El informe forense sobre los cuerpos de seis personas privadas de la libertad, que la semana pasada fueron encontrados supuestamente ahorcados en la cárcel de Turi, revela que perecieron por distintos golpes y lesiones.
Según el fiscal de Azuay, Leonardo Amoroso, varios presos estarían involucrados en estos homicidios, situación que amerita una investigación. “En uno de los casos, el hígado ha sido reventado”, expresó.
Se abrirá la indagación para conocer si hubo la participación de empleados del centro y policías que custodian el lugar. No obstante, Amoroso, dijo que esta tarea será difícil porque las cámaras de vigilancia están dañadas.
Dos de los reos fallecidos estaban en la sección de mínima seguridad, tres en mediana y uno en máxima. Estas muertes tendrían como origen vendettas entre cabecillas de los pabellones. (SE)