Luego del juicio político

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha atravesado una de las más graves crisis de los últimos tiempos, pues su división interna, acusaciones y el juicio político planteado a la presidenta del CNE ha desencadenado en el detrimento de esta importante entidad, pero luego de todo ello, es momento de que con la gran responsabilidad que demanda el pueblo ecuatoriano se afronte el proceso electoral venidero de 2021, ya que las elecciones no pueden verse marcadas de temas que no sean la preparación y ejecución del cronograma electoral.

El actual Consejo Nacional Electoral debe aprender de sus errores, pues ahora deberá construir un cronograma regresivo de elecciones teniendo como fechas límite el mes mayo de 2021 que constituye la posesión de la nuevas autoridades, el ir más allá de dichas fechas sería gravísimo para el país y existiría un claro incumplimiento a la Ley, en esta ocasión incluso en las reformas electorales aprobadas, los tiempos y plazos dentro del proceso electoral son mayores, por lo que deberán calcular bien para que no suceda lo de las elecciones seccionales de 2019.

El país entero estará pendiente del desempeño de estas elecciones, por lo que con gran responsabilidad y sin apasionamientos políticos, sino de una forma técnica y legal, le corresponde al CNE actualizar la normativa previa al proceso de elecciones; implementar el registro electoral pasivo que desde ya podría traerles inconvenientes al momento de no comunicar bien al país su desarrollo; el control de la precampaña y campaña anticipada; primarias de las organizaciones políticas; inscripción de candidatos, asignación presupuestaria para la promoción electoral, desarrollo o actualización del sistema informático que a estas alturas es muy complicado en menos de un año se lo pueda realizar. (O)

@dagonzalezp