Hallan vestigios de la cultura Milagro-Quevedo en Paján

TRABAJO. Trabajos de remoción se paralizaron para dar paso a la recuperación de vestigios. (Foto: INPC)
TRABAJO. Trabajos de remoción se paralizaron para dar paso a la recuperación de vestigios. (Foto: INPC)
TRABAJO. Trabajos de remoción se paralizaron para dar paso a la recuperación de vestigios. (Foto: INPC)
TRABAJO. Trabajos de remoción se paralizaron para dar paso a la recuperación de vestigios. (Foto: INPC)
TRABAJO. Trabajos de remoción se paralizaron para dar paso a la recuperación de vestigios. (Foto: INPC)
TRABAJO. Trabajos de remoción se paralizaron para dar paso a la recuperación de vestigios. (Foto: INPC)
TRABAJO. Trabajos de remoción se paralizaron para dar paso a la recuperación de vestigios. (Foto: INPC)
TRABAJO. Trabajos de remoción se paralizaron para dar paso a la recuperación de vestigios. (Foto: INPC)

Entre el 13 y 16 de diciembre de 2019 se recuperaron vestigios arqueológicos que fueron descubiertos en el sector de Caballo Gordo, en Paján (Manabí), mientras maquinaria pesada removía la tierra de una ladera esquinera.

Se encontraron objetos metalúrgicos, cerámicos y una osamenta; vasijas grandes superpuestas y dispuestas verticalmente que forman columnas o ‘chimeneas’ asociadas a la cultura Milagro-Quevedo que habitó las colinas y las cuencas costeras ecuatorianas, entre los años 400 y 1535 después de Cristo, informó el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).

Durante la intervención del equipo del Centro de Investigación e Interpretación Hojas-Jaboncillo, se constató que las urnas no tienen fondo, salvo en sus extremos; y que en la parte inferior de la columna se encontraron los restos óseos y su ajuar asociado.

Técnicas funerarias

Según Juan Jijón, director del Centro de Interpretación, las urnas presentan un sellado de barro en sus extremidades (boca y bordes), una decoración de impresiones digitadas, pastas gruesas de acabado alisado y engobe superficial. Aseguró que “el uso de barro para sellar y unir las urnas permitió brindar la solidez y verticalidad de la columna”.

Mientras que el arqueólogo del INPC, Alejandro Faubla, dijo que gran parte del contenido asociado al encuentro “ya había sido retirado por la Policía forense”. (CM)

Entre el 13 y 16 de diciembre de 2019 se recuperaron vestigios arqueológicos que fueron descubiertos en el sector de Caballo Gordo, en Paján (Manabí), mientras maquinaria pesada removía la tierra de una ladera esquinera.

Se encontraron objetos metalúrgicos, cerámicos y una osamenta; vasijas grandes superpuestas y dispuestas verticalmente que forman columnas o ‘chimeneas’ asociadas a la cultura Milagro-Quevedo que habitó las colinas y las cuencas costeras ecuatorianas, entre los años 400 y 1535 después de Cristo, informó el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).

Durante la intervención del equipo del Centro de Investigación e Interpretación Hojas-Jaboncillo, se constató que las urnas no tienen fondo, salvo en sus extremos; y que en la parte inferior de la columna se encontraron los restos óseos y su ajuar asociado.

Técnicas funerarias

Según Juan Jijón, director del Centro de Interpretación, las urnas presentan un sellado de barro en sus extremidades (boca y bordes), una decoración de impresiones digitadas, pastas gruesas de acabado alisado y engobe superficial. Aseguró que “el uso de barro para sellar y unir las urnas permitió brindar la solidez y verticalidad de la columna”.

Mientras que el arqueólogo del INPC, Alejandro Faubla, dijo que gran parte del contenido asociado al encuentro “ya había sido retirado por la Policía forense”. (CM)

Entre el 13 y 16 de diciembre de 2019 se recuperaron vestigios arqueológicos que fueron descubiertos en el sector de Caballo Gordo, en Paján (Manabí), mientras maquinaria pesada removía la tierra de una ladera esquinera.

Se encontraron objetos metalúrgicos, cerámicos y una osamenta; vasijas grandes superpuestas y dispuestas verticalmente que forman columnas o ‘chimeneas’ asociadas a la cultura Milagro-Quevedo que habitó las colinas y las cuencas costeras ecuatorianas, entre los años 400 y 1535 después de Cristo, informó el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).

Durante la intervención del equipo del Centro de Investigación e Interpretación Hojas-Jaboncillo, se constató que las urnas no tienen fondo, salvo en sus extremos; y que en la parte inferior de la columna se encontraron los restos óseos y su ajuar asociado.

Técnicas funerarias

Según Juan Jijón, director del Centro de Interpretación, las urnas presentan un sellado de barro en sus extremidades (boca y bordes), una decoración de impresiones digitadas, pastas gruesas de acabado alisado y engobe superficial. Aseguró que “el uso de barro para sellar y unir las urnas permitió brindar la solidez y verticalidad de la columna”.

Mientras que el arqueólogo del INPC, Alejandro Faubla, dijo que gran parte del contenido asociado al encuentro “ya había sido retirado por la Policía forense”. (CM)

Entre el 13 y 16 de diciembre de 2019 se recuperaron vestigios arqueológicos que fueron descubiertos en el sector de Caballo Gordo, en Paján (Manabí), mientras maquinaria pesada removía la tierra de una ladera esquinera.

Se encontraron objetos metalúrgicos, cerámicos y una osamenta; vasijas grandes superpuestas y dispuestas verticalmente que forman columnas o ‘chimeneas’ asociadas a la cultura Milagro-Quevedo que habitó las colinas y las cuencas costeras ecuatorianas, entre los años 400 y 1535 después de Cristo, informó el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).

Durante la intervención del equipo del Centro de Investigación e Interpretación Hojas-Jaboncillo, se constató que las urnas no tienen fondo, salvo en sus extremos; y que en la parte inferior de la columna se encontraron los restos óseos y su ajuar asociado.

Técnicas funerarias

Según Juan Jijón, director del Centro de Interpretación, las urnas presentan un sellado de barro en sus extremidades (boca y bordes), una decoración de impresiones digitadas, pastas gruesas de acabado alisado y engobe superficial. Aseguró que “el uso de barro para sellar y unir las urnas permitió brindar la solidez y verticalidad de la columna”.

Mientras que el arqueólogo del INPC, Alejandro Faubla, dijo que gran parte del contenido asociado al encuentro “ya había sido retirado por la Policía forense”. (CM)