DAMIÁN DE LA TORRE AYORA
Mientras los sonidos de las bombas, las balas de goma y las piedras suenan en la capital ecuatoriana, los aplausos retumban en el Carnegie Hall de Nueva York. Es octubre de 2019 y Quito vive una de las paralizaciones más violentas de su historia. La otra cara de la moneda, a más de 4.500 km, el cantante español Raphael es ovacionado, una vez más, en la ‘Gran manzana’, justamente en un recinto que lo flechó en 1974.
Su primera vez en Nueva York fue en 1967, en el Madison Square Garden, año que sorprendía, nuevamente, con su paso por el Festival Eurovisión, que lo catapultó por el mundo con temas como ‘Yo soy aquel’ y ‘Hablemos del amor’.
Sí, había debutado en el Madison, pero en el Carnegie Hall sostiene que se escucha de manera inigualable, y a los 76 años lo ratificó el ‘Hijo Predilecto de Linares’ en su gira ‘Resinphónico’, donde cautiva con su histrionismo y voz.
Su propuesta sinfónica llega a Ecuador tras un exitoso recorrido por EE.UU., Francia, Rusia, Reino Unido, entre otros países, en los cuales ‘Digan lo que digan’ Raphael no causa mayor ‘Escándalo’, sino que permite que el público diga hoy fue ‘Mi gran noche’ tras las presentaciones.
El Teatro Nacional de la Casa de la Cultura será testigo del tour musical que ratifica por qué este ícono de la música vale mucho más que el oro y tiene los quilates del uranio tras vender más de 50 millones de discos, un logro alcanzado por Michael Jackson y Queen.
A días de su concierto en Quito, a través de un cálido audio respondió a las inquietudes enviadas por La Hora.
Antes de llegar al Diario y escribir esta entrevista en el bus sonaba ‘No puedo arrancarte de mí’. ¿Raphael siempre vigente, difícil arrancarlo de las emisoras?
(Risas). ¡Hombre! Espero que nunca me arranquéis de las emisoras, ni ahora ni nunca. ‘No puedo arrancarte de mí’ es una canción buenísima de Manuel Alejandro, pero como esas tengo muchas, afortunadamente, en mi repertorio. Así que espero que nunca me arranquen de las emisoras.
Un total experimentador, ¿qué le motivó a combinar lo electrónico con lo sinfónico?
Pues mi ansia siempre de mejorar, de darle al público cosas nuevas, innovadoras, y esto es lo que me hace ser así. Afortunadamente, con buenas consecuencias, el público ha recibido ‘Resinphónico’ de una manera muy entusiasta y yo les estoy muy agradecido.
Un intérprete caracterizado por lo performático. ¿Qué queda del Raphael del 66, del 67 de Eurovisión? ¿Raphael sigue siendo aquel?
Raphael sigue siendo aquel, pero mucho más depurado -mucho más mejor, como dirían en México-, porque he aprendido muchísimo. Son ya muchos años con un deseo de aprender, aprender y aprender, y eso lo puede constatar el público que va a verme. Nunca me ven igual, siempre me ven un poquito mejor y avanzando siempre.
En una entrevista aseguró: “Cuando ves de cerca la muerte, le pierdes el respeto”. Con la partida de entrañables intérpretes, amigos que le han acompañado, como José José o Camilo Sesto, ¿la reflexión es la misma?
Sí, yo creo que es la misma. Le pierdes el respeto porque, bueno, ya sabes lo que te espera. Entonces, ya no estás tan aterrado. Yo creo que a ellos, que en paz descansen, en algún momento debió ocurrirles lo mismo: cuando ya llega lo inevitable, le pierdes el respeto.
¿Qué espera del público de Quito y qué ofrece para que sea una ‘gran noche’?
Bueno, del público de Quito espero siempre su entusiasmo, como el de tantas veces que he cantado para ellos. Por mi parte, yo voy a poner toda la carne en el asador para que sea una noche brillante, donde van todos los grandes éxitos de mi carrera. Y yo espero eso: que sea ‘mi gran noche’ inolvidable.
Usted ha venido en varias ocasiones a Quito, ¿puede compartir su mayor recuerdo?
Uf, son muchos recuerdos, porque he venido muchas veces, no solo a Quito sino a Guayaquil y, en realidad, a todo el Ecuador. Sería muy largo detallar todo lo que me recuerda a Quito, porque son muchísimas cosas, desde las gastronómicas, que me las recuerdo mucho, hasta comprar vajilla para mi casa y llevármela a Madrid.
Con respecto a la gira, en 2019 estuvo en Nueva York. ¿Qué se siente levantar furor en el Carnegie Hall, a los 76 años, en una ciudad angloparlante?
¿Bueno, qué se siente? Mucha emoción, la alegría de gustar a un público que no tiene nada que ver contigo; dicen que no tenemos nada que ver, yo sostengo lo contrario: los seres humanos somos iguales en todos lados, nuestro corazón está puesto en el mismo sitio y todos laten al mismo tiempo cuando sabes llegar a él. Lo de Nueva York no es de ahora, pues siempre me ha acogido con muchísimo cariño, tened en cuenta que la primera vez que yo salí de España a América no fue a Latinoamérica: fue a Nueva York. Yo debuté en el Madison Square Garden y, desde entonces, he estado en Nueva York anualmente.
Mencionó que pese a la gira no descuida su nuevo proyecto musical, aunque no tiene establecido el sonido del mismo. ¿Ya lo definió?
Lo nuevo de Raphael ya empieza a ser, porque ya he empezado a grabar y estamos moviéndonos. ¿Cuándo lo verá el público? Lo verá a finales de este año.
FRASE
Los seres humanos somos iguales en todos lados, nuestro corazón está puesto en el mismo sitio y todos laten al mismo tiempo cuando sabes llegar a él”.
Raphael
Perfil
° Cantante y actor español (Linares, 1943). Con centenares de premios y reconocimientos, es el único hispano con un disco de uranio y posee 350 discos de oro y 50 de platino. Ha realizado duetos con Rita Pavone, Tom Jones, Charles Aznavour, Celia Cruz, entre otros.