La ruptura de los acuerdos entre el partido gobernante y CREO en la Asamblea Nacional, devela que estamos ante una especie de “nueva geografía política”. Todos los partidos y movimientos comienzan a marcar distancias ante temas que, más temprano que tarde, aflorarán en la contienda electoral. Algunos de sus representantes visibles, a veces con un ego hipertrofiado, no quieren darse cuenta para quién y por qué legislan.
La opinión pública, en tanto, deberá examinar con cabeza fría y cautela lo que dicen querer cada uno y también lo que en realidad buscan. Otro error como el cometido antes, en la tristemente célebre “década ganada”, llevaría al país al abismo. Desgraciadamente, se trata de un hábito generalizado hacer que lo negativo pese más que lo positivo en el interés general. Una afilada guillotina que pende sobre nuestras cabezas.
Unos quieren lavarse las manos, limpiar sus corazones y despejar sus mentes ante tanta cloaca que se ha destapado en estos años. Quienes se decían dueños de la verdad, ahora se adentran de lleno en el terreno de las declaraciones sospechosas, contradicciones notorias, medias verdades y mentiras inocultables. El oportunismo tal vez sea la columna vertebral de todo este tinglado.
Los contendientes se reprochan unos a otros de estar traicionándose y parecen olvidar algo tan elemental como la política al perfilar sus declaraciones públicas. Sin embargo, en medio de este “fuego cruzado de gruesa artillería”, está una sociedad que necesita trabajar y en la que grandes sectores pugnan cada día por llevar un plato de comida a la mesa familiar. Paradójicamente son quienes poseen el voto mayoritario.
La experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores”. Oscar Wilde. Dramaturgo y novelista irlandés (1854-1900)
Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo”. Thomas Alva Edison. Físico e inventor estadounidense (1847-1931)