuyo objetivo busca armonizar la legislación de los países Andinos y combatir problemáticas comunes. Precisamente este órgano de integración ha resuelto declarar a la Fiesta de la Fruta y de las Flores, como referente cultural y patrimonio inmaterial de la región Andina, entre otras razones por su riqueza histórica y artística, que configuran la identidad plurinacional, pluricultural y multiétnica del Ecuador y la región Andina. Situación que más allá de su extensión en el contenido, no resulta poca cosa, por el contrario como ambateños y tungurahuenses debe llenarnos de orgullo, obligándonos a pensar en como potencializar una de las mayores riquezas turísticas, históricas y patrimoniales que poseemos.

Desde su origen, nuestra Fiesta de la Fruta y de las Flores, posee una connotación distinta, pues es el reflejo de la capacidad resiliente de quienes habitamos en esta tierra, al no derrotarnos aún ante las peores adversidades, como ante aquel terremoto del 5 de agosto de 1949 que devastó nuestra ciudad. Ese hecho del cual derivó una reconstrucción incansable, conllevó a que en el año 1962, mediante Decreto Ejecutivo 586, el Presidente Carlos Julio Arosemena Monroy, la declare como celebración nacional a nuestra fiesta, homenajeando así a nuestro querido Ambato. Su alcance ha ido superando lo local, llegando a lo nacional pues mediante Acuerdo Ministerial 169 – 09, el Ministerio de Cultura del Ecuador, declaró a la Fiesta de la Fruta y de las Flores como bien perteneciente al Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Ecuatoriano, y actualmente a nivel internacional con la declaratoria a la que se refiere estas líneas.

Si queremos oportunidades para internacionalizar nuestra FFF y atraer turismo, este es un buen motivo, pero el desafío es preparar a los ciudadanos y a la ciudad para recibir turismo nacional e internacional, coordinar acciones con el sector comercial y hotelero, no podemos seguir esperando que la gente por propia iniciativa visite nuestra ciudad en los días de Fiesta, debemos salir a buscar turistas, ofrecer al mundo el maravilloso patrimonio que poseemos, que es digno de admirarse, dinamizando la economía local y convirtiéndonos un destino referente en el carnaval.

Agustín Sánchez

Para interpretar el alcance de lo que conlleva esta columna, es importante conocer que el Parlamento Andino es el órgano cuyo objetivo busca armonizar la legislación de los países Andinos y combatir problemáticas comunes. Precisamente este órgano de integración ha resuelto declarar a la Fiesta de la Fruta y de las Flores, como referente cultural y patrimonio inmaterial de la región Andina, entre otras razones por su riqueza histórica y artística, que configuran la identidad plurinacional, pluricultural y multiétnica del Ecuador y la región Andina. Situación que más allá de su extensión en el contenido, no resulta poca cosa, por el contrario como ambateños y tungurahuenses debe llenarnos de orgullo, obligándonos a pensar en como potencializar una de las mayores riquezas turísticas, históricas y patrimoniales que poseemos.

Desde su origen, nuestra Fiesta de la Fruta y de las Flores, posee una connotación distinta, pues es el reflejo de la capacidad resiliente de quienes habitamos en esta tierra, al no derrotarnos aún ante las peores adversidades, como ante aquel terremoto del 5 de agosto de 1949 que devastó nuestra ciudad. Ese hecho del cual derivó una reconstrucción incansable, conllevó a que en el año 1962, mediante Decreto Ejecutivo 586, el Presidente Carlos Julio Arosemena Monroy, la declare como celebración nacional a nuestra fiesta, homenajeando así a nuestro querido Ambato. Su alcance ha ido superando lo local, llegando a lo nacional pues mediante Acuerdo Ministerial 169 – 09, el Ministerio de Cultura del Ecuador, declaró a la Fiesta de la Fruta y de las Flores como bien perteneciente al Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Ecuatoriano, y actualmente a nivel internacional con la declaratoria a la que se refiere estas líneas.

Si queremos oportunidades para internacionalizar nuestra FFF y atraer turismo, este es un buen motivo, pero el desafío es preparar a los ciudadanos y a la ciudad para recibir turismo nacional e internacional, coordinar acciones con el sector comercial y hotelero, no podemos seguir esperando que la gente por propia iniciativa visite nuestra ciudad en los días de Fiesta, debemos salir a buscar turistas, ofrecer al mundo el maravilloso patrimonio que poseemos, que es digno de admirarse, dinamizando la economía local y convirtiéndonos un destino referente en el carnaval.

Agustín Sánchez

Para interpretar el alcance de lo que conlleva esta columna, es importante conocer que el Parlamento Andino es el órgano cuyo objetivo busca armonizar la legislación de los países Andinos y combatir problemáticas comunes. Precisamente este órgano de integración ha resuelto declarar a la Fiesta de la Fruta y de las Flores, como referente cultural y patrimonio inmaterial de la región Andina, entre otras razones por su riqueza histórica y artística, que configuran la identidad plurinacional, pluricultural y multiétnica del Ecuador y la región Andina. Situación que más allá de su extensión en el contenido, no resulta poca cosa, por el contrario como ambateños y tungurahuenses debe llenarnos de orgullo, obligándonos a pensar en como potencializar una de las mayores riquezas turísticas, históricas y patrimoniales que poseemos.

Desde su origen, nuestra Fiesta de la Fruta y de las Flores, posee una connotación distinta, pues es el reflejo de la capacidad resiliente de quienes habitamos en esta tierra, al no derrotarnos aún ante las peores adversidades, como ante aquel terremoto del 5 de agosto de 1949 que devastó nuestra ciudad. Ese hecho del cual derivó una reconstrucción incansable, conllevó a que en el año 1962, mediante Decreto Ejecutivo 586, el Presidente Carlos Julio Arosemena Monroy, la declare como celebración nacional a nuestra fiesta, homenajeando así a nuestro querido Ambato. Su alcance ha ido superando lo local, llegando a lo nacional pues mediante Acuerdo Ministerial 169 – 09, el Ministerio de Cultura del Ecuador, declaró a la Fiesta de la Fruta y de las Flores como bien perteneciente al Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Ecuatoriano, y actualmente a nivel internacional con la declaratoria a la que se refiere estas líneas.

Si queremos oportunidades para internacionalizar nuestra FFF y atraer turismo, este es un buen motivo, pero el desafío es preparar a los ciudadanos y a la ciudad para recibir turismo nacional e internacional, coordinar acciones con el sector comercial y hotelero, no podemos seguir esperando que la gente por propia iniciativa visite nuestra ciudad en los días de Fiesta, debemos salir a buscar turistas, ofrecer al mundo el maravilloso patrimonio que poseemos, que es digno de admirarse, dinamizando la economía local y convirtiéndonos un destino referente en el carnaval.