Los cadáveres de las personas que fallecen por Covid-19 u otras dolencias siguen sin ser levantados. Conforme pasan las horas, los cuerpos que permanecen en sus viviendas comienzan a descomponerse en medio de las constantes llamadas a los servicios estatales asignados a esta tarea.
Ayer, en el sector de Las Tejas, en el sur de Guayaquil, se reportó a una fallecida adulta mayor, que no mantenía síntomas vinculados al coronavirus y que no tuvo una atención oportuna para levantar el cuerpo, pese a que tenían contratado un servicio fúnebre.
Las funerarias tampoco pueden acceder a retirar los cuerpos mientras el Ministerio de Salud y Medicina Legal no los revisen.
Respecto de estos casos, el vicepresidente, Otto Sonnenholzner, manifestó que en Guayaquil están buscando alternativas.
Incluso, extraoficialmente trascendió que personal de FF.AA. junto a la Policía y al Ministerio, estarían al frente de esta labor, para evitar que los cadáveres se descompongan frente a familiares.
Un ejemplo claro ocurrió el miércoles, cuando los habitantes de la Cooperativa 7 lagos, en el sur de la ciudad, denunciaron que una señora de 87 años habría fallecido desde el domingo y su cuerpo seguía en casa.
El Municipio de Guayaquil, sobre la alternativa que maneja el Gobierno respecto al entierro de cadáveres, aún no se pronuncia. (DAB)