Lo positivo y lo negativo

Pablo Ortiz Muñoz

Quizá una de las lecciones más importantes que nos deja el encierro como seres humanos es la falta de libertad a la que estamos acostumbrados. No es necesario reflexionar para entender que está falta de libertad “entre comillas”, a la que estamos habituados, simplemente es una utopía. Si la analizamos con detenimiento.

Quede claro, que nada nos exime de nuestras responsabilidades, ni tampoco nos despoja de nuestros derechos. Entiéndase, si viviéramos en una sociedad con principios y valores, donde el ciudadano entienda, que nada, ni nadie, está sobre la ley. Que está mantiene el orden y en algo el respeto social, y que tanto los derechos, como las responsabilidades son la esencia de la libertad. Ojalá, este pequeño tiempo de falta de libertad haya calado en la conciencia humana, haciéndonos recapacitar y reflexionar sobre nuestra condición como tal.

Para muchos el encierro ha sido positivo, generando conciencia sobre lo cotidiano, la integración familiar, cuidado y salud, manejo de finanzas, cuidado de los hijos, etc. Para otros, el análisis ha llamado a la reflexión en el contexto social, la situación política, el quehacer cultural, el cuidado del medio ambiente, etc. De esta visión muchas ideas surgirán para el benéfico de la humanidad.

Por naturaleza el hombre es creativo, pero las circunstancias generan exigencias y con ello vienen los cambios, los cuales crean condiciones favorables a nuestras necesidades. Los aportes sin duda serán significativos, sin importar de donde vengan. Por lo tanto, los esfuerzos deberán ser incalculables y la lucha persistente.

Por el otro lado, están los pesimistas, los que no aportan, los que critican, los que no hacen nada, los que juzgan, los ciegos que no razonan y por su puesto los estúpidos. Entiéndase, no hago referencia a los que piensan diferente, eso no tiene importancia, siempre y cuando las ideas se encaminen con positivismo.

Según Universia.net (2017) en una investigación realizada por Framingham Heart Study de Framingham, se estableció que las personas expuestas a provocaciones emocionales negativas, generan estrés emocional; tanto individual, como colectivo y que cuando más tiempo se vive con esta gente las consecuencias son nefastas para la salud mental y emocional de las personas y la sociedad. (O)

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