Señor Presidente, convóquenos

Son difíciles los tiempos que enfrenta el mundo, son también difíciles los que enfrenta la patria.

El Ecuador, aparece sumido en una serie de confrontaciones, de enfrentamientos, que ahondan aún más la crisis de salud, la económica y social, dentro de la que cabe la educativa.

Parecería que no somos capaces de encontrar los consensos necesarios para superar estas barreras, estas situaciones conflictivas, para emerger de esta pandemia con las fortalezas que se requieren para reconstruir el país.

Es verdad que el actual gobierno heredó situaciones complejas, un pésimo manejo económico, la tara de la corrupción elevada al grado superlativo, las puertas cerradas para los créditos, las relaciones internacionales fuertemente deterioradas y un nivel de enfrentamiento y de falta de libertades.

Sin embargo de ello, creo que el actual gobierno tiene en sus manos la capacidad de hacer una amplia convocatoria a todos los sectores sociales, a los líderes de opinión a los expresidentes de la república, para unir fuerzas, para logras procesos de cohesión, para establecer mínimos consensos que nos pongan en la senda adecuada, la de las soluciones a corto y mediano plazo.

Hay un endeudamiento que nos asfixia y que aparece como indetenible, hay una descomposición social que hace que hasta las mascarillas para los hospitales y las fundas para los muertos se compren con sobreprecio, lo que va en detrimento de la fe pública, lo que implica una ágil y objetiva actuación de la fiscalía y de los órganos de la justicia.

A pesar de todo este panorama devastador, creo que podemos encontrar esos puntos específicos que nos deben unir en torno a un fortalecimiento de la salud y de la educación pública, a la lucha sin descanso contra la corrupción y a los mecanismos de generación de empleo y reactivación del aparato productivo.

Señor Presidente, convóquenos, estamos todos dispuestos a trabajar para sacar nuestro país adelante.