El magistrado conduce con su particular estilo la audiencia de juzgamiento del caso ‘Sobornos’.
“A ver ‘doctorita’, no se me acelere… tranquilita, por favor”, le dice el juez Iván León a la Fiscal General del Estado, Diana Salazar. El escenario es la Corte Nacional de Justicia (CNJ), donde se desarrolla el juicio por el caso ‘Sobornos’, en el que están procesados el expresidente Rafael Correa y otras 20 personas por presunto cohecho.
León es el juez ponente del Tribunal y uno de los 26 conjueces temporales designados por el Consejo de la Judicatura para reemplazar a exmagistrados que, en el proceso de evaluación, no alcanzaron el puntaje mínimo como para seguir en la Corte. El caso ‘Sobornos’ es el primer juicio que León tramita en la alta instancia judicial.
La semana pasada, durante los tres días en que se cumplió la audiencia de juzgamiento, antes de que esta se suspenda, el juez demostró su particular estilo para conducir la audiencia.
Está lejos de la solemnidad y rigidez que caracterizan al resto de sus colegas en audiencias de la CNJ. No se enoja por las interrupciones de los abogados o de la Fiscal, no alza la voz, es sumamente amable con los que acuden a la sala a seguir el proceso, bromea de vez en cuando.
Este estilo ha hecho que en no pocas ocasiones se escuchen risas en la sala del piso 8 de la CNJ, algo impensable con otros jueces, quienes cuando sucede algo parecido de inmediato ordenan que se haga silencio.
Cuestión de actitud
Cuando los abogados se atrasan a la instalación de las audiencias, el expresidente de la Corte Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas, no les reclama ni les amenaza con sancionarlos.
Por el contrario, les aconseja que practiquen la ‘hora ambateña’, ya que eso “debe ser un ejemplo para todo el país” y debe ser algo permanente en sus actividades.
En algún momento hasta se mostró compresivo por uno de esos atrasos: “Hay problemas de logística para elevarse”, dijo al enterarse sobre el mantenimiento de los asensores.
Y como a León no le gusta gritar, tampoco le agrada que griten en su sala. “Doctor, doctor. Por favor baje los decibles que yo sí le escucho, y muy bien, desde acá”, le dijo a uno de los abogados cuando este argumentaba con vehemencia su punto de vista.
Tampoco ha tenido problema en evitar pronunciar un apellido que se le ha dificultado pronunciar: “Tiene la palabra el doctor Pablo Andrés Lizar…, Lizar…, Lizar (Lizarzaburo); tiene la palabra Pablo Andrés”, dijo en una de las intervenciones.
Trato por igual
A la Fiscal también le ha pedido que deje las emociones para otro momento, que no lea su intervención, aunque también le ha llamado la atención por no preparar bien a un testigo, o por no concretar sus preguntas durante los interrogatorios.
Procura mantener una relación cordial con los abogados litigantes. Siempre está “pendiente” de cómo llegan a la audiencia, si amanecieron de buen genio o si están de buen humor. “Me alegro que así sea”, exclama cuando la respuesta de los abogados es positiva.
Así preside Iván León uno de los juicios más importantes en la historia del país. (HCR)
Magistrado
En breves líneas
° Nació en 1966 en el cantón Santo Domingo de la provincia del mismo nombre.
° Es doctor en Jurisprudencia por la Universidad Central del Ecuador.
° Especialista Superior en Derecho por la Universidad Andina Simón Bolívar.
° Especialista y Magíster en Derecho Penal y Criminología.
° Excoordinador de la Fiscalía de La Maná.
°Fue presidente de la Corte Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas.
° En 2017 se postuló para el concurso de selección de Fiscal General del Estado.
° Se posesionó como juez temporal de la Corte Nacional de Justicia el 2 de diciembre de 2019.