15 recomendaciones para dar sostenibilidad a largo plazo al Fondo de Pensiones

OBJETIVO. Se debe asegurar que se siga pagando las jubilaciones.
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OBJETIVO. Se debe asegurar que se siga pagando las jubilaciones.
OBJETIVO. Se debe asegurar que se siga pagando las jubilaciones.
OBJETIVO. Se debe asegurar que se siga pagando las jubilaciones.
OBJETIVO. Se debe asegurar que se siga pagando las jubilaciones.
OBJETIVO. Se debe asegurar que se siga pagando las jubilaciones.
OBJETIVO. Se debe asegurar que se siga pagando las jubilaciones.

Incluso en el escenario más positivo, con aporte estatales completos y buena rentabilidad de las inversiones, el Fondo de Pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) acumularía un déficit de, al menos, 4.551 millones de dólares en 2053. Además, la pensión pasaría de representar el 86% al 69% del sueldo promedio. Ese déficit podría superar los 70.000 millones en el escenario más pesimista.

Para evitar un futuro de menores pensiones y poca sostenibilidad del Fondo, el estudio actuarial presentando la semana pasada incluye varias acciones que debería implementarse en el corto y mediano plazo. (JS)

Acciones que se deben tomar

1.- Establecer una tasa única de aportación tanto de la contribución personal como patronal pública y privada. Los privados pagan un personal del 9,45% y patronal del 11,15%. En la pública el personal es del 9,45% y el patronal es del 9,15%.

2.- El Biess debe transparentar las políticas de administración de portafolio, incluyendo mejoras en la gestión del riesgo y diversificación, con el fin de que el rendimiento sea de al menos el 6%.

3.- Actualizar el valor de los bienes inmuebles de propiedad del Fondo a precios del mercado, de tal forma que en los estados financieros se refleje el verdadero valor, proceder a la venta de propiedades improductivas. Paúl Granda, presidente del Consejo Directivo del IESS, reconoció que hay más de 1.300 bienes que se busca registrar con exactitud.

4.- Exigir que el Estado transfiera el 40% para el pago de las pensiones, evitando la generación de cuentas por cobrar y los costos de oportunidad que esto ocasiona. La asignación llega al 28%, con lo que desde 2024 se volvería a meter mano a los ahorros del Fondo para pagar pensiones. El no pago del aporte estatal y la disminución del aporte provocaron una pérdida de $8.900 millones entre 2015 y 2018.

5.- Generar un mecanismo eficiente para identificar los tipos de invalidez y discapacidad, resultado de accidentes laborales y enfermedades.

6.- Analizar las condiciones de edad y aportación que ahora se consideran para acceder a una pensión, tomando en cuenta la evolución de la esperanza de vida y la sostenibilidad del Fondo. La opción sería generar incentivos para que las personas se jubilen entre 3 y 4 años más tarde de los 60 años.

7.- Revisar los coeficientes de sustitución para determinar el valor mensual de las pensiones, para incentivar la jubilación a mayor edad.

8.- Ajustar la base de cálculo de la pensión de manera que se otorguen prestaciones proporcionalmente justas, acorde con todas las aportaciones del historial laboral.

9.- Las jubilaciones especiales deben ser administradas de forma separada y contar con su propia fuente de financiamiento.

10.- Incrementar los aportes para financiamiento de pensiones del seguro de invalidez, vejez y muerte. En el escenario más optimista, los aportes deberán, de manera gradual, subir un 1%. Pero si se mantiene la contribución parcial del Estado, la tasa deberá subir 3,34%.

11.- Analizar los efectos de la remisión de intereses por los aportes no cancelados oportunamente.

12.- Intensificar el control de la elusión y evasión de aportes, a fin de que se cotice sobre todos los ingresos que constituyen la materia gravada, como el pago sobre las horas extraordinarias y suplementarias.

13.- Ante el incremento de pensionistas por discapacidad, se sugiere establecer mecanismos más efectivos para conceder la prestación, considerando que la protección es efectiva cuando el afiliado no es capaz de generar ingresos.

14.- Las unidades de negocio del IESS deben depurar sus bases de datos a fin de que sean consistentes.

15.- Gestionar ante la Superintendencia de Bancos un nuevo catálogo de cuentas que refleje los gastos e ingresos Fondo de Pensiones, pero con mayor detalle.

Incluso en el escenario más positivo, con aporte estatales completos y buena rentabilidad de las inversiones, el Fondo de Pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) acumularía un déficit de, al menos, 4.551 millones de dólares en 2053. Además, la pensión pasaría de representar el 86% al 69% del sueldo promedio. Ese déficit podría superar los 70.000 millones en el escenario más pesimista.

Para evitar un futuro de menores pensiones y poca sostenibilidad del Fondo, el estudio actuarial presentando la semana pasada incluye varias acciones que debería implementarse en el corto y mediano plazo. (JS)

Acciones que se deben tomar

1.- Establecer una tasa única de aportación tanto de la contribución personal como patronal pública y privada. Los privados pagan un personal del 9,45% y patronal del 11,15%. En la pública el personal es del 9,45% y el patronal es del 9,15%.

2.- El Biess debe transparentar las políticas de administración de portafolio, incluyendo mejoras en la gestión del riesgo y diversificación, con el fin de que el rendimiento sea de al menos el 6%.

3.- Actualizar el valor de los bienes inmuebles de propiedad del Fondo a precios del mercado, de tal forma que en los estados financieros se refleje el verdadero valor, proceder a la venta de propiedades improductivas. Paúl Granda, presidente del Consejo Directivo del IESS, reconoció que hay más de 1.300 bienes que se busca registrar con exactitud.

4.- Exigir que el Estado transfiera el 40% para el pago de las pensiones, evitando la generación de cuentas por cobrar y los costos de oportunidad que esto ocasiona. La asignación llega al 28%, con lo que desde 2024 se volvería a meter mano a los ahorros del Fondo para pagar pensiones. El no pago del aporte estatal y la disminución del aporte provocaron una pérdida de $8.900 millones entre 2015 y 2018.

5.- Generar un mecanismo eficiente para identificar los tipos de invalidez y discapacidad, resultado de accidentes laborales y enfermedades.

6.- Analizar las condiciones de edad y aportación que ahora se consideran para acceder a una pensión, tomando en cuenta la evolución de la esperanza de vida y la sostenibilidad del Fondo. La opción sería generar incentivos para que las personas se jubilen entre 3 y 4 años más tarde de los 60 años.

7.- Revisar los coeficientes de sustitución para determinar el valor mensual de las pensiones, para incentivar la jubilación a mayor edad.

8.- Ajustar la base de cálculo de la pensión de manera que se otorguen prestaciones proporcionalmente justas, acorde con todas las aportaciones del historial laboral.

9.- Las jubilaciones especiales deben ser administradas de forma separada y contar con su propia fuente de financiamiento.

10.- Incrementar los aportes para financiamiento de pensiones del seguro de invalidez, vejez y muerte. En el escenario más optimista, los aportes deberán, de manera gradual, subir un 1%. Pero si se mantiene la contribución parcial del Estado, la tasa deberá subir 3,34%.

11.- Analizar los efectos de la remisión de intereses por los aportes no cancelados oportunamente.

12.- Intensificar el control de la elusión y evasión de aportes, a fin de que se cotice sobre todos los ingresos que constituyen la materia gravada, como el pago sobre las horas extraordinarias y suplementarias.

13.- Ante el incremento de pensionistas por discapacidad, se sugiere establecer mecanismos más efectivos para conceder la prestación, considerando que la protección es efectiva cuando el afiliado no es capaz de generar ingresos.

14.- Las unidades de negocio del IESS deben depurar sus bases de datos a fin de que sean consistentes.

15.- Gestionar ante la Superintendencia de Bancos un nuevo catálogo de cuentas que refleje los gastos e ingresos Fondo de Pensiones, pero con mayor detalle.

Incluso en el escenario más positivo, con aporte estatales completos y buena rentabilidad de las inversiones, el Fondo de Pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) acumularía un déficit de, al menos, 4.551 millones de dólares en 2053. Además, la pensión pasaría de representar el 86% al 69% del sueldo promedio. Ese déficit podría superar los 70.000 millones en el escenario más pesimista.

Para evitar un futuro de menores pensiones y poca sostenibilidad del Fondo, el estudio actuarial presentando la semana pasada incluye varias acciones que debería implementarse en el corto y mediano plazo. (JS)

Acciones que se deben tomar

1.- Establecer una tasa única de aportación tanto de la contribución personal como patronal pública y privada. Los privados pagan un personal del 9,45% y patronal del 11,15%. En la pública el personal es del 9,45% y el patronal es del 9,15%.

2.- El Biess debe transparentar las políticas de administración de portafolio, incluyendo mejoras en la gestión del riesgo y diversificación, con el fin de que el rendimiento sea de al menos el 6%.

3.- Actualizar el valor de los bienes inmuebles de propiedad del Fondo a precios del mercado, de tal forma que en los estados financieros se refleje el verdadero valor, proceder a la venta de propiedades improductivas. Paúl Granda, presidente del Consejo Directivo del IESS, reconoció que hay más de 1.300 bienes que se busca registrar con exactitud.

4.- Exigir que el Estado transfiera el 40% para el pago de las pensiones, evitando la generación de cuentas por cobrar y los costos de oportunidad que esto ocasiona. La asignación llega al 28%, con lo que desde 2024 se volvería a meter mano a los ahorros del Fondo para pagar pensiones. El no pago del aporte estatal y la disminución del aporte provocaron una pérdida de $8.900 millones entre 2015 y 2018.

5.- Generar un mecanismo eficiente para identificar los tipos de invalidez y discapacidad, resultado de accidentes laborales y enfermedades.

6.- Analizar las condiciones de edad y aportación que ahora se consideran para acceder a una pensión, tomando en cuenta la evolución de la esperanza de vida y la sostenibilidad del Fondo. La opción sería generar incentivos para que las personas se jubilen entre 3 y 4 años más tarde de los 60 años.

7.- Revisar los coeficientes de sustitución para determinar el valor mensual de las pensiones, para incentivar la jubilación a mayor edad.

8.- Ajustar la base de cálculo de la pensión de manera que se otorguen prestaciones proporcionalmente justas, acorde con todas las aportaciones del historial laboral.

9.- Las jubilaciones especiales deben ser administradas de forma separada y contar con su propia fuente de financiamiento.

10.- Incrementar los aportes para financiamiento de pensiones del seguro de invalidez, vejez y muerte. En el escenario más optimista, los aportes deberán, de manera gradual, subir un 1%. Pero si se mantiene la contribución parcial del Estado, la tasa deberá subir 3,34%.

11.- Analizar los efectos de la remisión de intereses por los aportes no cancelados oportunamente.

12.- Intensificar el control de la elusión y evasión de aportes, a fin de que se cotice sobre todos los ingresos que constituyen la materia gravada, como el pago sobre las horas extraordinarias y suplementarias.

13.- Ante el incremento de pensionistas por discapacidad, se sugiere establecer mecanismos más efectivos para conceder la prestación, considerando que la protección es efectiva cuando el afiliado no es capaz de generar ingresos.

14.- Las unidades de negocio del IESS deben depurar sus bases de datos a fin de que sean consistentes.

15.- Gestionar ante la Superintendencia de Bancos un nuevo catálogo de cuentas que refleje los gastos e ingresos Fondo de Pensiones, pero con mayor detalle.

Incluso en el escenario más positivo, con aporte estatales completos y buena rentabilidad de las inversiones, el Fondo de Pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) acumularía un déficit de, al menos, 4.551 millones de dólares en 2053. Además, la pensión pasaría de representar el 86% al 69% del sueldo promedio. Ese déficit podría superar los 70.000 millones en el escenario más pesimista.

Para evitar un futuro de menores pensiones y poca sostenibilidad del Fondo, el estudio actuarial presentando la semana pasada incluye varias acciones que debería implementarse en el corto y mediano plazo. (JS)

Acciones que se deben tomar

1.- Establecer una tasa única de aportación tanto de la contribución personal como patronal pública y privada. Los privados pagan un personal del 9,45% y patronal del 11,15%. En la pública el personal es del 9,45% y el patronal es del 9,15%.

2.- El Biess debe transparentar las políticas de administración de portafolio, incluyendo mejoras en la gestión del riesgo y diversificación, con el fin de que el rendimiento sea de al menos el 6%.

3.- Actualizar el valor de los bienes inmuebles de propiedad del Fondo a precios del mercado, de tal forma que en los estados financieros se refleje el verdadero valor, proceder a la venta de propiedades improductivas. Paúl Granda, presidente del Consejo Directivo del IESS, reconoció que hay más de 1.300 bienes que se busca registrar con exactitud.

4.- Exigir que el Estado transfiera el 40% para el pago de las pensiones, evitando la generación de cuentas por cobrar y los costos de oportunidad que esto ocasiona. La asignación llega al 28%, con lo que desde 2024 se volvería a meter mano a los ahorros del Fondo para pagar pensiones. El no pago del aporte estatal y la disminución del aporte provocaron una pérdida de $8.900 millones entre 2015 y 2018.

5.- Generar un mecanismo eficiente para identificar los tipos de invalidez y discapacidad, resultado de accidentes laborales y enfermedades.

6.- Analizar las condiciones de edad y aportación que ahora se consideran para acceder a una pensión, tomando en cuenta la evolución de la esperanza de vida y la sostenibilidad del Fondo. La opción sería generar incentivos para que las personas se jubilen entre 3 y 4 años más tarde de los 60 años.

7.- Revisar los coeficientes de sustitución para determinar el valor mensual de las pensiones, para incentivar la jubilación a mayor edad.

8.- Ajustar la base de cálculo de la pensión de manera que se otorguen prestaciones proporcionalmente justas, acorde con todas las aportaciones del historial laboral.

9.- Las jubilaciones especiales deben ser administradas de forma separada y contar con su propia fuente de financiamiento.

10.- Incrementar los aportes para financiamiento de pensiones del seguro de invalidez, vejez y muerte. En el escenario más optimista, los aportes deberán, de manera gradual, subir un 1%. Pero si se mantiene la contribución parcial del Estado, la tasa deberá subir 3,34%.

11.- Analizar los efectos de la remisión de intereses por los aportes no cancelados oportunamente.

12.- Intensificar el control de la elusión y evasión de aportes, a fin de que se cotice sobre todos los ingresos que constituyen la materia gravada, como el pago sobre las horas extraordinarias y suplementarias.

13.- Ante el incremento de pensionistas por discapacidad, se sugiere establecer mecanismos más efectivos para conceder la prestación, considerando que la protección es efectiva cuando el afiliado no es capaz de generar ingresos.

14.- Las unidades de negocio del IESS deben depurar sus bases de datos a fin de que sean consistentes.

15.- Gestionar ante la Superintendencia de Bancos un nuevo catálogo de cuentas que refleje los gastos e ingresos Fondo de Pensiones, pero con mayor detalle.