ORLANDO AMORES TERÁN
Para un ser humano, la belleza de la Naturaleza, debería ser motivo de gratitud. De todos los sentimientos, el demostrar orgullo por la hermosura de un país, es fatuidad, porque el que una nación habite en majestuosos paisajes, no significa que esa magnificencia sea creación de los humanos que la ocupan.
El ser humano no empujó grandes montículos para formar volcanes, no acumuló minúsculas conchas blancas para hacer playas preciosas, tampoco el diseño de las praderas de múltiples colores y formas, fue trazado en un taller humano, ni el canto de las aves, es creación humana, como no lo son el cambio de las estaciones.
La Naturaleza con sus espectaculares creaciones y paisajes, no le debe nada a los humanos. En único mérito de algunos humanos, es entender y actuar con conciencia, para preservarla. Por tanto, no es virtud nacer en un maravilloso lugar, pero sí, hacer que éste se preserve. En cambio, hay creaciones humanas que hacen de ciertas ciudades, joyas arquitectónicas, que al igual que la Naturaleza deben ser preservadas, como ejemplo de sensibilidad artística. No obstante, existen humanoides que demuestran irrespeto por el arte, la arquitectura, la historia; a la Naturaleza la usan como objeto susceptible de «negocio».
Eso sucede con Cuba, una isla paradisíaca en el Caribe, destruida sistemáticamente desde 1959, por una tiranía, que logró infiltrar un socialista, infestado de castro-narco-comunismo, en el Partido Demócrata, lo cual es peor que el coronavirus, ya que se mimetiza, se transforma en «populismo», agente patógeno peligroso, de difícil erradicación, porque «reivindica pobres y minorías», reproduciendo mucha pobreza donde logra penetrar, con lo cual afianza su envenenamiento.
Desde hace 60 años, contamina nuestras naciones y actualmente amenaza corromper EEUU, a través de Sanders, el candidato presidencial que responde a intereses del eje Irán-Cuba. Las 3 Américas, forman un Continente espectacular, exuberante que está en peligro, por la infiltración del narco-comunismo. Miren Chile, imaginen América con Sanders en la presidencia de EEUU.