Ivonne Baki, la eterna funcionaria

FIGURA. Ivonne Baki ha trabajado en varios gobiernos del país. Inició en 1981.
FIGURA. Ivonne Baki ha trabajado en varios gobiernos del país. Inició en 1981.

Mediante Decreto Ejecutivo, Ivonne Baki fue designada como la nueva embajadora de Ecuador en EE.UU., país que ayer mismo le otorgó su beneplácito. Así, ella vuelve a colaborar en otro Gobierno y esta vez toma el cargo que ocupó Francisco Carrión, quien dimitió por, según dijo, discrepancias por la ausencia de una normativa en un convenio sobre vuelos antinarcóticos.

Baki (Guayaquil, 23 de febrero de 1951) ya se desempeñó en ese cargo durante el Gobierno de Jamil Mahuad (agosto 1998-enero 2000), quien fue derrocado tras la peor crisis financiera de la historia del país, que derivó en la dolarización.

Además, se venía desempeñando como embajadora de Ecuador en Catar y en el pasado había sido ministra de Comercio Exterior entre 2003 y 2005 (Gobierno de Lucio Gutiérrez), así como integrante del Parlamento Andino entre 2007 y 2009.

Pero la vida pública de Baki data desde 1981 (mandato de Oswaldo Hurtado), cuando fue cónsul en Beirut. Entre 1992 y 1998 (Gobiernos de Sixto Durán Ballén y Fabián Alarcón) fue cónsul honoraria en Boston, EE.UU.

En el Gobierno de Rafael Correa, en 2010, fue nombrada jefa del equipo negociador de la Iniciativa Yasuní ITT, que buscaba recaudar 3.600 millones de dólares de la comunidad internacional a cambio de dejar bajo tierra el petróleo de la zona del Parque Nacional Yasuní. Fue un fracaso. (DAG)

Reacciones
° En criterio del exembajador de Ecuador en Londres, Mauricio Gándara, esta designación, a un año de que el Gobierno termine su periodo, es un tanto inentendible, porque si se pretendía mejorar las relaciones con un país como Estados Unidos, con el que “mantenemos un gran flujo comercial”, debió habérselo hecho mucho antes.

EL DATO
En 2002 fue candidata a la Presidencia de Ecuador. “Pienso que ya tiene la anuencia de Estados Unidos”, manifiesta, tras subrayar que esta potestad le corresponde solo al Presidente de la República.

Para el analista Santiago Orbe, este nombramiento llama la atención, porque “parecería que no existe una agenda de política exterior en el país” y se privilegian intereses particulares de personas o grupos afines al Gobierno.

“Esta decisión se veía venir. Se trata de un círculo reciclabe, que deja de lado a otras personas que con seguridad también están preparadas para este cargo”, comenta. (SE)