Los Contreras

Esta reflexión nada tiene que ver con el apellido que llevan con honor y orgullo muchas familias, sino con el uso coloquial que tiene la palabra para referirse a tres tipos de personas: a) los contreras sistemáticos, que critican cualquier decisión que tome una autoridad; b) los contreras interesados, que consideran que toda decisión es buena si beneficia sus intereses personales o de grupo; si es contraria, argumentan ferozmente en su contra; c) los contreras reactivos, que por soberbia, cobardía o estulticia, rechazan cualquier crítica a sus actos, por bien intencionada que ésta sea, y se mantienen o reinciden el error, sin importarles los irreparables perjuicios sociales, económicos o políticos que, en el corto, mediano o largo plazo puedan ocasionar.

De la tercera clase de contreras, está plagada la historia política y económica del Ecuador. En gran medida, la situación de atraso que el país soporta se debe a decisiones mal tomadas, desoyendo los argumentos de la sana y bien intencionada crítica, surgida de fuentes confiables, que advirtieron inútilmente sobre las consecuencias que éstas podrían producir. Los fracasos de cuatro presidentes, en apenas un cuarto de siglo, de la mayoría de congresos y asambleas al expedir leyes perniciosas, y de muchos gobiernos locales, confirman esta terrible realidad.

Cuando los políticos ejercen el poder procurando, como es su deber, servir al bien común, organizan equipos de personas honestas y expertas en cada una de las complejas áreas del gobierno; estructuran sistemas de planificación estratégica y operativa para alcanzar objetivos de gobierno y de Estado de manera eficiente, eficaz y económica; están preparados para enfrentar las crisis que se puedan presentar por la existencia de gran cantidad de variables difíciles de controlar, especialmente en tiempos de incertidumbre, como los que vive la sociedad en este siglo de cambios continuos y acelerados.

Los estadistas no improvisan, no inventan soluciones, no consultan a oráculos, sólo confían en propuestas técnicamente elaboradas; analizan personalmente, con la asistencia de especialistas, todos los cursos de acción posibles. Señaladas sus ventajas y desventajas, seleccionan el que mejor sirva a los objetivos de bienestar y seguridad de toda la población, en términos de eficiencia, eficacia y economía y, solamente entonces, deciden y actúan. ¿Qué opinan al respecto los contreras reactivos?

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