La tienda del barrio

Diego Lara León

Si naciste antes de 2000, recordarás con nostalgia “la tienda del barrio”, lugar mágico donde se compraba la leche y el pan, el shampoo y las peinillas, las medias nylon, los cromos del álbum de moda, las golosinas y el ‘Ace’ (detergente). Un “a vender” era nuestro anuncio de llegada. Aquel lugar era el punto de encuentro de adultos, jóvenes, niños, y de personajes que sabían “la vida del barrio”.

Con el pasar del tiempo las tiendas perdieron protagonismo y los supermercados las opacaron, pero nunca murieron, se resistieron con “uñas y dientes” a desaparecer.

Hoy, ante esta pandemia, las tiendas vuelven a ser protagonistas de la vida de un pueblo. La mejor manera de combatir la pandemia es el aislamiento social, el evitar sitios con gran aglomeración de personas y el no moverse mucho por la ciudad, las tiendas cumplen estos tres requisitos. Ante esto los sectores productivos y algunos GADs buscan fortalecer las Tiendas de Barrio, dotarlas de los productos necesarios para que las personas encuentren cerca de su casa todo o casi todo para satisfacer las necesidades básicas en esta época de cuarentena.

Los tenderos también son héroes que están “poniendo el hombro” para hacer más llevadera la emergencia.

Vamos todos a apoyar a las tiendas, compremos ahí, consumamos lo nuestro, muchas tiendas son puntos de venta de los emprendedores, hoy más que nunca debemos consumir los productos locales.

También les pedimos a los tenderos, cuidar los protocolos de bioseguridad y no subir los precios.

Regresar a costumbres anteriores ha sido el común denominador de este tiempo de emergencia: compartir tareas del hogar, comer todos juntos y conversar son actividades que ya poco se hacían por la velocidad con la vivíamos. Ahora también: volvamos a comprar en la tienda del barrio. (O)

@dflara