Nos roban

Ricardo Guamán Araujo

El problema de nosotros los ecuatorianos, es definitivamente la incapacidad de las autoridades de poder gobernar. No saben gobernar.

Eso a un país tan rico, tan exuberante, con infinidad de recursos naturales, materiales, inmateriales, humanos; quieren desestabilizarlo para gozar de sus beneficios y explotarlo con mitos absurdos y creencias falsas.

A nadie le importa, o son cosas que hacen noticias un día o quedan para decir que se habló o se escribió de aquello pero de ahí no pasa. O se las arregla por el eco noticioso pero luego se vuelve a lo mismo. Nos roban desde las cosas más simples, hasta las cosas más grandes y se prostituyen las convicciones. Como si robar nos hiciera inteligentes o se venciera al sistema llevándolo a la decadencia.

Nos roban en las grandes cadenas de supermercados cuando los precios de los artículos están marcados un valor adquisitivo y el momento de pagar es otro. En los mercados cuando el peso de los productos es menos del que en realidad deben tener.

Nos roban en la salud cuando los médicos de las instituciones públicas ofrecen dar turnos con mejor espacio de tiempo, con tal que los pacientes vayan a sus consultorios privados a pagar sus onerosas consultas, aparte del sueldo que reciben del Estado y la gente accede a algunos por la necesidad urgente de salvar sus vidas.

Nos roban en la educación, al contratar personal poco calificado en instituciones públicas y privadas cuando los maestros presentan hojas de vida no adecuadas para los cursos y los títulos que deben tener para cumplir con aquella labor y a los que tienen para cumplir con la carga horaria los hacen o exigen hacer labores distintas a las que se especializaron.

La justicia nos ha robado eternamente por pactos políticos, en juicios interminables con criterios antojadizos; y , también en juicios políticos donde aunque la culpa sea evidente los “amarres” amañan para que todo sea parte del mismo acto donde la ciudadanía somos los payasos de su circo privado.

Se robaron el dinero de nuestro futuro, de nuestro presente, del futuro de nuestros hijos, de nuestros nietos, de nuestros jubilados. Hasta los sueños de la gente se han robado.

Particularmente a Loja le han robado, al no darle el sitial que se merece, como si no fuéramos parte del Ecuador y tenemos que rasguñar migajas; Loja, es una ciudad que a nuestro país hace quedar tan bien, y vivimos en desesperación de no saber a mañana y ser agradecidos de los supuestos favores que nos hacen, cuando en realidad nos lo deben.

No somos un pueblo difícil de gobernar, pero los dueños de las ideas tóxicas e incoherentes no les conviene que se gobierne bien, de ahí la más miserable de nuestra cotidianidad y decir que cualquier tiempo pasado es mejor. Y lo peor es que aquí la gente se olvida. (O)

Twitter: @EMDLS