Llegó el coronavirus

Ya llegó, de manera y forma esperada el temido coronavirus a Ecuador. En el momento que escribo, en el mundo 61 países reportan su presencia; los casos sobrepasan los 90.000; hay 2.870 muertos; 8 casos en las Américas, siendo 6 casos confirmados en nuestro país, éstos relacionados con la paciente que llegó desde Madrid el 14 de febrero pasado, tema que médicamente nos tranquiliza, porque la ruta epidemiológica seguida por el virus responde a la predecible. La OMS dubita de declarar una alerta mundial, que vendría a ser sinónimo de pandemia, a pesar que, en solo dos meses de presentación, el virus a recorrido varios continentes, mostrando más bien cualidades de transmisibilidad que de letalidad. Lo que si vivimos es una pandemia de miedo: todos los medios de comunicación en el mundo y cada momento, hablan del brote; la zozobra por la espera de su presencia, nos desequilibró, a tal punto que, a escasos minutos de conocerse su aparición en Guayaquil, las boticas y supermercados fueron asaltados por el miedo ciudadano, agotando la existencia de antisépticos, desinfectantes y mascarillas, lo que demuestra el nivel del pánico reinante en todo el país.

Pero apreciado lector, en medio de la justificada preocupación que nos agobia, hay 10 buenas noticias, que deben disminuir nuestra inquietud, pidiéndoles saturarse unos minutos de paciencia para asimilar verdades que los medios médicos del mundo nos informan: 1) sabemos quién es, en poco tiempo; 2). Se puede detectarlo; 3) En China la situación va mejorando; 4) El 80% de los casos son leves. 5) La mayoría de los afectados se curan. 6) Casi no afecta a los menores de edad. 7) El virus es sensible a los antisépticos y normas de higiene personal. 8) La ciencia médica humana y veterinaria han volcado su interés en forma conjunta. 9) A pesar de ser un virus RNA (Ribonucleico) ya se están probando vacunas. 10) La acción patógena de los virus no tiene tratamiento, pero hay más de 80 casos en experimentación en el mundo, que se espera buenos resultados para la humanidad. Para concluir esta corta entrega, no debemos alarmarnos de su presencia, solo tomar con cautela acciones de mejoramiento de nuestra higiene personal y seguir las recomendaciones médicas que abundan.

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