Todos unidos de una vez

Es este un tiempo de “dar buenas nuevas a los pobres”, de “sanar a los quebrantados de corazón” y, además, “poner en libertad a los oprimidos”. Esas fueron algunas de las premisas de la vida del hombre cuyo natalicio recordamos. No hay que olvidar que Jesús, el hijo de un carpintero al que en Occidente las mayorías veneran, tenía eesos principios para su actuación y sus mensajes.

Los himnos y melodías tradicionales de estas fechas llaman a la paz, la solidaridad y el amor al prójimo. En medio del feriado que disfrutamos la noche de hoy, mientras está la familia sentada alrededor de la mesa, estgas ideas deberían animar la conversación y permear el ambiente en los hogares. Y esa actitud y el espíritu que la anima es imprescindible que se extiendan a toda la sociedad.

Se necesita un cambio, en primer lugar, en los gobernantes, en las funciones del Estado, pero se también en todos y cada uno de nosotros. Los ciudadanos estamos obligados a hacer para que ese cambio se concrete. Lo imprescindible de esa transformación es lo que subyace en el tiempo de Navidad, que tiene ahora su momento culminante. La verdad de la mano de la justicia debe poner en orden la casa de todos.

A muchos de nuestros conciudadanos se los puede reunir, pero casi nunca unir. Es parte de nuestra idiosincrasia en todo asunto bogar cada uno por su lado, para ver qué se saca de beneficio y a cuál adversario se le pone contra las cuerdas. Es triste que nuestra sociedad tenga que, una vez más, luchar por adecentar al Estado que debería ser su escudo.


Quien no castiga el mal, ordena que se haga. Leonardo Da Vinci Pintor, escultor e inventor italiano (1452-1519)

Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos”. Jacinto Benavente Dramaturgo español (1866-1954).

Es este un tiempo de “dar buenas nuevas a los pobres”, de “sanar a los quebrantados de corazón” y, además, “poner en libertad a los oprimidos”. Esas fueron algunas de las premisas de la vida del hombre cuyo natalicio recordamos. No hay que olvidar que Jesús, el hijo de un carpintero al que en Occidente las mayorías veneran, tenía eesos principios para su actuación y sus mensajes.

Los himnos y melodías tradicionales de estas fechas llaman a la paz, la solidaridad y el amor al prójimo. En medio del feriado que disfrutamos la noche de hoy, mientras está la familia sentada alrededor de la mesa, estgas ideas deberían animar la conversación y permear el ambiente en los hogares. Y esa actitud y el espíritu que la anima es imprescindible que se extiendan a toda la sociedad.

Se necesita un cambio, en primer lugar, en los gobernantes, en las funciones del Estado, pero se también en todos y cada uno de nosotros. Los ciudadanos estamos obligados a hacer para que ese cambio se concrete. Lo imprescindible de esa transformación es lo que subyace en el tiempo de Navidad, que tiene ahora su momento culminante. La verdad de la mano de la justicia debe poner en orden la casa de todos.

A muchos de nuestros conciudadanos se los puede reunir, pero casi nunca unir. Es parte de nuestra idiosincrasia en todo asunto bogar cada uno por su lado, para ver qué se saca de beneficio y a cuál adversario se le pone contra las cuerdas. Es triste que nuestra sociedad tenga que, una vez más, luchar por adecentar al Estado que debería ser su escudo.


Quien no castiga el mal, ordena que se haga. Leonardo Da Vinci Pintor, escultor e inventor italiano (1452-1519)

Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos”. Jacinto Benavente Dramaturgo español (1866-1954).

Es este un tiempo de “dar buenas nuevas a los pobres”, de “sanar a los quebrantados de corazón” y, además, “poner en libertad a los oprimidos”. Esas fueron algunas de las premisas de la vida del hombre cuyo natalicio recordamos. No hay que olvidar que Jesús, el hijo de un carpintero al que en Occidente las mayorías veneran, tenía eesos principios para su actuación y sus mensajes.

Los himnos y melodías tradicionales de estas fechas llaman a la paz, la solidaridad y el amor al prójimo. En medio del feriado que disfrutamos la noche de hoy, mientras está la familia sentada alrededor de la mesa, estgas ideas deberían animar la conversación y permear el ambiente en los hogares. Y esa actitud y el espíritu que la anima es imprescindible que se extiendan a toda la sociedad.

Se necesita un cambio, en primer lugar, en los gobernantes, en las funciones del Estado, pero se también en todos y cada uno de nosotros. Los ciudadanos estamos obligados a hacer para que ese cambio se concrete. Lo imprescindible de esa transformación es lo que subyace en el tiempo de Navidad, que tiene ahora su momento culminante. La verdad de la mano de la justicia debe poner en orden la casa de todos.

A muchos de nuestros conciudadanos se los puede reunir, pero casi nunca unir. Es parte de nuestra idiosincrasia en todo asunto bogar cada uno por su lado, para ver qué se saca de beneficio y a cuál adversario se le pone contra las cuerdas. Es triste que nuestra sociedad tenga que, una vez más, luchar por adecentar al Estado que debería ser su escudo.


Quien no castiga el mal, ordena que se haga. Leonardo Da Vinci Pintor, escultor e inventor italiano (1452-1519)

Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos”. Jacinto Benavente Dramaturgo español (1866-1954).

Es este un tiempo de “dar buenas nuevas a los pobres”, de “sanar a los quebrantados de corazón” y, además, “poner en libertad a los oprimidos”. Esas fueron algunas de las premisas de la vida del hombre cuyo natalicio recordamos. No hay que olvidar que Jesús, el hijo de un carpintero al que en Occidente las mayorías veneran, tenía eesos principios para su actuación y sus mensajes.

Los himnos y melodías tradicionales de estas fechas llaman a la paz, la solidaridad y el amor al prójimo. En medio del feriado que disfrutamos la noche de hoy, mientras está la familia sentada alrededor de la mesa, estgas ideas deberían animar la conversación y permear el ambiente en los hogares. Y esa actitud y el espíritu que la anima es imprescindible que se extiendan a toda la sociedad.

Se necesita un cambio, en primer lugar, en los gobernantes, en las funciones del Estado, pero se también en todos y cada uno de nosotros. Los ciudadanos estamos obligados a hacer para que ese cambio se concrete. Lo imprescindible de esa transformación es lo que subyace en el tiempo de Navidad, que tiene ahora su momento culminante. La verdad de la mano de la justicia debe poner en orden la casa de todos.

A muchos de nuestros conciudadanos se los puede reunir, pero casi nunca unir. Es parte de nuestra idiosincrasia en todo asunto bogar cada uno por su lado, para ver qué se saca de beneficio y a cuál adversario se le pone contra las cuerdas. Es triste que nuestra sociedad tenga que, una vez más, luchar por adecentar al Estado que debería ser su escudo.


Quien no castiga el mal, ordena que se haga. Leonardo Da Vinci Pintor, escultor e inventor italiano (1452-1519)

Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos”. Jacinto Benavente Dramaturgo español (1866-1954).