Los test vocacionales, una guía para decidir

ESTUDIOS. La prueba es un recurso que se emplea como orientación para ayudar a los estudiantes a elegir una carrera.
ESTUDIOS. La prueba es un recurso que se emplea como orientación para ayudar a los estudiantes a elegir una carrera.

Este tipo de exámenes son uno de los elementos que orientan hacia lo que le conviene a los aspirantes.

Andrés B., de 37 años, es profesor de inglés, traductor y músico. No obstante, su título universitario indica que es ingeniero en Administración. Nunca ha ejercido la profesión en la cual se formó, pero ha encontrado la forma de dedicarse a lo que ama como autodidacta.

Aunque su familia lo convenció de seguir “una carrera que sirva”, los test vocacionales que ha tomado a lo largo de su vida siempre le indicaron que tenía mayor aptitud para los idiomas y las artes.

Uno de los momentos decisivos en la adolescencia “es cuando, al terminar la secundaria, se debe escoger una carrera para formarnos en el área profesional que, probablemente, será nuestro sustento económico por el resto de la vida”.

El test vocacional le permite al estudiante conocer, según sus capacidades y preferencias, para qué actividades tiene ‘vocación’, es decir, en qué tareas puede desarrollarse con presteza y disfrute.

Se trata de una herramienta muy útil al momento de ayudar a los jóvenes a reflexionar sobre sus gustos, valorando también sus habilidades en las distintas áreas ocupacionales.

Todo un proceso

Al contrario de lo que se oferta generalmente en Internet, no existe un solo test que indique a ciencia cierta la carrera que mejor le calza al estudiante. Más bien, la orientación vocacional es una combinación de herramientas con el indispensable acompañamiento de un profesional. “Usualmente, los test que se aplican tienen relación con intereses y gustos de los alumnos; otros son de aptitudes en el ámbito verbal, matemático y espacial, para direccionar qué carreras serían las más apropiadas”, menciona la sicóloga estudiantil Elizabeth Montenegro. “También se aplican test de personalidad, pues hay muchas profesiones que están ligadas necesariamente con ciertas características: por ejemplo, para una persona muy nerviosa o hipersensible, seguir medicina sería complicado, porque no podría trabajar bajo esa presión”.

Además, la experta señala que aún más importante que el resultado de las pruebas es el trabajar “con el proyecto de vida” de los estudiantes. “Eso los ayuda a reflexionar en función de cómo se ven a futuro, cuáles son sus mayores temores, sus fortalezas, sus debilidades y las oportunidades que tienen, para que puedan tomar una decisión acertada”.

Montenegro pone énfasis en que este proceso no debería iniciar al llegar al último año de colegio, sino que dtendría que empezar en la infancia. “Desde ahí, ir viendo cuáles son sus intereses, qué les gusta y les motiva. Es una forma de irlos encaminando hacia una profesión determinada”.

No temer a la indecisión

Es frecuente que, con las prisas de la graduación y la presión de los padres, los jóvenes terminen por inscribirse en la carrera equivocada. Para evitar el desgaste emocional y económico que esto implica, la sicóloga recomienda acompañar a los alumnos en una profunda investigación de sus opciones.

“Es importante que, si ya tienen una idea de ciertas profesiones, los chicos conversen con profesionales graduados en esas áreas para saber cómo es la carrera y en qué ámbitos se pueden desenvolver. Deben, además, ver la oferta de las universidades, las mallas curriculares. Hay muchas profesiones nuevas que los chicos ni siquiera saben que existen y se quedan con las tradicionales, pero puede haber otras que se están explorando y son necesarias en esta época”.

Si el aspirante no tiene preferencia por ninguna carrera, Montenegro aconseja respaldarse en los resultados de los test y “barajar las opciones según los intereses y aptitudes”. Si aun así el panorama no es claro, nunca está demás “darle un tiempo para que madure emocionalmente”. Se puede aprovechar para aprender idiomas o computación, aduce Montenegro, puesto que “son materias que les van a exigir en cualquier carrera”. (AA)

EL DATO

Los expertos aclaran que el estudiante debe seguir lo que le gusta, no lo que le imponen.