Moreno en su limbo

Preocupante fue escuchar al Presidente decir en una rueda de prensa, que espera que el siguiente Mandatario realice su gestión con mayor entusiasmo. Es verdad que le han caído las siete plagas a ese gobierno, pero siempre hay que trabajar con positivismo, más aun si tiene a 17 millones de seres que esperan cumpla una buena gestión.

Y cuando un periodista le preguntó, el cómo va a hacer para sacarnos de tremenda crisis y retomar el desarrollo, desvió su respuesta, evidenciando que no existe un plan trazado y consensuado. Y es comprensible. Él llegó al poder con un Movimiento disque socialista, plagado de delincuentes que asaltaron exitosamente los dineros públicos, basados en una Constitución extremadamente garantista de derechos, pero sin sostenibilidad económica en el tiempo como contraparte, paradoxalmente, liderado por un economista que despreciaba opiniones en contrario, y que engañó a las masas con espejismos.

Es decir, Moreno creía que en ese cuento de hadas, que reprime al “cuco” empresario con demasiadas obligaciones, mientras que los derechos “irrenunciables y progresivos” son privilegio de los “santos” trabajadores, óptica que la historia registra claramente su fracaso, y que ha puesto al país al borde del abismo.

En su Informe a la Nación, anunció los cuatro pilares de su último año de gestión. Salud: esperamos que la mañosería en medio de una pandemia sea castigada, y se prioricen recursos en esta gravísima situación. Alimentos: esperemos que provengan de agricultores prósperos, y no de la industria explotadora e intermediarios libertinos. Producción: aspiramos se la refuerce con visión de país, terminando el secuestro de los oligopolios y la banca privada al pequeño productor. Esperemos que “reactívate Ecuador” no entregue recursos solamente a los “duros”.

Y Dolarización: es hora que se la proteja dando facilidades al empresario para producir eficientemente, generando empleo, liquidez, y dinamismo socioeconómico, pues incrementando el PIB, no habría déficit, pagaríamos deudas, y se abriría un panorama esperanzador. ¿Será esto posible?

Eduardo Chiriboga Aponte

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