A son de testamento

Yadira Torres

El día de despedirse llega, otro año que se va, con la nostalgia que se aleja y la esperanza que vendrá, y; a son de testamento, la opinión llegará; ya que nuestra autoridad no lo quiere auspiciar. Dice no habrá premios, para testamentos ni monigotes, aunque monstruosa e inteligente sea, la habilidad de su creador, a estos hijos les dejo, espíritu de integración, a fin de que no claudiquen, en tiempos de austeridad.

Severas protestas vivimos en mi querido país, manifestando al mundo entero la descomunal inconformidad, rechazando la corrupción y tentáculos de abusos de poder, no faltaron aprovechados, que terrorismo pretendieron sembrar. La razón se empoderó de la fuerza, imponiéndose una vez más, es por esto que les dejo, un 2020 para meditar, elijan bien sus candidatos para la próxima contienda electoral.

Hablando de mi querida tierra, la carretera de siempre dejo, para que maniobren al conducir, y; si nuevas mejoras desean, en esta despedida, una dosis de emprendimiento dejo, para que aflore la autogestión y no suban los impuestos, a cuenta que no hay plata. Si de exigencia se trata, autoridades ustedes tienen, para que las conminen a hablar, como lo hacían en campaña.

La regeneración y sus baldosas un tema de no terminar, aquellas que algunos cuerpos y bolsillos rompieron, para ponerse a funcionar, dejándonos la ilusión de ver una hermosa ciudad. Mas, las susodichas resultaron inseguras, que quieren hacer resbalar, llevando al presidio, a quien las ose cuestionar; es por eso que les dejo, un invisible bozal, para controlar la lengua, y sapiencia para razonar.

A jubilarme no alcancé, mas, los aportes se alargarán, impidiendo descansar. Heredarles más quisiera, pero los caracteres se acortan, apresuro mi voluntad para poderles dejar, deseos de buen vivir para toda la comunidad. (O)

[email protected]

Yadira Torres

El día de despedirse llega, otro año que se va, con la nostalgia que se aleja y la esperanza que vendrá, y; a son de testamento, la opinión llegará; ya que nuestra autoridad no lo quiere auspiciar. Dice no habrá premios, para testamentos ni monigotes, aunque monstruosa e inteligente sea, la habilidad de su creador, a estos hijos les dejo, espíritu de integración, a fin de que no claudiquen, en tiempos de austeridad.

Severas protestas vivimos en mi querido país, manifestando al mundo entero la descomunal inconformidad, rechazando la corrupción y tentáculos de abusos de poder, no faltaron aprovechados, que terrorismo pretendieron sembrar. La razón se empoderó de la fuerza, imponiéndose una vez más, es por esto que les dejo, un 2020 para meditar, elijan bien sus candidatos para la próxima contienda electoral.

Hablando de mi querida tierra, la carretera de siempre dejo, para que maniobren al conducir, y; si nuevas mejoras desean, en esta despedida, una dosis de emprendimiento dejo, para que aflore la autogestión y no suban los impuestos, a cuenta que no hay plata. Si de exigencia se trata, autoridades ustedes tienen, para que las conminen a hablar, como lo hacían en campaña.

La regeneración y sus baldosas un tema de no terminar, aquellas que algunos cuerpos y bolsillos rompieron, para ponerse a funcionar, dejándonos la ilusión de ver una hermosa ciudad. Mas, las susodichas resultaron inseguras, que quieren hacer resbalar, llevando al presidio, a quien las ose cuestionar; es por eso que les dejo, un invisible bozal, para controlar la lengua, y sapiencia para razonar.

A jubilarme no alcancé, mas, los aportes se alargarán, impidiendo descansar. Heredarles más quisiera, pero los caracteres se acortan, apresuro mi voluntad para poderles dejar, deseos de buen vivir para toda la comunidad. (O)

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Yadira Torres

El día de despedirse llega, otro año que se va, con la nostalgia que se aleja y la esperanza que vendrá, y; a son de testamento, la opinión llegará; ya que nuestra autoridad no lo quiere auspiciar. Dice no habrá premios, para testamentos ni monigotes, aunque monstruosa e inteligente sea, la habilidad de su creador, a estos hijos les dejo, espíritu de integración, a fin de que no claudiquen, en tiempos de austeridad.

Severas protestas vivimos en mi querido país, manifestando al mundo entero la descomunal inconformidad, rechazando la corrupción y tentáculos de abusos de poder, no faltaron aprovechados, que terrorismo pretendieron sembrar. La razón se empoderó de la fuerza, imponiéndose una vez más, es por esto que les dejo, un 2020 para meditar, elijan bien sus candidatos para la próxima contienda electoral.

Hablando de mi querida tierra, la carretera de siempre dejo, para que maniobren al conducir, y; si nuevas mejoras desean, en esta despedida, una dosis de emprendimiento dejo, para que aflore la autogestión y no suban los impuestos, a cuenta que no hay plata. Si de exigencia se trata, autoridades ustedes tienen, para que las conminen a hablar, como lo hacían en campaña.

La regeneración y sus baldosas un tema de no terminar, aquellas que algunos cuerpos y bolsillos rompieron, para ponerse a funcionar, dejándonos la ilusión de ver una hermosa ciudad. Mas, las susodichas resultaron inseguras, que quieren hacer resbalar, llevando al presidio, a quien las ose cuestionar; es por eso que les dejo, un invisible bozal, para controlar la lengua, y sapiencia para razonar.

A jubilarme no alcancé, mas, los aportes se alargarán, impidiendo descansar. Heredarles más quisiera, pero los caracteres se acortan, apresuro mi voluntad para poderles dejar, deseos de buen vivir para toda la comunidad. (O)

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Yadira Torres

El día de despedirse llega, otro año que se va, con la nostalgia que se aleja y la esperanza que vendrá, y; a son de testamento, la opinión llegará; ya que nuestra autoridad no lo quiere auspiciar. Dice no habrá premios, para testamentos ni monigotes, aunque monstruosa e inteligente sea, la habilidad de su creador, a estos hijos les dejo, espíritu de integración, a fin de que no claudiquen, en tiempos de austeridad.

Severas protestas vivimos en mi querido país, manifestando al mundo entero la descomunal inconformidad, rechazando la corrupción y tentáculos de abusos de poder, no faltaron aprovechados, que terrorismo pretendieron sembrar. La razón se empoderó de la fuerza, imponiéndose una vez más, es por esto que les dejo, un 2020 para meditar, elijan bien sus candidatos para la próxima contienda electoral.

Hablando de mi querida tierra, la carretera de siempre dejo, para que maniobren al conducir, y; si nuevas mejoras desean, en esta despedida, una dosis de emprendimiento dejo, para que aflore la autogestión y no suban los impuestos, a cuenta que no hay plata. Si de exigencia se trata, autoridades ustedes tienen, para que las conminen a hablar, como lo hacían en campaña.

La regeneración y sus baldosas un tema de no terminar, aquellas que algunos cuerpos y bolsillos rompieron, para ponerse a funcionar, dejándonos la ilusión de ver una hermosa ciudad. Mas, las susodichas resultaron inseguras, que quieren hacer resbalar, llevando al presidio, a quien las ose cuestionar; es por eso que les dejo, un invisible bozal, para controlar la lengua, y sapiencia para razonar.

A jubilarme no alcancé, mas, los aportes se alargarán, impidiendo descansar. Heredarles más quisiera, pero los caracteres se acortan, apresuro mi voluntad para poderles dejar, deseos de buen vivir para toda la comunidad. (O)

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