El mal del siglo

POR: Manuel Báez R.

A todos nos consta que nuestras demandas sobre el planeta están creciendo en forma alarmante.

Así parece que nos envían señales de alarma: contaminación.

Hay signos de toxificación, cambios sutiles en el clima, que nosotros ignoramos a riesgo de hundirnos en alguna catástrofe.

Esos avisos nos dicen que no podemos ya seguir adelante, como lo hacíamos antes; de igual manera así como nos manda la desgracia también nos manda el consuelo.

Si queremos continuar nuestro crecimiento, de hecho la responsabilidad de convertir en positivos los impactos; asumirán voluntariamente esta responsabilidad o serán obligados a hacerlo todas las autoridades oficiales.

Hasta nos mandaron el coronavirus que pretende diezmar a la humanidad. Este es un asunto muy serio que puede ocasionar graves consecuencias.

El gobierno succiona datos como una gigantesca aspiradora y el pueblo lucha por conseguir que se revele más información al público, esto deriva de la política y la esfera de poder, pues se trata de una presión moral.

Con todas estas circunstancias, el objetivo deja de ser singular para convertirse en plural, no solo al nivel de la retórica o las relaciones públicas, sino también a nivel de la identidad de cada persona y a nivel de países amenazados con semejante flagelo.

Es de esperar que se produzca una batalla entre los que se han contagiado de este mal, que nos ha caído como maldición.

Que ojalá se solucione pronto este maldito mal que alcanza extensiones continentales.