Es tarea fundamental y prioritaria que las potencias y todos los estados estimulen a los científicos en procura inmediata de encontrar el remedio para eliminar del medio circundante el agresivo Covid-19, cuyos efectos son parecidos a la bomba atómica.
Indudablemente que la cuarentena impulsada por los gobiernos es excelente medida, pero esta prevención no la podemos resistir toda la vida por nuestra naturaleza orgánica y social de vivir gregarios y en movimiento y por nuestras necesidades productivas.
Apliquemos todos los procedimientos fundamentales para evitar que este germen infeccioso ingrese a nuestro organismo a destruirnos; en estos procedimientos no solamente tenemos que preocuparnos de los enfermos que naturalmente son prioridad uno, sino también en los médicos y paramédicos, puesto que si nos enfermamos todos, habremos llegado al fin.
La cualidad sobresaliente de los políticos es engañar a su pueblo con expresiones falsas, llegó la hora de decir la verdad, focalicemos los tributos a los que más tienen y ganan empezando con los industriales, Presidente de la República, ministros, asesores y asambleístas, aceptando que estos impuestos corresponden únicamente al tiempo que dure esta crisis.
Si una persona se queja es porque le duele algún sector de su cuerpo, si los médicos y enfermeras del país han expresado su protesta, es porque no se los está atendiendo con los insumos, equipos de protección y toda las instrumentación correspondiente, al punto que, ya existen algunos infectados.
Usemos todos nuestros recursos: intelectuales, tecnológicos, científicos, materiales y económicos para enfrentar este violento enemigo fatal. Víctor Hugo Visyal dijo “La noche más oscura llegará a su fin y el sol se abrirá”. Debemos seleccionar verdaderos profesionales estrategas en la conducción del sistema de salud y dar presupuesto abierto a sus urgencias y exigencias, así el sol se abrirá intenso y saludable, caso contrario la amenaza de colapso se hará realidad.
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Armando Daza Quiñónez