La navidad, misterio que conmueve la existencia humana

Zoila Isabel Loyola Román

La historia de Jesús es la historia de un nacido en la precariedad, de una familia sin trabajo, sin futuro, lo que ahora sería nacer en cualquier barrio marginal o debajo de un puente, en un pueblo cuyos gobernantes tiránicos matan inocentes, “crucifican” rebeldes por considerarlos peligrosos, en un país en donde no hay trabajo y por eso, las familias tienen que migrar y refugiarse en otros países como exiliados. La historia de la Navidad tiene presencia encarnada y se repite en el tiempo. Siendo siempre actual.

“No teman, porque les traigo una buena noticia: hoy les ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,9-11) ¿cómo abandonar el temor? Si no cesan las guerras, el sufrimiento humano, miles de familias, miles de personas destruidas, soledad, tristeza, miedo… en todas partes. Tu único mundo, ¡Oh Dios!, retaceado, dividido, explotadores y explotados, ricos y pobres, pobres cada vez más y más pobres, desesperanza, vergüenza, la muerte asesinando impunemente a la vida, hambre, inmensa hambre y sed de justicia, de verdad, de libertad, de ternura…

¿Qué significa este acontecimiento? ¡No lo entiendo!, porque para entenderlo habría que empezar leyéndolo de reverso, y entendiéndolo desde la lógica de Cristo, en donde lo insignificante a los ojos humanos, es amado profundamente por él y por lo tanto tiene valor infinito en su corazón.

Permitamos que ese Dios-Niño, venga al mundo en el seno de una familia simple y sencilla, ¡una familia como la nuestra! Mientras nosotros hacemos una oración, por un mundo r, más justo, más amoroso, más humano. Y veremos cómo se ilumina todo, cómo cambia todo y todo es mejor Solo entonces serán tierras nuevas y cielos nuevos y nosotros habitaremos esos sueños. ¡Feliz Navidad! (O)

[email protected]

Zoila Isabel Loyola Román

La historia de Jesús es la historia de un nacido en la precariedad, de una familia sin trabajo, sin futuro, lo que ahora sería nacer en cualquier barrio marginal o debajo de un puente, en un pueblo cuyos gobernantes tiránicos matan inocentes, “crucifican” rebeldes por considerarlos peligrosos, en un país en donde no hay trabajo y por eso, las familias tienen que migrar y refugiarse en otros países como exiliados. La historia de la Navidad tiene presencia encarnada y se repite en el tiempo. Siendo siempre actual.

“No teman, porque les traigo una buena noticia: hoy les ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,9-11) ¿cómo abandonar el temor? Si no cesan las guerras, el sufrimiento humano, miles de familias, miles de personas destruidas, soledad, tristeza, miedo… en todas partes. Tu único mundo, ¡Oh Dios!, retaceado, dividido, explotadores y explotados, ricos y pobres, pobres cada vez más y más pobres, desesperanza, vergüenza, la muerte asesinando impunemente a la vida, hambre, inmensa hambre y sed de justicia, de verdad, de libertad, de ternura…

¿Qué significa este acontecimiento? ¡No lo entiendo!, porque para entenderlo habría que empezar leyéndolo de reverso, y entendiéndolo desde la lógica de Cristo, en donde lo insignificante a los ojos humanos, es amado profundamente por él y por lo tanto tiene valor infinito en su corazón.

Permitamos que ese Dios-Niño, venga al mundo en el seno de una familia simple y sencilla, ¡una familia como la nuestra! Mientras nosotros hacemos una oración, por un mundo r, más justo, más amoroso, más humano. Y veremos cómo se ilumina todo, cómo cambia todo y todo es mejor Solo entonces serán tierras nuevas y cielos nuevos y nosotros habitaremos esos sueños. ¡Feliz Navidad! (O)

[email protected]

Zoila Isabel Loyola Román

La historia de Jesús es la historia de un nacido en la precariedad, de una familia sin trabajo, sin futuro, lo que ahora sería nacer en cualquier barrio marginal o debajo de un puente, en un pueblo cuyos gobernantes tiránicos matan inocentes, “crucifican” rebeldes por considerarlos peligrosos, en un país en donde no hay trabajo y por eso, las familias tienen que migrar y refugiarse en otros países como exiliados. La historia de la Navidad tiene presencia encarnada y se repite en el tiempo. Siendo siempre actual.

“No teman, porque les traigo una buena noticia: hoy les ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,9-11) ¿cómo abandonar el temor? Si no cesan las guerras, el sufrimiento humano, miles de familias, miles de personas destruidas, soledad, tristeza, miedo… en todas partes. Tu único mundo, ¡Oh Dios!, retaceado, dividido, explotadores y explotados, ricos y pobres, pobres cada vez más y más pobres, desesperanza, vergüenza, la muerte asesinando impunemente a la vida, hambre, inmensa hambre y sed de justicia, de verdad, de libertad, de ternura…

¿Qué significa este acontecimiento? ¡No lo entiendo!, porque para entenderlo habría que empezar leyéndolo de reverso, y entendiéndolo desde la lógica de Cristo, en donde lo insignificante a los ojos humanos, es amado profundamente por él y por lo tanto tiene valor infinito en su corazón.

Permitamos que ese Dios-Niño, venga al mundo en el seno de una familia simple y sencilla, ¡una familia como la nuestra! Mientras nosotros hacemos una oración, por un mundo r, más justo, más amoroso, más humano. Y veremos cómo se ilumina todo, cómo cambia todo y todo es mejor Solo entonces serán tierras nuevas y cielos nuevos y nosotros habitaremos esos sueños. ¡Feliz Navidad! (O)

[email protected]

Zoila Isabel Loyola Román

La historia de Jesús es la historia de un nacido en la precariedad, de una familia sin trabajo, sin futuro, lo que ahora sería nacer en cualquier barrio marginal o debajo de un puente, en un pueblo cuyos gobernantes tiránicos matan inocentes, “crucifican” rebeldes por considerarlos peligrosos, en un país en donde no hay trabajo y por eso, las familias tienen que migrar y refugiarse en otros países como exiliados. La historia de la Navidad tiene presencia encarnada y se repite en el tiempo. Siendo siempre actual.

“No teman, porque les traigo una buena noticia: hoy les ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,9-11) ¿cómo abandonar el temor? Si no cesan las guerras, el sufrimiento humano, miles de familias, miles de personas destruidas, soledad, tristeza, miedo… en todas partes. Tu único mundo, ¡Oh Dios!, retaceado, dividido, explotadores y explotados, ricos y pobres, pobres cada vez más y más pobres, desesperanza, vergüenza, la muerte asesinando impunemente a la vida, hambre, inmensa hambre y sed de justicia, de verdad, de libertad, de ternura…

¿Qué significa este acontecimiento? ¡No lo entiendo!, porque para entenderlo habría que empezar leyéndolo de reverso, y entendiéndolo desde la lógica de Cristo, en donde lo insignificante a los ojos humanos, es amado profundamente por él y por lo tanto tiene valor infinito en su corazón.

Permitamos que ese Dios-Niño, venga al mundo en el seno de una familia simple y sencilla, ¡una familia como la nuestra! Mientras nosotros hacemos una oración, por un mundo r, más justo, más amoroso, más humano. Y veremos cómo se ilumina todo, cómo cambia todo y todo es mejor Solo entonces serán tierras nuevas y cielos nuevos y nosotros habitaremos esos sueños. ¡Feliz Navidad! (O)

[email protected]