EDUARDO TABÁREZ RAMÍREZ
La lucha por los derechos de la mujer es de larga data; cómo no mencionar la primera mujer europea en lograr una licenciatura en derecho y posteriormente el doctorado en la misma rama, fue la rumana Sarmiza Bilcescu, cuya tesis doctoral fue la condición jurídica de la madre que hacía mostrar, ya en esa época (1890) las contradicciones y la carencia ce derechos de las mujeres y, principalmente, de las madres. Fue realmente la portaestandarte de que la mujer sea parte activa de la carrera de Derecho.
Los intentos más notables de la inclusión igualitaria de las mujeres, de los clubes de mujeres en la Revolución Francesa, así como la declaración de los derechos de la Mujer y de la Ciudadanía, redactada por Olympe de Gouges, quien fuera posteriormente ejecutada. Faltaría espacio que nos permita hacer un detalle a los grandes logros y aportes que nos trae la historia en el brillante accionar de inigualables mujeres. Nosotros también contamos con mujeres valerosas, dignas de emular su accionar, como Matilde Hidalgo, Tránsito Amaguaña, entre otras.
Hoy son visibles las repercusiones producto de la tenacidad en esta ardua lucha; en muchos países del mundo, amplias tareas de ordenamiento jurídico como la promulgación de leyes contra la violencia de género o de igualdad electoral son reales, hoy mismo tenemos como ejemplos que nuestras principales autoridades de la ciudad y provincia sean mujeres, indistintamente que exista la carencia de sororidad (hermandad) dentro de los ideales políticos.
Son múltiples los conceptos de lo que es feminismo, el denominador común de todas las definiciones, sin duda es la igualdad de derechos, que en su momento fueron objeto de transgresión y de abusos por el denominado patriarcado. Yo también soy feminista, el mío se sustenta bajo el principio de igualdad de derechos entre hombre y mujer.