Reflexiones sobre el coronavirus

En mi condición de emigrante retornado opino sobre este nuevo mal que está azotando los países asiáticos, especialmente China, y que se está extendiendo de forma alarmarte por el mundo entero, causando verdadero pánico y zozobra.

Japón, país donde residí, me permite emitir algunos criterios sobre cómo se preparan día a día para esta clase de desastres. Se realizan simulacros de evacuación continua para todo tipo de desastres, la capacitación a la población es constante y obligatoria, la dotación de mascarillas de seguridad es prioritaria por parte del gobierno japonés, se cuidan mucho de los hábitos de limpieza personal y del hogar, utilizan técnicas milenarias de prevención con productos naturales para el hogar y los hospitales están listos para todo tipo de emergencias.

He tenido que palpar en carne propia en el sistema de salud de mi Loja querida, las terribles consecuencias y del quemeimportismo estatal para la atención prioritaria de pacientes que acuden a estos centros: esperas de más de cuatro horas por atención, falta de mascarillas para evitar la propagación de virus, cero medicinas (solo paracetamol), lo que me hace ver indefensos ante esta nueva enfermedad mundial y lo poco preparados que estamos en esta situación.

No veo campañas de información para este nuevo mal, no veo campañas de concienciación sobre su prevención. Se acerca el carnaval y por ende la concentración de la población en ciertas áreas de la provincia. ¿Qué se ha hecho por parte del gobierno para la prevención? Realmente esta realidad preocupa y lastima. Los sistemas de salud deben ser mejorados, debe haber un cambio total de las políticas, en consecuencia, se hace imprescindible un cambio en el manejo del gobierno.

No lamentemos después lo que pudimos parar a tiempo. (O)

Wilson Ovando Cerón (Wilón)

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