Por: Remo Cornejo Luque
La nochebuena es para muchas personas un reencuentro familiar, un nuevo momento de alegría con amigos, lleno de armonía y tranquilidad, de intercambio de regalos. Un espacio de reflexión para superar desavenencias entre los seres queridos y mirar con optimismo el nuevo año.
Para los cristianos es el nacimiento de Jesucristo, es la devoción del nuevo evangelio. Es el reencuentro con su paz interior, con ese ser divino capaz de perdonar sus pecados y augurarle esperanzas de acceder al reino celestial… Todas las religiones te brindan el porvenir fuera de lo terrenal.
Para mí, la nochebuena debe ser que nadie se acueste con el estómago vacío. Debe ser una noche más, con alegría y en un ambiente de equidad social, de risas y ensueños, donde la convivencia familiar y barrial sea motivo para estrechar, aún más, los lazos de hermandad y fraternidad por mejores días en vida.
Lamentablemente, los gobernantes no se preocupan por el ser humano, aunque lo reciten. Ellos priorizan el capital y con ello las políticas neoliberales que favorecen a grupos económicos de élite. En el mundo tan solo el 0.7% de la población posee el 45.2% de la riqueza global. Se fomentan las guerras y las desigualdades sociales.
El presidente Moreno, obsecuente al FMI, no resuelve el problema del desempleo, la inseguridad, la corrupción, el pago a los jubilados, etc. Recorta dineros para el área social y mantiene compromisos de altos pagos con la deuda pública. No acoge la propuesta del FUT sobre incremento salarial de $ 98… Esto es una muestra de las noches malas que seguimos viviendo.
Tras el anuncio gubernamental de persistir en la eliminación de los subsidios a los combustibles y por reformas laborales, el 2020 pinta como un año de organización y resistencia social. (O)
Por: Remo Cornejo Luque
La nochebuena es para muchas personas un reencuentro familiar, un nuevo momento de alegría con amigos, lleno de armonía y tranquilidad, de intercambio de regalos. Un espacio de reflexión para superar desavenencias entre los seres queridos y mirar con optimismo el nuevo año.
Para los cristianos es el nacimiento de Jesucristo, es la devoción del nuevo evangelio. Es el reencuentro con su paz interior, con ese ser divino capaz de perdonar sus pecados y augurarle esperanzas de acceder al reino celestial… Todas las religiones te brindan el porvenir fuera de lo terrenal.
Para mí, la nochebuena debe ser que nadie se acueste con el estómago vacío. Debe ser una noche más, con alegría y en un ambiente de equidad social, de risas y ensueños, donde la convivencia familiar y barrial sea motivo para estrechar, aún más, los lazos de hermandad y fraternidad por mejores días en vida.
Lamentablemente, los gobernantes no se preocupan por el ser humano, aunque lo reciten. Ellos priorizan el capital y con ello las políticas neoliberales que favorecen a grupos económicos de élite. En el mundo tan solo el 0.7% de la población posee el 45.2% de la riqueza global. Se fomentan las guerras y las desigualdades sociales.
El presidente Moreno, obsecuente al FMI, no resuelve el problema del desempleo, la inseguridad, la corrupción, el pago a los jubilados, etc. Recorta dineros para el área social y mantiene compromisos de altos pagos con la deuda pública. No acoge la propuesta del FUT sobre incremento salarial de $ 98… Esto es una muestra de las noches malas que seguimos viviendo.
Tras el anuncio gubernamental de persistir en la eliminación de los subsidios a los combustibles y por reformas laborales, el 2020 pinta como un año de organización y resistencia social. (O)
Por: Remo Cornejo Luque
La nochebuena es para muchas personas un reencuentro familiar, un nuevo momento de alegría con amigos, lleno de armonía y tranquilidad, de intercambio de regalos. Un espacio de reflexión para superar desavenencias entre los seres queridos y mirar con optimismo el nuevo año.
Para los cristianos es el nacimiento de Jesucristo, es la devoción del nuevo evangelio. Es el reencuentro con su paz interior, con ese ser divino capaz de perdonar sus pecados y augurarle esperanzas de acceder al reino celestial… Todas las religiones te brindan el porvenir fuera de lo terrenal.
Para mí, la nochebuena debe ser que nadie se acueste con el estómago vacío. Debe ser una noche más, con alegría y en un ambiente de equidad social, de risas y ensueños, donde la convivencia familiar y barrial sea motivo para estrechar, aún más, los lazos de hermandad y fraternidad por mejores días en vida.
Lamentablemente, los gobernantes no se preocupan por el ser humano, aunque lo reciten. Ellos priorizan el capital y con ello las políticas neoliberales que favorecen a grupos económicos de élite. En el mundo tan solo el 0.7% de la población posee el 45.2% de la riqueza global. Se fomentan las guerras y las desigualdades sociales.
El presidente Moreno, obsecuente al FMI, no resuelve el problema del desempleo, la inseguridad, la corrupción, el pago a los jubilados, etc. Recorta dineros para el área social y mantiene compromisos de altos pagos con la deuda pública. No acoge la propuesta del FUT sobre incremento salarial de $ 98… Esto es una muestra de las noches malas que seguimos viviendo.
Tras el anuncio gubernamental de persistir en la eliminación de los subsidios a los combustibles y por reformas laborales, el 2020 pinta como un año de organización y resistencia social. (O)
Por: Remo Cornejo Luque
La nochebuena es para muchas personas un reencuentro familiar, un nuevo momento de alegría con amigos, lleno de armonía y tranquilidad, de intercambio de regalos. Un espacio de reflexión para superar desavenencias entre los seres queridos y mirar con optimismo el nuevo año.
Para los cristianos es el nacimiento de Jesucristo, es la devoción del nuevo evangelio. Es el reencuentro con su paz interior, con ese ser divino capaz de perdonar sus pecados y augurarle esperanzas de acceder al reino celestial… Todas las religiones te brindan el porvenir fuera de lo terrenal.
Para mí, la nochebuena debe ser que nadie se acueste con el estómago vacío. Debe ser una noche más, con alegría y en un ambiente de equidad social, de risas y ensueños, donde la convivencia familiar y barrial sea motivo para estrechar, aún más, los lazos de hermandad y fraternidad por mejores días en vida.
Lamentablemente, los gobernantes no se preocupan por el ser humano, aunque lo reciten. Ellos priorizan el capital y con ello las políticas neoliberales que favorecen a grupos económicos de élite. En el mundo tan solo el 0.7% de la población posee el 45.2% de la riqueza global. Se fomentan las guerras y las desigualdades sociales.
El presidente Moreno, obsecuente al FMI, no resuelve el problema del desempleo, la inseguridad, la corrupción, el pago a los jubilados, etc. Recorta dineros para el área social y mantiene compromisos de altos pagos con la deuda pública. No acoge la propuesta del FUT sobre incremento salarial de $ 98… Esto es una muestra de las noches malas que seguimos viviendo.
Tras el anuncio gubernamental de persistir en la eliminación de los subsidios a los combustibles y por reformas laborales, el 2020 pinta como un año de organización y resistencia social. (O)