Carlos Revelo se interna en las profundidades indescifrables de la mente humana con su última muestra, ‘El viaje’, que se expone actualmente en las salas Eduardo Kingman y Oswaldo Guayasmín de la Casa de la Cultura.
La inquietud por aquello que existe más allá de los límites de la cordura llegó a él en 2014, con una serie de dibujos que retrataban su estado mental en ese momento: “Son una especie de autorretratos. Empecé a recordar experiencias que tuve de joven e intentaba reflejar cómo estaba yo en mi interior”, cuenta.
Fascinado por las imágenes de la locura, de las manos del artista surgieron grabados y tintas bajo la permanente influencia de grandes maestros, como Rembrandt. Luego, inició una investigación sobre el tema a través de la literatura y la filosofía.
Lo cautivó, por ejemplo, la novela ‘El alienista’, del escritor brasileño Joaquim Machado de Assis, que narra cómo un médico logra internar a todos los habitantes del pueblo en su manicomio. Así también, un relato de Michel Foucault que describía la forma en que los enfermos mentales eran enviados en un barco a navegar sin rumbo, en la Edad Media, dio rienda suelta a su inspiración al tratar de imaginar lo que sería de los locos en ese encierro.
De los retratos en solitario, pasó a una representación de la locura en escenas atiborradas de cuerpos contorsionados e intensas miradas. Revelo tomó como base obras clásicas, a las que les fue añadiendo elementos que dan a sus creaciones un aura absurda e irracional. (AA)