Primero la vida, la comida, después la politiquería. No podemos gastar dinero en elegir iguales a los anteriores y actuales corruptos, ineptos, cínicos. Solo un imbécil puede considerar que una vez levantado el estado de excepción, en 30 días la economía se recupera, los negocios tienen ganancias, se elimina el desempleo, fluye dinero, para pagar impuestos, servicios básicos, afiliaciones. La economía se recuperará en 4 años.
Por tanto, las tasas por servicios deben bajar en 50%, el plazo para pagarlos debe ser a partir del año posterior a la terminación del estado de excepción, prorrateado a 5 años, sin intereses. La remuneración de empleados de la burocracia no debe superar el SMV, para mantener el empleo; funcionarios y dignatarios, no pueden ganar más del triple del SMV, durante los próximos 20 años. Los juicios coactivos, ejecutivos, remates, deben suspenderse 5 años, sin intereses.
El estándar de vida de todos, debe readecuarse a la situación de quiebra moral y económica, producto del atraco de los bienes nacionales, por parte del narco-comunismo imperante desde el 2007, agravada por el virus chino. Políticos serios, proponen primero, cambiar la estructura jurídica Montecristi. El modo de hacerlo, es exigir al régimen, convoque a Consulta Popular, con las preguntas que planteamos. Si empujamos en la misma dirección, lo logramos. Insistir en elecciones, en crisis y con el marco jurídico narco-comunista corrupto, generador de impunidad, es irresponsable con la situación de la Patria; beneficia a la organización criminal que destruyó el país en la década de mayor bonanza petrolera 2007-17.
Solo narco-comunistas y apátridas, se preparan para el festín electoral 2021; no les estorba el actual sistema jurídico, quieren estar en el reparto. Argumentan honestidad, denuncian corrupción, pero su comportamiento ante el sistema jurídico narco-comunista, los hace cómplices de la ruina nacional, porque no proponen su destrucción, se acomodan a las reglas delincuenciales que deberían combatir, hasta su abolición.