Lucha política

Las propias carreras de los políticos se están acelerando, cogiéndoles desprevenidos a los adversarios.

Esta oleada de lucha política no se detendrá en el plano nacional, así se acabarán enfrentándose en las urnas, odas las estructuras tienen que ser fundamentalmente alertadas porque son inadecuadas para este conglomerado de habitantes para las necesidades de un mundo radicalmente cambiado; esta tarea implicará a las personas a que dependerá de todas, pero cualquier cambio se verá acelerado por el colapso económico que todavía vivimos, así los riesgos son grandes porque las estructuras políticas no fueron sometidas a una prolija revisión en su deida oportunidad y muchas otras falencias que durante la década perdida racionalmente.

Todavía puede ser tiempo que se diga con énfasis que hay que hacer un gobierno de … por… y para el pueblo.

Ahora estamos en condiciones de construir un gobierno viable que debe ser la tarea política más importante, hay que eliminar los estereotipos acumulados del gobierno anterior; así de hecho puede convertirse en los principios básicos del nuevo gobierno.

Lo que pasa es que se necesita cambios radicales en algunas estructuras políticas, o sea modernizar todo el sistema para fortalecer el papel de sus respectivas unidades.

Entonces, los dirigentes de movimientos y partidos políticos deben ponerse las pilas. Hay que modernizar todo el sistema, revelar diferencias más que encubrirlas, poner en práctica proyectos electorales bien diseñados para una democracia siempre de mayorías.

El pueblo necesita votar para determinar la voluntad popular como una importante fuente de realimentación, utilizando las ricas tecnologías de comunicaciones.