Enseñanzas perversas

CARLOS CONCHA JIJÓN

Las escuelas de enseñanza sinfónica, diseñadas y creadas durante diez años, por la robolución ciudadana, configuraron obras musicales mafiosas, que fueron eficientes y magistrales en las orquestas sinfónicas de la corrupción, auspiciadas por su director, quien maniobró delincuencialmente con su batuta mágica de tejes y manejes, llegando con su música perversa de deshonestidad, desde su auditorio presidencial.

Crearon clásicos, diseñados con astucia e inteligencia maléfica, ocultando algún tiempo las partituras clandestinas delictivas y atrevidas, alejadas de todo principio ético- moral, que atribularon la conciencia nacional, dejando a todo el mundo con la boca abierta de espanto inimaginable, rebasando el más impresionante desparpajo.

Las orquestas sinfónica están formadas por al menos ochenta músicos, pero estas ya contaminadas con la perversión, pasaron a ser muchas más, cuando se constituyeron grupos sinfónicos deleznables, llenos de ambición y comportamientos lesivos a los intereses del pueblo, conducta insana, establecida por la corrupción, con partituras lesivas, direccionadas delincuencialmente, en contraposición a las leyes vigentes de la colectividad.

Cambiaron las uñas por garras mefistofélicas, sacando provecho con habilidades reñidas con la justicia y encubiertas bajo el manto denigrante de oscuros intereses, que no fueron detectados a tiempo y hoy cuando salen a la luz los putrefactos ententes de inmoralidad, se determina gracias a las leyes, que en las tramas maquiavélicas detectadas en las investigaciones, aparecen con luz propia, las violaciones a las leyes como:

Cohecho, tráfico de influencias, lavado de activos, enriquecimiento ilícito, sobornos, asociación ilícita, etc., siendo estas las obras musicales sinfónicas o de cámara, ejecutadas magistralmente por el Director de la Orquesta Sinfónica robolucionaria de corrupción y su tropa de obedientes seguidores del inmoral escamoteo.

[email protected]

CARLOS CONCHA JIJÓN

Las escuelas de enseñanza sinfónica, diseñadas y creadas durante diez años, por la robolución ciudadana, configuraron obras musicales mafiosas, que fueron eficientes y magistrales en las orquestas sinfónicas de la corrupción, auspiciadas por su director, quien maniobró delincuencialmente con su batuta mágica de tejes y manejes, llegando con su música perversa de deshonestidad, desde su auditorio presidencial.

Crearon clásicos, diseñados con astucia e inteligencia maléfica, ocultando algún tiempo las partituras clandestinas delictivas y atrevidas, alejadas de todo principio ético- moral, que atribularon la conciencia nacional, dejando a todo el mundo con la boca abierta de espanto inimaginable, rebasando el más impresionante desparpajo.

Las orquestas sinfónica están formadas por al menos ochenta músicos, pero estas ya contaminadas con la perversión, pasaron a ser muchas más, cuando se constituyeron grupos sinfónicos deleznables, llenos de ambición y comportamientos lesivos a los intereses del pueblo, conducta insana, establecida por la corrupción, con partituras lesivas, direccionadas delincuencialmente, en contraposición a las leyes vigentes de la colectividad.

Cambiaron las uñas por garras mefistofélicas, sacando provecho con habilidades reñidas con la justicia y encubiertas bajo el manto denigrante de oscuros intereses, que no fueron detectados a tiempo y hoy cuando salen a la luz los putrefactos ententes de inmoralidad, se determina gracias a las leyes, que en las tramas maquiavélicas detectadas en las investigaciones, aparecen con luz propia, las violaciones a las leyes como:

Cohecho, tráfico de influencias, lavado de activos, enriquecimiento ilícito, sobornos, asociación ilícita, etc., siendo estas las obras musicales sinfónicas o de cámara, ejecutadas magistralmente por el Director de la Orquesta Sinfónica robolucionaria de corrupción y su tropa de obedientes seguidores del inmoral escamoteo.

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CARLOS CONCHA JIJÓN

Las escuelas de enseñanza sinfónica, diseñadas y creadas durante diez años, por la robolución ciudadana, configuraron obras musicales mafiosas, que fueron eficientes y magistrales en las orquestas sinfónicas de la corrupción, auspiciadas por su director, quien maniobró delincuencialmente con su batuta mágica de tejes y manejes, llegando con su música perversa de deshonestidad, desde su auditorio presidencial.

Crearon clásicos, diseñados con astucia e inteligencia maléfica, ocultando algún tiempo las partituras clandestinas delictivas y atrevidas, alejadas de todo principio ético- moral, que atribularon la conciencia nacional, dejando a todo el mundo con la boca abierta de espanto inimaginable, rebasando el más impresionante desparpajo.

Las orquestas sinfónica están formadas por al menos ochenta músicos, pero estas ya contaminadas con la perversión, pasaron a ser muchas más, cuando se constituyeron grupos sinfónicos deleznables, llenos de ambición y comportamientos lesivos a los intereses del pueblo, conducta insana, establecida por la corrupción, con partituras lesivas, direccionadas delincuencialmente, en contraposición a las leyes vigentes de la colectividad.

Cambiaron las uñas por garras mefistofélicas, sacando provecho con habilidades reñidas con la justicia y encubiertas bajo el manto denigrante de oscuros intereses, que no fueron detectados a tiempo y hoy cuando salen a la luz los putrefactos ententes de inmoralidad, se determina gracias a las leyes, que en las tramas maquiavélicas detectadas en las investigaciones, aparecen con luz propia, las violaciones a las leyes como:

Cohecho, tráfico de influencias, lavado de activos, enriquecimiento ilícito, sobornos, asociación ilícita, etc., siendo estas las obras musicales sinfónicas o de cámara, ejecutadas magistralmente por el Director de la Orquesta Sinfónica robolucionaria de corrupción y su tropa de obedientes seguidores del inmoral escamoteo.

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Las escuelas de enseñanza sinfónica, diseñadas y creadas durante diez años, por la robolución ciudadana, configuraron obras musicales mafiosas, que fueron eficientes y magistrales en las orquestas sinfónicas de la corrupción, auspiciadas por su director, quien maniobró delincuencialmente con su batuta mágica de tejes y manejes, llegando con su música perversa de deshonestidad, desde su auditorio presidencial.

Crearon clásicos, diseñados con astucia e inteligencia maléfica, ocultando algún tiempo las partituras clandestinas delictivas y atrevidas, alejadas de todo principio ético- moral, que atribularon la conciencia nacional, dejando a todo el mundo con la boca abierta de espanto inimaginable, rebasando el más impresionante desparpajo.

Las orquestas sinfónica están formadas por al menos ochenta músicos, pero estas ya contaminadas con la perversión, pasaron a ser muchas más, cuando se constituyeron grupos sinfónicos deleznables, llenos de ambición y comportamientos lesivos a los intereses del pueblo, conducta insana, establecida por la corrupción, con partituras lesivas, direccionadas delincuencialmente, en contraposición a las leyes vigentes de la colectividad.

Cambiaron las uñas por garras mefistofélicas, sacando provecho con habilidades reñidas con la justicia y encubiertas bajo el manto denigrante de oscuros intereses, que no fueron detectados a tiempo y hoy cuando salen a la luz los putrefactos ententes de inmoralidad, se determina gracias a las leyes, que en las tramas maquiavélicas detectadas en las investigaciones, aparecen con luz propia, las violaciones a las leyes como:

Cohecho, tráfico de influencias, lavado de activos, enriquecimiento ilícito, sobornos, asociación ilícita, etc., siendo estas las obras musicales sinfónicas o de cámara, ejecutadas magistralmente por el Director de la Orquesta Sinfónica robolucionaria de corrupción y su tropa de obedientes seguidores del inmoral escamoteo.

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