Re-centralización

Ronny Correa-Quezada

La expresión “Dios está en todas partes, pero atiende en la capital” (adaptado de la frase popular argentina que hace referencia a Buenos Aires) explica en pocas palabras el sentir de empresarios, funcionarios, académicos y otros sectores cuando tienen (tenemos) que ir a la capital a “gestionar” recursos, asignaciones o proyectos.

Aunque nunca existieron, más que en el papel, claras y efectivas políticas y acciones de descentralización y desconcentración, lo sucedido en esta región, y en el país, hará que se exacerbe la condición citada al inicio de esta opinión. Como referencia dos casos recientes (obviamente hay y habrán más), el primero el cambio de Coordinación Zonal 7 del Ministerio de Turismo hacia una Oficina Técnica, y la posible eliminación o cambio a Oficina Técnica de la Subsecretaría Zonal 7-Sur (antes Senplades) y ahora Secretaría Técnica Planifica Ecuador). Indistintamente donde se ubiquen las Regionales o Zonas de Administración, las decisiones de toda índole continuarán centralizándose, una vez más en una ciudad. Esto atenta contra el desarrollo local y regional que requiere de factores políticos e institucionales relacionados con la presencia de instituciones regionales fuertes y consolidadas.

No se trata de estar en desacuerdo con la política de reducción de la nómina del Estado, muchas veces necesaria; sino más bien, no es razonable que bajo el paraguas del Plan de Austeridad del gobierno para equilibrar las finanzas públicas, se eche al cesto de la basura los modestos resultados alcanzados hasta ahora para promover una disminución del centralismo que históricamente ha caracterizado a Ecuador, hacia el logro de mayores niveles de descentralización política, administrativa y financiera. “Dios está en todas partes, pero atenderá ahora más que antes, en la capital”. (O)

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