Edith devuelve la sonrisa a los niños

TRABAJO. Edith Dueñas está segura que no podría desempeñarse en otra profesión. Le gusta ayudar.
TRABAJO. Edith Dueñas está segura que no podría desempeñarse en otra profesión. Le gusta ayudar.

Trabajar en la parte emocional con los niños y adolescentes diagnosticados con cáncer, así como con sus familias, y saber que tras una lucha diaria lograron vencer esta enfermedad, es una de las satisfacciones que tiene la sicóloga oncopediátrica Edith Dueñas.

La profesional fue galardonada en 2017 con el premio Manuela Espejo por la Comisión de Igualdad, Género e Inclusión Social del Municipio de Quito, por su aporte a la salud infantil. Cuenta que en sus más de 22 años de experiencia laboral, ha tenido muchos momentos alegres, y pocos tristes o de decepción.

Acude todos los días al segundo piso de Solca, al norte de la capital. Ese es el área dedicada exclusivamente a la hospitalización y atención de niños y adolescentes que están en tratamiento oncológico. Recorre los pasillos, revisa las historias médicas de sus pacientes y se reúne con ellos y sus padres.

Instinto de ayuda
Hace un alto a sus labores médicas y mientras permanece en el área de juegos lúdicos, donde también hay muñecas, pinturas, pelotas, papel, menciona que trabaja desde hace 16 años en el área pediátrica de Solca.

Dice que cuando hay un diagnóstico de cáncer, comienza a trabajar inmediatamente con la persona y la familia. “Hay que apoyarlos sicológica y emocionalmente, porque el diagnóstico, de por sí, es catastrófico”.

EL DATO
Ha tenido momentos de mucha emoción, así como de decepción. “Trabajo desde el inicio, desde el momento impactante, el instante fuerte que es el diagnostico. Continúo a lo largo del tratamiento y hago seguimiento pos tratamiento”, expresa.

Asegura que lo que le da valor, fuerza y lo que se ha constituido en el motor para seguir con su trabajo, es ver que muchos de sus pacientes “lucharon, pelearon, sobrevivieron con éxito y ahora son profesionales, tienen familia, hijos sanos, y, sobre todo, cumplen sus metas y sueños”.

Vocación
Dueñas asegura que siempre tuvo el deseo de trabajar y apoyar a los demás. “Me gustó escuchar a la gente. En el colegio hablaba mucho con mis amigas, las guiaba, mediaba y buscaba armonía”.

Estuvo siempre interesada en el funcionamiento del cerebro humano, su desarrollo, así como en todo el proceso de las funciones mentales. Es por eso que “no me veo haciendo absolutamente nada más”.

Esa ha sido su vocación y afirma que le ha ido bien, que ha sido feliz, que ha alcanzado muchos logros profesionales y personales. (CM)

El positivo rol de la mujer
° La mujer ha alcanzado muchos espacios a base de gran esfuerzo, sacrificio, trabajo y ese logro es admirable, comenta Edith Dueñas, quien también posee un Ph.D. en Sicología Conductual en niños y adolescentes.

La especialista asegura que en el campo de la medicina, la presencia femenina es muy notoria. Se ven varias alumnas en las aulas universitarias y en los hospitales, y “eso es positivo e importante”.

Añade que el rol del hombre y la mujer son importantes, valiosos y necesarios, pero específica que el caso de la mujer es un logro muy bien alcanzado y de mucho reconocimiento.