‘1917’, la reciente joya del ‘plano secuencia’

PROTAGONISTAS. George MacKay y Dean-Charles Chapman interpretan a los soldados que deben entregar un mensaje.
PROTAGONISTAS. George MacKay y Dean-Charles Chapman interpretan a los soldados que deben entregar un mensaje.

DAVID ALMEIDA GARCÍA

En 1948 el genio Alfred Hitchcock sorprendió al mundo con la milimétrica intriga ‘La soga’, la primera película narrada en lo que se denomina ‘plano secuencia’, una técnica de planificación de rodaje que consiste en la realización de una toma sin cortes durante un tiempo dilatado, pudiendo usar movimientos de cámara y diferentes tamaños de planos y ángulos en el seguimiento de los personajes o en la exposición de un escenario.

Esa técnica se volvió innovadora y le dio a Hitchcock ese ‘mote’ de ‘maestro del cine’. Pero tuvieron que pasar 16 años para que otro se atreviera a realizar una cinta de las mismas características. En 1964 Andy Warhol experimentó con ‘Empire’, en la que el ‘artista pop’ filmó impasiblemente la fachada del mítico edificio Empire State.

Pero no fue hasta 2002 (aunque en 2000 Mike Figgis hizo la olvidable ‘Timecode’) que el plano secuencia ‘revivió’ de una manera artística y sorprendente. El cineasta ruso Aleksandr Sokurov estrenó ese año ‘El arca rusa’, hasta ese entonces la más larga (96 minutos) de la historia con esa técnica.

En 2014 el plano secuencia volvió a ser protagonista gracias al mexicano Alejandro González Iñárritu y su ‘Birdman’, la ganadora del Óscar de ese año y de tres trofeos más, incluyendo a Mejor director.

Ahora ha sido el turno del cineasta británico Sam Mendes, un ganador del Óscar, que esta vez nos sumerge en el horror de un episodio de la espantosa I Guerra Mundial. ‘1917’ es la gran favorita para ganar la estatuilla este 9 de febrero y las razones le sobran, pues le da al plano secuencia dimensiones que, hasta ahora, no habíamos visto.

Realismo con ritmo acelerado
La asombrosa, magistral y espectacular ‘1917’ es un triunfo de la técnica. Su relato es impecable y su historia es sencilla, pues simplemente se trata de la misión de dos soldados de cruzar la línea enemiga para entregar un mensaje. Es pasar del punto A al punto B, solo que, en este caso, ellos corren el riesgo de morir en el camino.

EL DATO
Roger Deakins está a cargo de la fotografía de ‘1917’ y Thomas Newman pone la música.Los detractores de esta joya de Mendes se han quejado de lo simple de su guion, pero eso no es tan importante, pues ‘1917’ no tiene la intensión de ser profunda (aunque sí lo es), sino que su misión es contarnos un episodio de esa guerra y el detalle está en la forma.

Y desde el inicio lo consigue, ya que su poder está en el realismo y la inmersión. El público se ‘convierte’ en la cámara que sigue a los soldados durante su travesía, en la que recorren una trinchera llena de cadáveres enterrados en un fango construido con tierra, lluvia y sangre.

También están otros escenarios, como una casa de campo destruida, caminos con tétricos paisajes devastados o un pueblo en llamas; además de ríos con cadáveres o bosques inertes.

Está ese realismo de las balas que, pareciera, nos van a llegar. Asimismo, esa edición de sonido en la que oímos los silbidos de los proyectiles, el estallido de las minas o morteros, o el latido y llanto de los soldados. Y del diseño de producción, pues solo diremos que es perfecto, ya que es una recreación de las trincheras y de los escenarios devastadores donde ocurrió el conflicto bélico.

Sam Mendes dedica esta película a su abuelo, un sobreviviente de esa guerra que le contó muchas historias.

A continuación, resaltamos otras películas que han hecho del plano secuencia una técnica que merece todos los aplausos.

‘La Soga’ (Alfred Hitchcock, 1948)
° Es la primera en usar el plano secuencia. En realidad, esta cinta se narra en ocho planos, todos ellos milimétricamente medidos, pues en esos años los rollos duraban 10 minutos y Hitchcock, junto con los actores James Stewart, John Dall o Farley Granger, se las ingeniaron para calzar con todas las tomas, pero no todo salió bien, pues se notan algunos cortes.

‘El arca rusa’ (Aleksandr Sokurov, 2002)
° Es la primera que, sin hacer trampas, nos deleitó con el virtuosismo de una puesta en escena que parece imposible para ser verdad. Sokurov nos sumerge en una visita guiada por el Museo Hermitage de San Petersburgo, en un viaje a través del tiempo en el que el director reflexiona sobre qué es Rusia y cuál ha sido su papel en la historia de Europa. Quienes la vimos en su tiempo, nos quedamos extasiados.

‘Birdman’ (Alejandro González Iñárritu, 2014)
° La ganadora del Óscar está narrada en un larguísimo y ejemplar plano secuencia virtual. Y es que resulta obvio en qué momentos Iñárritu aprovechó para cortar cada una de las escenas que componen la película. Lo mejor es su primera gran mitad, además de sus subtextos. En fin, es una obra de arte de estos tiempos.

Plano secuencia
Otros títulos

° ‘Timecode’ (Mike Figgis, 2000)

° ‘PVC-1’ (Spiros Stathoulopoulos, 2007)

° ‘La casa muda’ (Gustavo Hernández, 2010)

° ‘El triste olor de la carne’ (Cristóbal Arteaga, 2013)
° ‘Fish & Cat’ (Shahram Mokri, 2013)

° ‘Hablar’ (Joaquín Oristrell, 2015)

° ‘Victoria’ (Sebastian Schipper, 2015)

° ‘Utoya, 22 de julio’ (Erik Poppe, 2018)